Rafael Alonso

Rafael Alonso Ochoa, nacido en Madrid en el año 1920, fue uno de los actores más emblemáticos del cine español. Apareció en más de 100 títulos entre cine y televisión, siendo uno de los rostros más reconocidos y valorados por el público. También tuvo una extensa carrera en el teatro y, aunque siempre se le vinculó como un actor de comedia, su gran variedad de registros le hizo participar en todo tipo de películas.

Sus inicios en el cine llegaron tras despuntar sobre las tablas. De hecho, le llegó la fama con la obra de El baile, de Edgar Neville, que posteriormente se hizo película con el mismo director y también con un papel cinematográfico para Rafael Alonso. Su primera película llegó unos años antes con Esa pareja feliz, dirigida por Bardem y Berlanga. Después consiguió un pequeño papel en Bienvenido, Míster Marshall y, ya como miembro más destacado del reparto, en Cómicos. En los años 60 trabajó para el mencionado Neville en varias películas, Tulio Demicheli o José Luis Sáenz de Heredia, grandes cineastas de la época. Además, formó parte de la taquillera Sor Citroën (Pedro Lazaga, 1967).

En varias de las grandes comedias de los 70 también estaba su rostro, como El astronauta (Javier Aguirre, 1970), Lo verde empieza en los Pirineos (Vicente Escrivá, 1973), Tres suecas para tres Rodríguez (Pedro Lazaga, 1975)… Además, Alonso volvió a trabajar con Berlanga para La escopeta nacional. De los 80 destacó su papel en la serie Los gozos y las sombras. También en la divertidísima Amanece, que no es poco (José Luis Cuerda, 1989). 

En sus últimos años de carrera, Rafael Alonso estuvo inmenso en El perro del hortelano (Pilar Miró, 1996) y El abuelo (José Luis Garci, 1998). Falleció ese mismo año, y poco después se le otorgaría el Goya de Honor.