Luis E. Parés: “Forqué nos ha permitido ver el cine de otra manera”
Luis E. Parés, historiador y divulgador de cine, nos habla sobre el legado que dejó en el séptimo arte de nuestro país el ya centenario José María Forqué. El también director artístico de Cineteca Madrid reivindica la obra del realizador zaragozano, tanto las comedias que le granjearon una gran popularidad entre el público, como aquellas películas menos conocidas.
Como crítico e historiador cinematográfico ¿Qué lugar ocupa y qué ha aportado el trabajo de José María Forqué en la historia del cine español?
José Mª Forqué es uno de los nombres más prestigiosos de nuestro cine, y uno de los mayores desconocidos. La gente lo conoce por comedias populares, pero se olvidan de otros trabajos del director. Es uno de los grandes estilistas del cine durante el franquismo: su dominio de la puesta escena, de los claroscuros y de la iluminación es bastante inédita. Otros directores no tienen el nivel de calidad que alcanza Forqué.
Es muy prestigioso porque es uno de los directores de algunas de las películas más populares del cine español: entre ellas Atraco a las tres. Si pensamos en esta película, nos damos cuenta de dónde reside el secreto de Forqué. Por una parte, son películas que entroncan muy bien con el público español porque beben de las fuentes culturales españolas: el costumbrismo, el sainete, cierto toque esperpéntico… Pero a la vez son películas inconcebibles sin tener en cuenta el mejor cine internacional.
Otros directores no tienen el nivel de calidad que alcanza Forqué”
Si vemos Atraco a las tres, observamos la influencia de la película italiana Rififí. Si nos detenemos en Usted puede ser un asesino, nos damos cuenta de la influencia de La dama de Shanghai, de Orson Welles. Él lo que hace es “españolizar” las grandes corrientes del cine mundial. Cuando hablo de españolizar no sólo hablo de contexto o de localización, sino de hibridarlas y mezclarlas con las tradiciones culturales españolas.
Has destacado la solvencia artística, la factura técnica de sus películas ¿Qué ejemplos te vienen a la cabeza de ese modo de hacer cine?
Una de las secuencias más sorprendentes y de las mejores del cine español, ya no sólo de la filmografía de Forqué, es la de Usted puede ser un asesino: lo que Orson Welles hace con espejos, Forqué lo hace con maniquíes. Crea una especie de duplicación hasta el infinito de la imagen. Eso es de un prodigio absoluto.
La elocuencia de Forqué también hay que apuntarla en sus películas más desconocidas, menos prestigiosas o más criticadas. Un ejemplo es Embajadores en el infierno. Lo primero que te viene es que es una película propagandística, franquista, anticomunista… y todo eso es cierto, pero esa película es deudora del mejor cine negro norteamericano y del cine soviético. Se aprecian unas construcciones de plano que son las que hizo Sergei M Eisenstein en Iván, el terrible: con puntos de fuga en perspectiva, construcciones oblicuas, etc.
Si nos quitamos los anteojos ideológicos y vemos Embajadores en el infierno como una obra cinematográfica, luego le añadimos el contenido político, nos damos cuenta de que Forqué era un gran director. Luego, obviamente, la película está trufada de sus cosas.
La elocuencia de Forqué también hay que apuntarla en sus películas más desconocidas, menos prestigiosas o más criticadas”
También ves lo gran director que era en Atraco a las tres: el espectador no se da cuenta, pero está construida a base de planos secuencias. ¿Por qué no se da cuenta? Porque no es la cámara la que se mueve, sino que son los actores quienes lo hacen. Son éstos los que convierten el plano general en un primer plano. Eso puede pasar desapercibido, pero denota que hay alguien que sabe mover los elementos en un espacio. Ello tiene mucho que ver con el trabajo de un arquitecto.
El arquitecto del cine español
A menudo se ha alabado la técnica del director, aunque se le ha acusado de carecer de la personalidad de otros directores ¿Se le colgó el sambenito por hacer también un cine comercial?
Forqué arrastra el mismo prejuicio que el cine español en su conjunto: que es que sea para un público masivo. Es decir, Forqué no renunció nunca a hacer una puesta en escena personal y arriesgada, que buscase y se interrogase. Eso sí, intentaba que la gente fuese a ver sus películas. En un cine como en la época, la continuidad laboral dependía del éxito. Dicho esto, no es que sea un gran realizador, que lo es, sino que era un gran sabio del cine. Del mismo modo que en Usted puede ser un asesino juega con el cine negro, en Atraco a las tres juega con la comedia negra; y una película como Un millón en la basura juega con el neorrealismo.
José Mª Forqué no es sencillo, pero hace las cosas y rueda de tal forma que no te das cuenta de la complejidad”
Que se le considere sólo como un cineasta comercial me parece injusto. Creo que pasado el tiempo, todos sabemos lo que cuesta hacer una película. Ahora podemos juzgar las películas de hace 50 años, incluso 60, con otra óptica, más allá del éxito que obtuvo en la recaudación. Si nos atenemos al hecho fílmico, José María Forqué era un gran cineasta. Si nos atenemos a los hechos cinematográficos, a los temas, era un gran conocedor del magma cultural español, como la comedia picaresca y costumbrista.
La sencillez de Forqué es aparente. No es sencilla. Las estructuras narrativas de Forqué son muy complejas. Pensemos en Atraco a las tres: enmascara todas esas historias y sueños de individuos que se juntan. José Mª Forqué no es sencillo, pero hace las cosas y rueda de tal forma que no te das cuenta de la complejidad, que es lo más difícil.
Mencionabas las comedias sainetescas que tanta popularidad le granjearon. Éstas se caracterizaban también por un alto grado humanístico y crítica social en una época en la que los órganos censores ponían la lupa en todo lo que se hacía ¿Cómo lidió con esta situación?
El truco para sortear la censura era enmascarar la crítica con la comedia. Los censores sólo se quedaban en la comedia. Eso fue un elemento que promovieron Berlanga y Juan A. Bardem, Nieves Conde… Si enmascaras la crítica social con la comedia parece menos crítica. Ese fue el gran hallazgo de Forqué. Luego también tiene puntos irónicos.
Sobre el contenido humanista, si te dedicas al cine, lo que estás haciendo es mirar a personas. Aprendes a observar personas y a mostrar el comportamiento, y eso te tiene que llevar a un humanismo. De lo contrario eres esclavo de la técnica. Puedes ser un director súper efectivo, pero no un gran contador de historias. Creo que José Mª Forqué nunca olvidó que una película no existe si no es vista. Y para ser vista, él intentó que el público pudiese empatizar desde el corazón, como en Un millón en la basura; mientras que en Atraco a las tres lo hizo a través de la comedia y la sátira.
Un genio, sin género de dudas
A finales de los años 50, el director adquirió el reconocimiento internacional con su película Amanecer en puerta oscura ¿Qué significó para el cine de la época este filme, y para la carrera del cineasta?
Partamos de la base de que Forqué siempre ha sido considerado una persona cercana al régimen. En Amanecer en puerta oscura escribe un guion y trabaja con Alfonso Sastre, un dramaturgo proscrito, censurado y que todo el mundo sabía que no simpatizaba con el régimen. Esto indica que Forqué tenía una apertura de miras, más allá de lo que pudiese pensar.
Qué es Amanecer en puerta oscura: es un wéstern. Sin embargo, como en España no ha habido conquista del espacio, nuestra historia es más antigua, no podemos mimetizarnos con las narraciones del wéstern norteamericano. Teníamos que encontrar nuestra esencia propia, y la encontramos en una historia de bandoleros.
Si nos ceñimos al wéstern, la obra de directores como Joaquín Romero Marchent es imposible de concebir sin Amanecer en puerta oscura”
Un paisaje que ya no es seco, sino el de Despeñaperros, pero también un entorno que te evoca la tragedia y algo tradicional como es Andalucía. Este trasvase de imaginario, del oeste al propio, funciona a la perfección en la película. Pero claro, qué pasa: mientras muchas películas del oeste están basadas en la acción, Amanecer en puerta oscura no. Está basada en la moral, el perdón, el castigo y la culpa. Muestra cómo con un caparazón de género puedes mostrar problemas universales.
Se empieza a romper el tópico de la españolada. Se trata de una película sobre bandoleros sin caer en los tópicos y el folclore, y sobre todo alcanzado niveles de significación. A partir de dicha película se tomó más en serio nuestro acervo popular. Sin el precedente de Amanecer en puerta oscura sería imposible. Si nos ceñimos al wéstern, la obra de directores como Joaquín Romero Marchent es imposible de concebir sin Amanecer en puerta oscura.
¿Ayudó a asentar determinados géneros en nuestro país? Hablamos de que tiene películas con atisbos de terror, policíacos, thrillers e, incluso, musicales.
Hablando de musicales, hay una película que todo el mundo denigra pero que yo voy a defender hasta que me muera: ¡Dame un poco de amooor…!. En ésta, Forqué quiere hacer un musical, pero en esos años ya no hay tonadilleras, sino grupos pop. Él lo que hace es una película pop, inconcebible: consigue un largometraje muy divertido que abraza totalmente la cultura de masas. No ya para alcanzar a un público masivo, sino porque ese público viene de ese mundo.
José María Forqué, con más o menos fortuna, nunca quiso hacer la misma película, intentaba adaptarse a los tiempos cambiantes. Cambiaron sus películas y su puesta en escena.
Lo primero es admirar a Forqué
Tuvo también un acercamiento al cine del Destape, como fue La cera virgen…
Sobre La cera virgen, es una película que muestra su cansancio, algo lógico. Realmente España ya había cogido la senda de la modernidad y Forqué quizá no supo abrazarla desde el principio como merecía. La cera virgen se incluye dentro de la época del Destape, y así es, con Carmen Sevilla enseñando muslo, pero es sobre todo una sátira social, sobre los pacatos que eran los españoles, sobre la deseducación sexual del régimen, y una sátira social sobre la hipocresía moral que el director veía a su alrededor. El problema con La cera virgen es el problema que arrastra en toda su carrera: se le mete una etiqueta que tapa otras mucho más complejas interesantes.
A modo de alegato final ¿Cómo reivindicarías la figura de este director prestigioso, pero paradójicamente “desconocido” (como indicabas al principio)?
Animaría a ponerse delante de sus películas. Cuanto menos se sepa, menos prejuicios se arrastre, mejor. Uno no puede amar algo que desconoce o prejuzga. Lo primero es ver sus películas: atender al ritmo, a la puesta en escena, a la coralidad de la trama… Una vez se vea eso, ya le podrás poner las etiquetas ideológicas, que muchas veces las tiene, pero lo primero es admirar a un cineasta como Forqué. Un cineasta como él nos ha permitido ver el cine de otra manera. Lo que demuestra es que el cine español tiene estilismo, puesta en escena.