Carne apaleada es un drama carcelario que mezcla crítica social y romance lésbico

Para celebrar el mes del Orgullo FlixOlé estrena Carne apaleada, en la que Esperanza Roy y Bárbara Rey protagonizan una historia de amor basada en hechos reales

Bárbara Rey y Esperanza Roy en Carne apaleada

Lucía Ojalvo

No es la primera vez que Berta (Esperanza Roy) acaba en prisión. Es una chica de bien, pero las justicias de la vida la llevaron a terminar entre rejas por estafa. Ahora, salir del mundo de la delincuencia no es fácil y ocho años después vuelve a la cárcel escoltada por dos guardias civiles. 

En prisión, las condiciones son penosas y el futuro es incierto. Colchones sucios, ratas curiosas y un menú de garbanzos con gusanos son solo algunas de las miserias por las que tiene que pasar Berta en los distintos traslados que se ve obligada a realizar. Además del abuso de poder que ejercen algunos funcionarios. 

Nuestra protagonista es una persona noble que solo intenta ayudar a sus compañeras, pero la cárcel no es un lugar bonito. Solo su historia de amor con otra reclusa, Senta (Bárbara Rey), le ayudará a sobrellevar su tiempo entre rejas. Sin embargo, esta tampoco es cuento de hadas y, tanto dentro como fuera, tendrá que sobreponerse a distintos problemas. 

Esta trama de drama social que refleja un contexto histórico muy concreto es la premisa de la que parte Carne apaleada, el nuevo estreno de FlixOlé. La película dirigida por Javier Aguirre forma parte de la colección Los márgenes del deseo: cine LGBTIQ+ en la Transición, que pretende reivindicar el mes del Orgullo. 

Película Carne apaleada con Esperanza Roy
Esperanza Roy, protagonista de Carne apaleada

Basada en hechos reales

Como se revela al final de la cinta, la historia que se cuenta en Carne apaleada no nace de la imaginación de su creador. La película lleva a la gran pantalla el libro homónimo de Inés Palou. Publicada por primera vez en 1975, la novela narra, en forma de crónica, el paso de su autora por distintas prisiones del país. 

Palou describe a muchas de sus compañeras de celda, las circunstancias que las llevaron allí y las que actualmente pesan en sus días. Así, a través del perfil de estos personajes, compone una crítica social exquisita. A todas ellas les dedicó su obra.

A TODAS ELLAS, que no son tan malas como parecen ni tan viciosas y perversas como las juzgan. Sino simplemente mujeres. Mujeres que tuvieron que elegir y eligieron.”

Estos relatos, que quedan reflejados en la película de una forma certera, compone un ensayo que habla de incertidumbre e incomprensión. De traumas, de soledad y de vínculos emocionales. De personajes marginales y, sobre todo, de denuncia ante un sistema penitenciario que no funciona

¿Para qué sirve, entonces, una larga y penosa condena, si, al finalizarla, el delincuente se encuentra en la misma situación anterior al delito?”

Al igual que en la película, la historia de Inés Palou terminó con su suicidio en las vías del tren. Lo hizo cuando estaba nominada al Premio Planeta por su segundo libro, Operación dulce. En su carta de despedida le delegó todas las ganancias de sus obras a la hija de su amante.

Fotograma de Carne apaleada
Fotograma de la película Carne apaleada

La representación del colectivo LGBTIQ+

De todos los personajes con los que Berta (o Inés Palou o Esperanza Roy) se cruza en sus años como presa, uno destaca por encima del resto. Se trata de Senta, su amante. Interpretada por Bárbara Rey, esta reclusa está en la cárcel con su hija pequeña. Está acusada por asesinar a su pareja, también mujer. 

Los hechos narrados pertenecen a los últimos años del franquismo, cuando la homosexualidad no solo estaba mal vista, sino penada. Sorprende entonces, la honestidad con la que la autora habla de sus sentimientos por otra mujer, incluso cuando estos la meten en distintos problemas. 

De igual manera, la publicación del libro y, tres años después, el estreno de Carne apaleada suponen un avance clave para los derechos del colectivo LGBTIQ+. En la Transición las cosas cambiaron, pero la comunidad homosexual seguía sintiéndose perseguida, al menos por la opinión pública. 

Así que, aunque en algunos aspectos la relación entre Roy y Rey aparezca sexualizada, Carne apelada es un punto de inflexión en las historias LGBTIQ+ del cine español. Especialmente, en la representación de las relaciones entre mujeres.

Estreno Carne apaleada
Bárbara Rey y Esperanza Roy en Carne apaleada

Javier Aguirre, director de Carne apaleada

Javier Aguirre Fernández es el director de las dos caras. Por un lado, dirigía películas comerciales, como musicales, infantiles o del destape, para ganar dinero, como ha admitido en numerosas ocasiones. Este beneficio económico lo invertía en lo que considera su verdadera obra, el cine experimental o anticine. 

En Carne apaleada, Aguirre realiza una gran labor de adaptación cinematográfica. Lleva a la pantalla el sufrimiento de los personajes y, además, vuelca un toque de actualidad política que le añade aún más sentimiento de denuncia. Esta cinta es, también, la segunda colaboración entre el director y Esperanza Roy, quien posteriormente se convertiría en su mujer. En 2019, recibieron conjuntamente la medalla de oro de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.

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