ESPECIAL FESTIVAL DE MÁLAGA
Carlos Chamarro: “Ernesto Sevilla ha dirigido espectacularmente Camera Café“
El actor Carlos Chamarro ha tenido la gentileza de conceder una entrevista a FlixOlé en esta 25ª edición del Festival de Cine de Málaga. Presenta, junto al director Ernesto Sevilla y todo el equipo, Camera Café, la película, que se estrena en la sección oficial no competitiva del Festival.
Estamos en el 25 Festival de Málaga, donde presentáis Camera Café, la película. Después de tanto tiempo de la serie retomas este proyecto, un personaje que entiendo que ha cambiado tu vida profesional. ¿Cómo es volver a Camera Café?
Como tú dices, fue un déjà vu muy agradable, en el sentido de que volvíamos a sacar del disco duro ese personaje que estuvimos cuatro años haciendo. Ha sido un placer muy, muy gratificante. Primero, porque ya era un trabajo que teníamos hecho, porque conocíamos cada uno a nuestro personaje. Y luego revivir todo esto con alguien como Ernesto Sevilla a la dirección, que es alguien amigo y con un trabajo anterior en el humor muy parecido al nuestro; como primos hermanos.
Ha sido muy divertido y, como te digo, muy gratificante y positivo ver que alguien entendía nuestro humor con su humor, y que ha dirigido espectacularmente esta película.
Antes comentaba con un amigo que es como un blockbuster, es un tipo de dirección americana que aquí en España no se ha hecho.
Camera Café tiene un tipo de dirección americana que aquí en España no se ha hecho”
Precisamente eso te quería preguntar. Está Ernesto Sevilla a la dirección y Joaquín Reyes en el guion. Un puntito más ‘chanante’ dentro de Camera Café, ¿verdad?
Claro, está esa parte más surrealista que tenían ellos, más ‘chanante’. Pero sí que es verdad que, recordando con Joaquín, que es coguionista, sí que ‘el camera’ también tenía puntitos surrealistas. Después de hacer tantos guiones de cuatro o cinco minutos, después de hacer 300 y pico capítulos por temporada, llegaba un momento en el que aparecía un marciano en ese pasillo del café, o te caías de un cuarto piso y aparecías por la puerta del baño sacándote el polvo… O sea, sí que jugamos con este surrealismo en el que todo vale; si la finalidad es hacer que el público se lo pase bien y reírnos un rato.
La serie de Camera Café también tenía puntitos surrealistas
Porque ahora el universo se expande. Salir de ese pasillo, de esa máquina de café que se abre a toda la empresa… ¿Cómo es eso, trabajar en los universos binarios?
Claro, ese era un poco el reto, salir de esa única visión que en teatro se dice a la italiana, en el que se actúa solo de frente. En este caso era la cámara. Ese era el reto: salir de ahí.
Hay un momento maravilloso que a mí, particularmente, me puso los pelos de punta, que fue cuando estábamos tomando un café y la cámara de repente gira y se ve esa máquina que nunca se ha visto y que, para mí, defrauda físicamente en el sentido de decir “ah, pues sí, es una máquina de café, ¿no?” Después de tantos años trabajando enfrente de una cámara, que es lo que no veía la gente, claro, tú ves una máquina y piensas “qué solitario, hay una máquina y detrás una pared lisa, completamente, como puede ser cualquier pasillo de cualquier empresa donde tengan estas máquinas”.
Ese era el reto: salir de esa única visión que en teatro se dice a la italiana, en el que se actúa solo de frente”
Pero sí que fue emocionante dar esa vuelta e ir hacia esos despachos que nunca conocimos. Me preguntaban a veces: “¿Pero cómo te imaginabas esos despachos?” Pues mira, ni tuve tiempo de imaginármelo porque teníamos tan claro que solo íbamos a trabajar ahí, en ese pasillo, que nunca imaginé si tenía un despacho propio, si lo compartía, si tenía una mesa o si tenía una planta… A no ser que en algún guion se comentara, nunca hice ese proceso de creación, de imaginación para ver cómo sería. Y es muy divertido y apasionante ver cómo no solo se ven esos despachos, sino que se ve cómo salimos a la calle y cómo estos personajes que estaban tan encorsetados por ese pasillo, de repente, los ves caminar. Son personajes reales, ya no son tan estereotipos y los ves por la calle, haciendo todo el periplo que es la película.
Son personajes reales, ya no son tan estereotipos y los ves por la calle, haciendo todo el periplo que es la película”
Hablando de tu personaje, ahora que han pasado más de diez años, ¿qué ha cambiado de tu personaje? ¿O sigue siendo el mismo?
Pues mira, esto lo comentábamos con Arturo Valls, porque sí que es verdad que en la película no hemos querido plasmar un paso del tiempo ‘equis’ que dijera: “Camera Café 10 años después, o 15 años después”. Es como que la serie ya era un poco atemporal en ese sentido. No queríamos ni localizar ninguna ciudad donde se ubicara esta oficina, ni queríamos ubicarla en el tiempo-espacio, y entonces ahora ha sido un poco lo mismo. Obviamente nos han salido muchas arrugas, pero nos hemos sorprendido gratamente de que podíamos disimular un poco ese no paso del tiempo.
Sí que es verdad que el personaje central de la película, que es el de Jesús Quesada, tenía unos hijos en la serie que ahora han crecido, pero es como que no ha pasado el tiempo. Seguimos todos trabajando ahí, con las mismas tonterías, con las mismas paranoias… pero sí un poquito más mayores. Pero dejando esa atemporalidad que siempre ha habido en la serie.
Para la película hemos dejado esa atemporalidad que siempre ha habido en la serie”
Comentabas que acabas de llegar a esta 25ª edición del Festival de Málaga. ¿Cómo es la experiencia de estar aquí?
Pues mira, yo vine hace muchísimos años con una película que se llamaba En fuera de fuego y se presentó en el festival. Y creo recordar que hacía sol (ríe), y Málaga es una ciudad donde el sol es el 90% de su carisma, como muchas ciudades españolas, gracias a Dios. Porque el sol te da una vida… Y aparte que Málaga es un festival muy festivo, valga la redundancia; es un festival de comedia, entonces creo que es la mejor ubicación para presentar la película de Camera Café.
Málaga es un festival de comedia, y creo que es la mejor ubicación para presentar la película de Camera Café”
También es una especie de canto al optimismo después de este par de años que hemos pasado tan tristes a nivel global. Y bueno, gratamente sorprendido porque sigue esa festividad en el festival, sigue el ambiente en la calle, la alfombra roja de la calle Larios, que es maravillosa pasear… Ayer paseaba con mi mujer, que recién llegábamos y te da como vidilla, ¿no? Y expectantes de ver cómo va hoy el pase, si gusta a la gente… que, de hecho hemos venido para observar eso: si a la gente le gusta, si la identifica con las series, si no echan de menos nada… Y si va mucha gente al cine a verla, que es lo que seguramente los productores pretenderán, más que nosotros.