Ignacio F. Iquino
Biografía
Ignacio F. Iquino fue un realizador español nacido en Valls (Tarragona) el 25 de octubre de 1910 y que falleció a los 83 años, un 29 de abril de 1994 en Barcelona. Hijo de la actriz Teresa Idel, comienza su carrera dedicándose al mundo de la fotografía para saltar a la realización cinematográfica con su debut en un documental llamado Toledo y el Greco.
En 1934 funda su propia compañía cinematográfica en la figura de Emisora Films, que utilizaría para producir sus propias películas así como las de realizadores externos. Al margen de la ley (1935) sería la primera película que se produciría bajo este sello, una adaptación del crimen del expreso de Andalucía.
Empieza a ser reconocido durante los años 40 gracias a comedias como El difunto es un vivo (1941) o Los ladrones somos gente honrada (1942), adaptación de Enrique Jardiel Poncela. Durante la década de los 50 comienza a granjearse nuevamente cierta fama por su aproximación al género negro y policíaco. Películas como Brigada criminal (1950) o El obstáculo (1947) se combinan con dramas patrióticos como El tambor del Bruch (1947) o Noche sin cielo (1947).
En 1952 se enfrentaría a una de las mayores polémicas de su carrera al rodar El Judas, una ficción de carácter religioso en torno a una representación del personaje bíblico que le valió antipatías dentro del régimen franquista, más si tenemos en cuenta que fue el primer film rodado en catalán después de la Guerra Civil. Hombre de industria, no tendría problemas en integrarse en los nuevos modelos de producción que se establecieron durante la década de los 60, colaborando en un buen puñado de spaghetti westerns italianos y coproducciones con Italia y Alemania.
En los 70, la apertura del régimen le permite explorar vías más explotativas y rueda películas de carácter popular como Aborto criminal (1973), Chicas de alquiler (1974) o Los violadores del amanecer en 1978.
En la década de los 80, de nuevo ajustándose a los nuevos canones de la industria, realiza numerosas películas de corte erótico y casi pornográfico. Títulos como La caliente niña Julieta (1981) o Los sueños húmedos de Patrizia (1982) sirven para subir la temperatura de los espectadores de esos años. Tras rodar su última película en el año 94, fallecería en Barcelona en el año 1994.