Albert Serra: "He hecho un documental sobre un tema por el que muchos de mis fans me van a odiar. Pero alguien tiene que hacer el trabajo sucio"
“Aunque no hiciera películas, yo representaría más el cine español que muchos de los cineastas que dicen representarlo. Ellos son españoles, pero no hacen cine”. De esta forma se presentaba a FlixOlé Albert Serra, un cineasta brillante y controvertido a partes iguales que ha conquistado plazas tan exigentes como Cannes. Ahora, y rodeado de polémica, compite por la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián con su documental taurino 'Tardes de soledad'.
Presentas en el Festival de San Sebastián ‘Tardes de Soledad’, un documental que surge a partir de un trabajo para la Pompeu Fabra. ¿Por qué hacerlo sobre el mundo taurino?¿Quizá porque había pocas referencias cinematográficas sobre ello?
Podría ser que hubiera algo de esto, de que no se había hecho nada bueno antes, ni incluso en la historia del cine. Sobre todo por limitaciones técnicas evidentes que yo he conseguido, digamos, superar. Ya solo por el sonido: los inalámbricos, que duran cinco horas, hasta hace dos años tenían que llevar la pila al transmisor y había que cambiarla cada media hora. El hecho de poder grabar un inalámbrico y poder escuchar así a un torero durante cinco horas es algo nuevo de ahora; nunca antes podrías haber escuchado los diálogos.
También lo he hecho por el conocimiento que tenía sobre el mundo del toreo y, como tú dices, también como desafío porque no había habido nunca nadie antes que lo hubiera hecho.
He hecho un documental sobre un tema por el que muchos de mis fans me van a odiar. Pero hay que hacerlo, alguien tiene que hacer el trabajo sucio"
Por otro lado, cuando me dijeron que hiciera un documental con ellos, les dije que no me gustaba el documental, que me aburría y que tampoco había nada interesante que documentar. Y al cabo de los años, pensándolo varias veces, dije: el único tema que me interesa un poco es el de los toros. Y sabía que era sería controvertido en el sentido de que es un tema que tiene muchos detractores. Sabía que sería un poco polémico y a mí solo me traía problemas esto.
Yo no tengo ninguna necesidad de hacer un documental sobre este tema. Había hecho la película ‘Pacifiction’, que estaba en competición en Cannes, y ahora he hecho un documental sobre esto, por el que muchos de mis fans me van a odiar. Pero hay que hacerlo, alguien tiene que hacer el trabajo sucio, ¿no? Y la verdad es que la experiencia fue bastante interesante porque ya sabemos que la tauromaquia convoca temas, elementos, detalles, imágenes que tienen su enjundia.
Una mezcla de géneros buscando la sonrisa
Comentabas que tenías un conocimiento previo sobre el mundo taurino. ¿Qué tipo de acercamiento habías hecho al mundo de los toros antes del documental?
Cuando era pequeño había ido varias veces con mi padre. Me acordaba un poco y de mayor luego no me interesó nada, o directamente te olvidas cuando es una cosa normal. Es como cuando de pequeño había un circo en tu pueblo y, al cabo de los años, lo recuerdas y dices: ¡ostras, voy a ir al circo! Y te habías olvidado de eso durante muchos años. Y dices: qué cosa tan bonita, qué fantasía, qué cosa tan rara.
Y luego fui alguna vez con José Tomás porque conocía al apoderado, en los años previos a que se prohibiera en Barcelona. Pero digamos que, para mí, era la posición ideal porque tenía el conocimiento suficiente como para orientarme y para profundizar de una manera seria y rigurosa en el tema. Pero al mismo tiempo podía mantenerme sin participar, sin ser parte. Podía ser juez sin ser parte en el sentido de que podía mantener mi inocencia, podía no tener ninguna idea preconcebida… Y, como hago en mis otras películas, tener esta libertad absoluta para hacer lo que me diera la gana.
Como en mis otras películas, he tenido libertad absoluta para hacer lo que me diera la gana"
El protagonista de este documental es el torero Andrés Roca Rey. ¿Qué es lo que viste de especial en él?
Grabamos a dos toreros, a Pablo Aguado también. Y, de hecho, estoy trabajando en otra obra con las imágenes de él. Entonces, al principio iba a hacer un paralelismo entre esas dos vidas y esas dos personalidades. Ambos tienen carácter, estilo en la plaza, etcétera. Luego, el metraje fue tan enorme de todo lo que grabamos -como en todos mis películas, pero aquí incluso más- que tuvimos que centrarnos en Roca Rey.
Quizás él por esta cosa más dramática de que “siempre encuentra toro”, como dicen los taurinos . Es decir, que el compromiso se manifiesta día sí y día también en cualquier corrida, con cualquier toro. Todo esto daba un juego dramáticamente superior para lo que es el cine. Y se ve en la película, de hecho, todo el compromiso y el riesgo que asume de una manera muy brutal y muy sincera. También estaba el lado de la fotogenia, de la cosa espiritual de Roca Rey… El misterio que emana de su persona creaba un deseo de saber más, de ver más.
Lo que distingue a los toreros
Exacto, porque el no se comunica demasiado y quizá de ahí también surge ese misterio…
Sí… Aunque tampoco los toreros se comunican mucho y tienen todos, incluido él, una cualidad que la gente no sabe y de la que me di cuenta el primer día que hablé con él, antes de empezar a rodar, y que tiene su gracia: y es que para todos ellos, su supervivencia física se basa en el hecho de observar: observar al toro, estar pendiente de su reacción, entender qué tipo de carácter tiene… Y todo esto hace que tengan que estar calmados.
Esto les daba una poesía innata por su manera de ir un poco más lento que la realidad, y sobre todo en estos días de redes sociales y reacciones innatas. Esta pequeña lentitud, que es fruto de tener que estar calmado y de basar tu vida en la observación, les daba algo de cinematográfico per se. Y esto ya vi que sería fascinante porque también lo tienen en la vida cotidiana. Lo han incorporado y son así porque es su supervivencia. La vanidad no es buena en el ruedo porque te puede costar cara.
La supervivencia de los toreros se basa en observar"
En el documental se muestran los momentos inmediatamente anteriores a la corrida, la propia corrida y lo que sucede de forma inmediatamente posterior, después de la corrida. ¿Te llegaste a plantear si había que incluir en el documental otros momentos del día a día del torero?
No, nunca me lo planteé porque tenía un amigo mío que era abogado para el Ayuntamiento de Barcelona. Y, como te puedes imaginar, cuando tienes este puesto, tienes que defender muchas veces a la gente de la Guardia Urbana. Y me decía siempre: “hostia, en uniforme todavía hacen impacto, ¿sabes? Pero cuando van vestidos de forma normal ya no es lo mismo, parece diferente la persona”. El uniforme, digamos, da una autoridad. En el torero es lo mismo.
Pensé, no sé si equivocadamente o no, que lo que realmente hace que la persona transmita una fascinación visual es cuando ella está vestida con esta autoridad del uniforme, que en el caso del uniforme de toreros, además, es muy bonito y tiene una intensidad que en la vida cotidiana perdería. En definitiva, queda envuelto de una especie de aura mágica que yo creo que en la película se ve, se refleja y tiene gracia.
Un documental envuelto en polémica
Tardes de soledad ha estado rodeado de polémica estos días. ¿Te molesta o te preocupa que se pueda hablar de esto más que del propio documental?
A mí no me molesta ni me preocupa nada porque no me afecta. Pero sí que es un poco reduccionista y absurdo debatir sobre una película solo por el contenido, y además un contenido que ni siquiera en la película tiene mucha presencia. Es lo que hay y ya lo sabíamos desde el principio.
La gente no quiere hacer el esfuerzo de, realmente, enfrentarse a la complejidad de la realidad. Y en este caso, la complejidad de las imágenes y de ver la ambivalencia de muchos elementos… Y, de hecho, la película ha conseguido esto: mucha gente que era antitaurina ha sentido una fascinación poética por la película.
Evidentemente, mucha gente se habrá reafirmado en sus en sus opiniones, pero está hecha de esta manera y tiene su honestidad. ¿Qué sería la película sin los pequeños planos violentos? No sería lo mismo. No tendría ni la mitad de fuerza, de trascendencia, ni realmente entenderías el significado y el valor de lo que hace el torero, para bien o para mal. Me parecería una pérdida de contenido muy importante, quizás demasiado incluso como para plantearse hacer una cosa seria.
Es reduccionista y absurdo debatir sobre una película solo por el contenido"
Entonces, sí que me molesta en el sentido de que, ostras, se podría ir un poco más a la a la sustancia del documental con detalles. Hay que mirar las imágenes. Yo me quedo flipado porque la gente ya no mira las imágenes, se han acostumbrado a internet y, en realidad, están asimilando contenidos que vienen previamente asimilados. Entonces tú no tienes que hacer ningún esfuerzo. Y en los últimos tiempos la gente ya tampoco escucha los diálogos. Es acojonante, ¿sabes? Acaban de salir de la película, les preguntas por una frase y no recuerdan haberla escuchado.
Y tanto Roca Rey como su cuadrilla ¿qué han pensado sobre el documental? ¿Qué opinión tienen?
No lo sé. Tendrías que preguntárselo a ellos. Se hizo una proyección y los de la cuadrilla no sé si la han visto. Creo que no. Solo Roca Rey. Es difícil enfrentarse al documental, y más de este tipo porque este es una amplificación de todo lo que eres tú. Tan grande, en pantalla grande, con todo el detallismo de sonido, de imagen y tal… Imagino que verte a ti mismo debe ser raro, tienes que asimilar un poco la cosa.
Todos tus miedos, defectos etcétera se ven amplificados, aparte de todas tus cualidades. Y entonces, claro, te empiezas a fijar en cosas que, viéndote a ti mismo de esta manera, antes no te habías fijado nunca o no habías parado a pensar. Yo creo que también son cosas que se asimilan, o que acabas entendiendo, con el tiempo. No es una cosa inmediata.
Y la película también tiene algo de esto, porque en la trascendencia misma de la tauromaquia, por lo que conlleva este este elemento de la vida y la muerte, lleva tiempo entenderlo. Claro, si estás en contra ya está, ya tienes tu opinión. Entonces no hace falta ni que vayas a verla. Pero cuando montábamos la película, en cada plano cambiaba de opinión sobre lo que significaba, sobre si realmente tenía interés, sobre si era demasiado explícita o no… La gente dice que la película es violenta, y eso que tenía planos que eran mucho más violentos todavía y no los puse…
En cada plano del montaje cambiaba de opinión sobre lo que estaba viendo"
¿Cuáles son tus tres películas favoritas del cine español?
Aparte de las mías, porque yo pondría a tres de las mías, habría que recurrir a Buñuel. Entonces, coges tres de Buñuel, las que más te apetezcan, y luego las complementas con tres de las mías. Y ya tienes seis en lugar de tres.