Pedro Olea
Biografía
Pedro Olea, nacido en Bilbao un 30 de junio de 1938, es uno de los grandes veteranos del cine español. Como tantos otros cineastas de éxito, se curtió en la Escuela Oficial de Cinematografía de Madrid. Además de ello, durante sus primeros años también fue crítico cinematográfico. Tras varios campos de pruebas en el terreno del cortometraje, en 1967 rodó su primera película Días de viejo color, una comedia musical con Cristina Galbó y guionizada por su coetáneo Antonio Giménez-Rico.
La cinta no tuvo demasiado éxito, pero dos años más tarde estrenó El bosque del lobo, basada en la historia del “hombre lobo” real Romasanta y con José Luis López Vázquez como protagonista. Una película, en definitiva, considerada de culto en el cine español.
Después se dispuso a rodar La casa sin fronteras (1972) y No es bueno que el hombre esté solo, película en la que continuó afianzando su particular estilo; en ella, José Luis López Vázquez se metía en la piel de un hombre obsesionado con una muñeca. En el año que terminó la dictadura realizó Pim, pam, pum… ¡Fuego! y, en 1978, uno de sus grandes éxitos: Un hombre llamado flor de otoño. Con esta película, Pedro Olea se acercó al colectivo transexual en una época en la que había nula visibilización.
Tras estrenar Akelarre (1984), sus siguientes tres películas más destacadas fueron El maestro de esgrima (1992), con 3 premios Goya, Moriras en Chafarinas (1995) y Más allá del jardín (1996), ganadora de dos premios Goya y con una gran Concha Velasco. A partir de los años 2000, Pedro Olea apenas se ha prodigado en la dirección: rodó la interesante cinta Tiempo de tormenta (2003), ganadora de dos premios en el Festival de Málaga, e hizo para televisión La conspiración (2012), ambientada en los primeros compases de la Guerra Civil.