Cinco lobitos, la ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa, compite en la Sección Oficial de la 25ª edición del Festival de Málaga. Un drama intimista que aborda la maternidad apoyado en las brillantes interpretaciones de Susi Sánchez y Laia Costa.

Presentas Cinco lobitos, una película sobre la maternidad y las relaciones familiares. ¿Cómo surge el proyecto?

El proyecto surge a raíz de ser yo madre y de buscar más relatos sobre la maternidad, o sobre las distintas maternidades. No los encontré, o no encontré muchos. Empecé a explorar, a tomar notas, y a escribir. Lo que pasa es que la experiencia tiene muchas capas, lo que me llevó a pensar y a reflexionar sobre las relaciones familiares, sobre la educación afectiva que recibimos como hijos y que luego, a veces, traspasamos a nuestros propios hijos. Ese fue el germen y el viaje de la historia.

Nos pilló la pandemia de por medio, que no ayudó, como a nadie. Fue un año en el que se paró todo”

¿Cuánto hay de biográfico de Alauda Ruiz de Azúa en la película?

No hay tanto de autobiográfico en los hechos concretos, pero sí en las sensaciones. En la sensación de que tener un hijo no es lo que te han contado, que no es idílico. Sí que tiene un poco de crisis de identidad, de tener que reconstruir, de ver a tus padres de otra forma. En todo eso, las sensaciones sí que son más autobiográficas y generacionales que los hechos concretos.

Cuando te pones a escribir una historia y ya tienes mas o menos claro los temas que quieres explorar, tienes que ordenar un poco la ficción para que se produzca el juego de espejos, de rimas, y eso avance hacia algún sitio. Pero sí que hay muchas sensaciones autobiográficas y generacionales.

¿Cuánto tiempo llevaba gestándose este largometraje?

Cinco lobitos tardó más o menos, desde que lo escribí hasta ahora, unos cinco años. Nos pilló la pandemia de por medio, que no ayudó, como a nadie. Fue un año en el que se paró todo. Fueron unos 9 meses aproximadamente en escribir el guion; luego entramos en la incubadora, en la ECAM, que fue la que nos ayudó muchísimo a poder levantar el proyecto. Unos 4 años, una cosa así.

Había mucha conversación sobre los personajes, sobre lo que estábamos haciendo, probamos muchas cosas, fue un viaje muy bonito. Pasó esa magia, todo el mundo estaba muy conectado con el proyecto y todo sumaba”

Si hay algo que destaca es el castin de la película. ¿Qué nos puedes contar del mismo?

La verdad que ha sido un sueño. Es mi primera película, soy una directora novel; yo venía de tener mucha experiencia en publicidad, pero era mi primer largometraje. Lógicamente, Susi Sánchez, Laia Costa, Ramón Barea… han rodado mucho más que yo, han hecho muchas más cosas que yo. Sin embargo, tenían una actitud tan bonita de juguemos, probemos, construyamos esto juntos.

Había mucha conversación sobre los personajes, sobre lo que estábamos haciendo; probamos muchas cosas, fue un viaje muy bonito. Pasó esa magia, todo el mundo estaba muy conectado con el proyecto y todo sumaba.

¿Qué supones el Festival de Málaga para la película Cinco lobitos?

Yo estoy feliz de estar aquí. Ya lo de Berlín fue increíble. Ahora estar en Málaga, en sección oficial… Una película pequeña, que empezó entre amigos como quien dice, y, de repente, se está viendo, se está hablando de ella. La rueda de prensa que hemos tenido hoy ha sido preciosa con los comentarios de la gente. Para nosotros eso ya es un éxito.

Lo de los premios nunca se sabe. Evidentemente nos encantaría, pero eso nunca se sabe. Nosotros estamos súper felices de que esta película muy pequeña y hecha desde el cariño se esté viendo, y se esté hablando de ella. Eso ya es un premio.

De las cosas más bonitas que te pueden pasar cuando construyes un personaje con un actor o una actriz es que aprendáis cosas juntos. Es que te des cuenta de cosas que antes no veías.

 

A la hora de plantear la película, ¿Qué referentes fílmicos se te pasaron por la cabeza?

Estaba muy cercana al cine de Hirokazu Koreeda, por ejemplo. Cuando lo he pensado con la distancia, me he ido a unos referentes como Hirokazu Koreeda o Yasujirō Ozu: es un cine muy japonés que, a priori, es una cultura muy distinta. Sin embargo, tienen como tradición este cine familiar muy íntimo, muy sutil, sin melodramas, sin cosas muy épicas. Películas que siempre te dejan un poso muy emocionante.

No manejaba muchos referentes, pero a estos si que los tenía bastante en mente. Intentando montar mi propio camino dentro de esa tradición, dentro de ese tono.

Susi Sánchez hace un papel espectacular, ¿cómo ha sido construir el personaje con la actriz?

Fue un viaje muy bonito. Hablamos mucho de la familia, de nuestras madres, de otras madres que conocíamos. Nos dimos cuenta de muchas cosas. De las cosas más bonitas que te pueden pasar cuando construyes un personaje con un actor o una actriz es que aprendáis cosas juntos. Es que te des cuenta de cosas que antes no veías. Y todo eso nos pasó.

Fue muy bonito porque construimos un personaje con ciertos secretos. Eso es muy gustoso: cuando tienes un personaje que tiene un secreto aunque no sea muy explícito lo que se cuenta. Creo que se percibe en el personaje de Susi, Begoña, que es un ama de casa que está en el entorno doméstico, pero tiene mucha vida interior y mucho conflicto interno.