Manuel Summers
Biografía
Natural de Sevilla (1935), Manuel Summers fue un humorista, dibujante y director de algunas de las películas que mejor representan la España de los 60 y 70. En líneas globales, ha sido un cineasta muy especial y con una filmografía de lo más variada. Procedente de una familia de origen irlandés, Summers se interesó por el séptimo arte tras trabajar en televisión y como humorista gráfico.
Su primer trabajo en el cine fue el cortometraje El viajecito (1960). Solo pasarían tres años más para lanzar su ópera prima: Del rosa…al amarillo, una cinta sobre el romance en varias generaciones, fue toda una sensación y consiguió la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián.
La segunda película de Manuel Summers fue La niña de luto (1964), en la que retrataba con un tono de humor amargo la raigambre del luto en las mujeres españolas. Después estrenó El juego de la oca (1966) y, ese mismo año, el documental Juguetes rotos sobre antiguas estrellas de la cultura española. Después siguieron títulos como No somos de piedra (1968), Urtain, el rey de la selva…o así (1969) o Adiós, cigüeña, adiós (1971).
La década de los 70 continuó siendo muy prolífica en cuanto a películas para Manuel Summers; de hecho, hizo una trilogía muy popular en nuestro país: To er mundo é güeno (1982), To er mundo é… mejó! (1982) y To er mundo é… demasiao (1985). En ellas, utilizaba el formato de la cámara oculta para hacer bromas con los viandantes que iba encontrando por la calle. Toda una novedad en nuestro cine.
Durante estos años, además de dirigir películas como Me hace falta un bigote (1986), Manuel Summers fue uno de los artífices del grupo Hombres G, cuyo vocalista es su hijo David Summers. Así, hizo las películas Sufre mamón (1987) y Suéltate el pelo (1988), se convirtieron en todo un éxito de taquilla; y al mejor despedida del cineasta en la gran pantalla.