Un álbum repleto de luz y de color

En este mundo de etiquetas y precintos sociales, el arte es una de las pocas expresiones que encuentra la rendija por la que escabullirse de las palabras. Nos empeñamos en definir lo intangible, y todo aquello que hace erizar nuestro cabello. Sin embargo, pocas veces llegamos a plasmar todo el calor que experimentamos cuando delante tenemos un haz de luz que revoluciona nuestros adentros.
Hay personas en este mundo con ese brillante duende; artistas que con sólo una sonrisa, un zapateo o una única nota entonada nos cambia la cara. La pequeña Marisol tenía ese don. Su gracia y desparpajo transmitían la alegría de esta niña prodigio al espectador; su voz grababa canciones en los oídos del público, que luego las tarareaba sin parar; mientras, el azul de sus ojos pintaba la escala de grises en la que se movía el cielo de la España de aquellos tiempos.
La luz de Marisol no perdió su destello cuando se apagaban los focos. Detrás de cámara, la artista mantenía su risueño rostro y radiaba felicidad. No obstante, había veces que ello obedecía al libreto que la pequeña Pepita debía interpretar, incluso fuera de rodaje…
En FlixOlé recuperamos esa alegría que caracterizaba a la actriz y cantante. Y lo hacemos echando mano del álbum de fotos de Marisol que Mercury Films guarda con cariño en su archivo. Asimismo, en las estanterías de la distribuidora también se encuentran vestigios de la niña prodigio en forma de guiones, carteles y programas; recursos que mostramos para homenajear a esa gran estrella que decidió lucir en privado hace ya algunos años.
Las deslumbrantes primeras apariciones
Ya con su primera película, Un rayo de luz (1960), Marisol se convirtió en todo un fenómeno. Y no sólo en España, sino en todo el mundo. Su sonrisa era pegadiza, como bien se puede apreciar en estas imágenes:
A partir de dicho momento, la cara de Pepita Flores comienza a inspirar toda clase de merchandising: tebeos, postales, libros y cuadernos… Hasta cuenta con su propia línea de muñecas. Con su siguiente proyecto, Ha llegado un ángel (1961), la artista confirma su éxito. En esta cinta, dirigida de nuevo por Luis Lucia, la pequeña actriz demuestra una desenvoltura mayor que en su debut. Acompañada por Isabel Garcés y Carlos Larrañaga en el reparto, Marisol hace brillar esta lista de diálogos:









Igualmente, la fotogenia de la ‘niña’ de España deslumbraba, si cabe, con más arte todavía en la segunda excursión de Pepita Flores por el plató de rodaje:
Del resplandor adolescente a la novia de España
Después de la trilogía infantil que tantas alegrías dio al espectador, en 1963 comienza una nueva etapa en la carrera cinematográfica de la actriz. Tomando como referencia la exitosa cinta Como dos gotas de agua (Luis César Amadori, 1963), el productor Manuel Goyanes imita la fórmula llevada a cabo con las gemelas Pili y Mili y lleva a la gran pantalla a ‘dos Marisoles’ con Marisol rumbo a Río (Fernando Palacios, 1963).
Navegando por el archivo fílmico de Mercury Films nos encontramos con la bicefalia de caracterizaciones – Marisol y Mariluz- que llevó a cabo la actriz para la película:














En el baúl de los recuerdos, también nos topamos con algunas fotografías que muestran el cambio de imagen en la no tan pequeña Marisol. Así lo podemos ver en Marisol rumbo a Río y en La historia de Bienvenido (Augusto Fenollar, 1964):
Años más tarde, el cineasta Luis Lucia cambió la imagen de Marisol, convirtiéndola en el arquetipo de chica moderna, junto a Jean-Claude Pascal e Isabel Garcés, en Las cuatro bodas de Marisol (1967). En este caso, la protagonista interpreta a una estrella del cine español que se enamora del director de la película que está rodando. El productor decide desvelar el romance para hacer publicidad de la película, pero Marisol decide vengarse…
Nos despedimos de este colorido paseo por las caras de Marisol compartiendo algunos recuerdos del icono infantil y el ídolo de las adolescentes que guardamos en el archivo:









