Olivia Molina, actriz de 'La casa': "Hemos hecho una película de lo pequeñito, de lo que nos mueve en el día a día"
Nos sentamos a hablar con Olivia Molina que presenta en el Festival de Málaga 'La casa', una adaptación del conocido cómic de Paco Roca. Una historia de reencuentros con el pasado y la memoria más cercana, humana y familiar.
La casa es un relato de la vida, de sus etapas, reencuentros, de limar asperezas con la familia… ¿Qué nos puedes contar de la película que has vivido en primera persona?
Me ha resultado una película muy conmovedora y muy reconfortante. Trata temas muy íntimos, personales, que precisamente por eso son universales. Todos atravesamos duelos, renunciamos a lugares, personas, sueños… Es una continua despedida. Es una especie de entre alegría íntima y pena por lo que fue y, sin embargo, a pesar de volver a la casa familiar en la que todo sucedió y ver cómo los problemas entre hermanas y hermanos están a flor de piel, triunfa la responsabilidad de decir “sigamos con la familia; hagámoslo bien a pesar de todo”.
Y eso me parece un acierto. En este momento en el que está todo tan complicado y vivimos cosas tan fuertes, hacer una película de lo pequeñito, de lo que nos mueve en el día a día, de las batallas diarias, de las despedidas, al final me parece que conecta con la emoción y cura mucho.
¿Cómo construyó el director, Álex Montoya, esas emociones en la película?
Teníamos la suerte de tener ese storyboard que es la novela gráfica de Paco Roca desde el inicio. Cuando me ofrecieron la película, lo primero que hice fue leer la novela gráfica. La novela tiene una cosa que es que el dibujo es muy poderoso, y los silencios. No hacen falta a veces palabras. El arma de los actores es obviamente la emoción, también el cuerpo y la palabra.
Teníamos la suerte de contar con el storyboard que es la novela de Paco Roca”
Teníamos este punto de partida y luego Álex nos trasladó como él quería hacer quienes queríamos que fuésemos. Cada uno tenía muy claro el tipo de color que dábamos a la historia. En mi caso, yo soy Silvia: la última que entra a la familia, la pareja de José (David Verdaguer). Es una agente literaria, una tía clara, que mira hacia delante y que está acompañando a su pareja en un momento en el que necesita de alguien que le apoye. Y eso es amor también.
Es como decir: “quizá naturalmente no estaría aquí, o no haría esto, pero te quiero, te veo y soy capaz de ponerme un poquito a un lado”. Al final es un acto de madurez también: cuando nos toca acompañar a los padres de mayores, a personas con problemas en la familia, o de decir “tengo que estar ahí de algún modo, pero tengo que estar”. Esta peli emociona por todas estas cosas. Al final habla de sensaciones y sentimientos muy humanos. Mucha humanidad.
Navegar a través de las emociones
En tu caso, haces las veces de saco de boxeo y de guía al mismo tiempo del personaje de David Verdaguer…
Exactamente. Yo creo que esa relación es interesante. Él es una persona que está en una crisis de los 40, de dudar de su talento y capacidad; de “me ha ido bien con la novela que he escrito, pero no sé si la siguiente va a estar a la altura”. Son los problemas que tenemos todas y todos, y ella es la persona que tiene enfrente que le dice: “tú vales, tú puedes”.
Y esto es un regalo de hacer. Aunque también tiene un punto muy solitario porque, cuando miras mucho al otro, a veces se necesita la mirada del otro hacia una. La vida es así. Las relaciones no siempre son equilibradas. Eran unos hilos muy sutiles de crear, y Álex lo tenía muy claro y nos pedía concretamente esto.
¿Cómo fue el proceso de asimilación de ese personaje?
Era la persona que está como fuera de la familia y todo el rodaje era un poco así. Yo tenía ese lugar y lo vivía así también. Era como las dinámicas de entre hermanos, las broncas que una no capta porque no sabe bien de dónde vienen, ni las mochilas que trae cada uno. Notas que pasa algo pero no sabes. Y muchas veces pasa eso cuando entra una pareja a tu familia y dices: “Es que somos así, no te asustes”.
En el rodaje me sentía un poco como mi personaje, la persona que está fuera de la familia”
Vas a la familia de una amiga, o de una pareja tal, y ves dinámicas en las que, a lo mejor, no estás captando la intensidad y la profundidad que tienen. Y eso tiene un punto interesante porque eres testigo de todo lo que sucede, pero también es un poco solitario. Así viví el rodaje, y así era el personaje.
¿En qué nuevos proyectos te vamos a poder ver próximamente?
Pues tengo una serie que estrenaré dentro de poquito y ahora estoy con teatro. En un par de meses empiezo a ensayar una función de teatro que me apetece mucho. Me apetece mucho volver al teatro también: el reto diario del contacto. Estoy muy contenta, tranquila y con proyectos. Son pequeñitos, pero me nutren y estoy muy agradecida.
Para despedirnos ¿Nos podrías decir cuáles serían las películas del cine español que más impactaron, o que están entre tus favoritas?
Me vienen todas de los 80, obviamente. Son más El club de los poetas muertos o Platoon, pero no son españolas… Me impactó Martín Hache. Y luego, fíjate, voy a decir una de mi madre, que la he podido ver 50 veces: Las cosas del querer. La amé, me sé todas las canciones y marcó mucho mi infancia; sobre todo porque la marcó a ella.