Las 10 películas más irreverentes del cine español
Diez películas irreverentes que revolucionaron nuestro cine y dejaron perpleja a la industria, ya sea por la osadía de su planteamiento, sus misteriosas historias de rodaje o sus atrevidas escenas.
Navajeros
Si hay un género cinematográfico rebelde por excelencia ese es el cine quinqui. Y por ende, el director con más películas irreverentes de nuestro glosario de nombres es Eloy de la Iglesia. A pesar de no ser pionero en el cine quinqui, De la Iglesia fue sin duda el cineasta que más se sumergió en él. Lo hizo acompañado de su actor fetiche, José Luis Manzano, al que había conocido a la salida de un local gay donde el joven se prostituía para sobrevivir. El fruto de su primera colaboración fue Navajeros (1980).
La película narra las aventuras de ‘El Jaro’, un popular delincuente de la época que recorre Madrid junto a su banda realizando todo tipo de atracos. Además de sus icónicas escenas y su magistral banda sonora, el cine quinqui encerraba una denuncia social sobre aquellos jóvenes que se criaban en el extrarradio de las grandes ciudades sin estudios y sin empleo, condenados a ejercer la delincuencia. Hoy en día Navajeros, así como su director y actor principal, son considerados figuras de culto del cine patrio.
Alas de mariposa
El debut de Juanma Bajo Ulloa con su film Alas de mariposa nos narra la historia de Ami, una niña no deseada por su madre, la cual vive obsesionada con tener un hijo varón (tal y como su padre quería). El esperado nacimiento del pequeño llega unos años después de Ami y con ello el aumento de los desprecios de su madre. Ello acrecienta a su vez los celos de Ami por su nuevo hermano. En una historia marcada por la relación de amor-odio y el machismo de esta familia, nos encontramos multitud de referencias bíblicas que nos recuerdan a la historia de Caín y Abel.
Juanma Bajo Ulloa entraba por la puerta grande del cine español: se convirtió en el director más joven en ganar la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y se alzó con el Goya a Mejor Dirección Novel. Su cine, tan personal e irreverente como en esta película, siguió sorprendiéndonos durante toda la década de los 90. Hoy en día es uno de los directores más interesantes de nuestro cine.
El crimen de Cuenca
Sin duda otro ejemplo de películas irreverentes es El crimen de Cuenca. A día de hoy tiene el sobrenombre de ser la única película española censurada en democracia. Las autoridades la secuestraron ya que consideraron que “podía ser delictiva contra el Cuerpo judicial y la Guardia civil”. Su directora, Pilar Miró, fue procesada por un tribunal militar; mientras, la cinta estuvo secuestrada durante un año, hasta que finalmente pudo ser estrenada en 1981.
El crimen de Cuenca narra uno de los episodios más negros de la historia de España, en el que dos hombres, acusados de un crimen que no habían cometido, fueron torturados. Años más tarde, el presunto asesinado (conocido como El Cepa) reapareció en el pueblo para demostrar la inocencia de estos dos vecinos. Sin embargo, sus vidas habían quedado marcadas por este terrible suceso. En FlixOlé también puedes disfrutar del documental Regresa el Cepa, donde el actor Guillermo Montesinos vuelve a las localizaciones donde se rodó esta película.
Caniche
Cuando hablamos de cineastas irreverentes no podemos olvidarnos de Bigas Luna. Aunque mantuvo su peculiar estilo hasta sus últimas obras, es en sus primeras películas donde encontramos al Bigas Luna más provocador. En su segunda cinta, Caniche, introduce un tema hasta la fecha inédito en el cine español: la zoofilia.
Caniche narra la historia de dos hermanos mellizos que viven en un destartalado chalet, símbolo de su pasada riqueza. Esperan a que muera su anciana tía para heredar su cuantiosa fortuna. Mientras tanto, llevan una existencia morbosa, entregados a sus obsesiones y manías. Para interpretar a estos singulares hermanos, Bigas Luna contó con Àngel Jové y Consol Tura.
Mi querida señorita
Jaime de Armiñán fue un auténtico pionero al reflejar en el año 1971, en plena dictadura, al primer personaje transexual del cine español. El encargado de interpretarlo fue José Luis López Vázquez, todo un icono de la época y una auténtica leyenda de nuestro cine. López Vázquez da vida a Adela, una mujer soltera que vive en un pequeño pueblo costero y que no entiende por qué se tiene que afeitar. Un día el médico le dice que en realidad es un varón.
Reconvertido en Juan, decide emigrar a Madrid donde intentará vivir su nueva vida como hombre. Pero el azar es caprichoso y en su camino se cruzará Isabelita (interpretada por Julieta Serrano), su antigua criada de la que caerá perdidamente enamorado. Su relación amorosa avanza poco a poco y el secreto que esconde Juan le irá poco a poco carcomiendo hasta liberarse en una maravillosa escena final. Sin duda, Mi querida señorita es una película moderna que brilló en la España de los 70 y que sigue haciéndolo hoy en día.
El asesino de Pedralbes
El asesino de Pedralbes es el primer true crime español. Estrenada en el año 1978, este documental está protagonizado por Jose Luis Cerveto desde la celda de la cárcel en la que se encontraba tras haber asesinado al matrimonio de burgueses para el que trabajaba. En un formato de entrevistas, el propio Cerveto narra a la cámara con todo lujo de detalles cómo preparó y ejecutó su crimen.
Rodada con unos medios muy austeros, el documental de Gonzalo Herralde no solo se queda en el impactante testimonio de Cerveto sino que indaga en los motivos que habían llevado a este hombre a cometer este horrible crimen. Así descubrimos una triste vida marcada por el abandono durante la infancia, el desarrollo de deseos pedófilos y el comienzo de los pensamientos psicópatas. Sin duda, El asesino de Pedralbes supuso una revolución dentro del documental español y es que su visionado es un conglomerado de emociones que no dejan a nadie indiferente.
Plácido
Esta magistral comedia de Berlanga está considerada como una de las mejores películas de la historia del cine español, y una de las más irreverentes. Con guion del propio Berlanga y de Rafael Azcona, Plácido está llena de humor negro contra la falsa caridad que se pregonaba en la España de los 60. Con un reparto muy coral, y llena de brillantes planos secuencias (marca de la casa de Berlanga), la cinta nos narra la historia de un transportista que el día de Navidad tiene que pagar una letra para que no le quiten su motocarro.
Originalmente se titulaba Siente en su mesa a un pobre, inspirada en una campaña del gobierno franquista que animaba a las familias españolas a ayudar a los más necesitados. Obviamente la censura no lo permitió y ha llegado hasta nuestros días como Plácido. La irreverencia está servida en esta gran película que mete el dedo en la llaga como sólo Berlanga (y Azcona) sabían hacer.
Camada negra
El estreno de Camada negra llegó durante los primeros años de Transición. Algunos grupos de ultraderecha campaban a sus anchas por las ciudades amedrentando a las personas contrarias al régimen. Manuel Gutiérrez Aragón, todo un prestigioso director de la época, retrató a dichos radicales en esta película por la que obtuvo el Oso de Plata en el Festival de Berlín de 1977.
La película se narra desde el punto de vista de Tatín, el más benjamín de un grupo de ultraderecha que desea a toda costa ser considerado como miembro de pleno derecho a pesar de su juventud. Sus ansias de escalar rápidamente en la estructura del grupo le llevan a cometer todo tipo de delitos con los que intenta legitimarse. Paralelamente tendrá que decidirse entre ligar por completo su vida a este grupo o vivir una vida normal junto a Rosa (interpretada por una jovencísima Ángela Molina), una joven madre soltera a la que acaba de conocer.
Furtivos
José Luis Borau realizó su mejor obra a mediados de los años 70 con Furtivos. En esta película conocemos la historia de Ángel, un cazador que vive con su madre tiránica y malhumorada en mitad del bosque. La llegada de la joven Milagros, novia de Ángel, desata la furia de su madre; ello desembocará en un trágico final.
Esta cruda y dura historia gira en torno a la represión sexual de Ángel y su ambigua y misteriosa relación de incesto con su madre, la cual se sugiere durante toda la película. Por si fuera poco, Borau también aprovecha para criticar la corrupción de la alta esfera franquista, haciendo de Furtivos una obra puramente irreverente que se sigue recordando hoy en día.
El día de la bestia
Álex de la Iglesia deslumbró a la España de los 90 gracias a un poderoso argumento: el anticristo va a nacer el día de Navidad de 1995 en Madrid. Un cura vasco y un heavy de Carabanchel tendrán la misión de impedirlo. Esta es la trama de El día de la bestia, sin duda una de las obras más originales y brillantes de la historia de nuestro cine.
En una obra irreverente desde principio a fin, De la Iglesia demostró que se podía hacer cine de autor, triunfar en taquilla y ganar premios importantes. Han pasado más de 25 años desde su estreno en cine, pero todavía recordamos geniales frases como “Soy satánico, y de Carabanchel” o aquella mítica escena en el cartel de Schweppes en la Plaza del Callao.