“Marisol era la niña prodigio a nivel mundial”

Cerramos el especial sobre Marisol con la entrevista a una persona que conoció a la gran estrella detrás de los focos: José Aguilar. Escritor y periodista cinematográfico especializado en cine español, cuenta con numerosas biografías de artistas nacionales publicadas; entre las que se encuentra la vida y obra de Marisol.

Estudiando el fenómeno Marisol, nos podemos hacer una idea del impacto que tuvo este personaje en su época, ya no sólo nacional, sino también internacional.
Eso es lo más importante. Aquí siempre se ha dicho que era “la niña prodigio del cine español”. Y no, era la niña prodigio a nivel mundial, porque Marisol hacía giras impresionantes por todo el mundo, con todas sus películas y con actuaciones personales. No sé qué pasa en este país, pero es como si siempre intentáramos restar en vez de sumar, y ella es una estrella infantil y juvenil con proyección mundial.
¿Cuál fue el impacto que tuvo Marisol en el cine español?
Su impacto en nuestro cine fue importantísimo porque, en los años 60, cuando aparece en su primera película, el cine español cambia. También cambia España porque la situación que tenemos a nivel político va abriendo un poco la mano e interesa mostrar otro tipo de cosas.
¿Qué significa Marisol en ese momento? La luz, la alegría, el bienestar y demás posibilidades económicas que surgen en España a partir de los 60. Y creo que Marisol representa, de alguna manera, esa alegría de vivir que empieza a tener la sociedad española del momento pasados los años más complicados de la posguerra.
Ella irrumpe como un gran éxito; no se esperaba que tuviera esa repercusión a nivel social, pero la sociedad española responde muy bien, “adopta” a esa niña -que parece incluso más pequeña de lo que era, ya que Un rayo de luz se rueda cuando ella tenía 11 años, aunque parecía que tenía 9- y empieza a crecer con ella, con todo lo que eso significa. La profesión también la acoge muy bien gracias a que Marisol era monísima, encantadora y tenía un talento enorme para bailar e interpretar. Y así fue su inicio, en el que podríamos decir que fue famosa desde el primer momento.

Marisol no fue la primera niña prodigio del cine español, pero sí la que tuvo mayor calado en su momento.
A nivel mundial, junto con Joselito, es la niña que consigue estar en sitios increíbles. Actuó en los programas más importantes de Estados Unidos y en todos los países que visitaba era recibida, prácticamente, con honores de jefe de estado por la brutal cantidad de fans que tenía. Y con un merchandising que aquí prácticamente no se había visto nunca, ni con Joselito. Los Goyanes crearon un aparato muy importante a su alrededor con su propia revista, su muñeca, recortables, cuentos… Un mundo, el de Marisol, que solo existía en las estrellas de Hollywood. Eso le dio una proyección increíble porque todo lo que significaba Marisol, interesaba.
En todos los países que visitaba era recibida, prácticamente, con honores de jefe de estado”
Has comentado que Marisol equivalía a esa España aperturista, pero también se podría decir que su personaje fue en consonancia con la evolución que tuvo España, pasando desde su alegría infantil a su etapa yé-yé. ¿Se podría entender España bajo el brillo de los ojos de Marisol?
Es así, porque hemos crecido de la mano de Marisol en todos los sentidos. Incluso esas fotos publicadas en Interviú -que no se habían realizado para la revista-, en las que aparecía Marisol desnuda fue como la mayoría de edad de España. Si ella podía hacer eso, todo el mundo lo podía hacer también. La libertad también llega de su mano, también por su implicación política posterior.
Al final es un fenómeno social que va mucho más lejos del ámbito cinematográfico, sin ninguna duda. Insisto en que no podemos olvidar hitos muy importantes en su carrera, como el momento en el que Columbia quiso comprar su contrato a Goyanes. Si una productora como Columbia quiere quedarse con Marisol como una estrella en exclusiva y hacer su carrera desde Estados Unidos, no hay mucho más que hablar.
Ellos estaban impresionados y llegaron a tener reuniones allí: Pepa me contó que fue impresionante, pero a Manuel Goyanes no le interesaba nada vender su contrato porque, evidentemente, él tenía muchísimos planes y películas que hacer para ella; y no iba a soltar la tutela de una estrella como Marisol. Ese proyecto no pudo realizarse pero, aun así, ella siguió realizando giras.
Orson Welles llegó a decir de Marisol que era un animal cinematográfico, lo que nos indica la importancia de su personaje. ¿Puede que Manuel Goyanes le cortase las alas?
Evidentemente. Si ella hubiera hecho una carrera desde Hollywood, sus oportunidades habrían sido bien distintas. Pero bueno, ella también llegó al máximo a nivel mundial como niña prodigio porque sus recaudaciones eran impresionantes y su repercusión también. Su carrera hubiera sido otra, pero tampoco podemos obviar que Manuel Goyanes hizo una gran carrera de Marisol como niña prodigio y como fenómeno juvenil. La calidad o no de las películas en cuanto a su entidad es otra cosa, pero tenemos que pensar que son películas destinadas a un determinado público, que era lo que requería su personaje.
¿Qué características tenía Marisol respecto a otros niños prodigio? Por ejemplo, Ana Belén declaró que el fracaso en taquilla de Zampo y yo le hizo abrir otros caminos. Por su parte, Marisol confesó en una entrevista que mantuvo con usted que el cine no era su principal interés y que quería explorar otras vías artísticas. ¿Qué hubiera sido de esa hipotética Marisol, también en comparación con otros niños prodigio?
A ella lo que le habría gustado es ser bailarina, en sus palabras, no en las mías. Pero el mundo del cine le gustó. Cuando el triunfo es tan grande, también te va marcando la forma en la que tienes que ir haciendo tu carrera. En el caso de Ana Belén, que era una maravillosa cantante desde muy pequeña, si la película Zampo y yo hubiera sido un gran éxito ella sería, posteriormente, una protagonista infantil y juvenil de muchas otras, pero no fue así. De hecho, a ella la contrataron para suplir el espacio que había dejado Rocío Dúrcal, quien ya se había hecho mayor.
Lo que pasa es que esa película, a pesar de estar muy bien cantada e interpretada por ella, no cuajó con el público, en parte porque era una película tristísima y la gente no quería eso. Entonces se le abrieron otras posibilidades.
Son fenómenos cinematográficos musicales, pero Marisol es un mundo aparte; lo que se consiguió con ella no ocurrió con ningún otro niño prodigio excepto con Joselito, pero éste no tuvo ese merchandising alrededor.
Más allá de las virtudes de Marisol, ¿qué hicieron Manuel Goyanes y Luis Lucia para hacer taquillazos en las tres primeras películas de la artista y conectar tan bien con el público? ¿Cuál fue su papel realmente?
Ellos sabían muy bien de las posibilidades que tenía Marisol: tenía una gran fotogenia, encanto, sabía bailar muy bien y cantaba estupendamente. Ellos intentaron crear, de alguna manera, un mito. Antes de que Marisol hiciera nada, ya era portada de algunas revistas, y eso son procedimientos a nivel de publicidad muy importante.
Ellos estaban siempre avalando lo que Marisol iba a hacer, y había todo un mundo de noticias acerca de ella: Marisol estudia, Marisol va al colegio… Eso unió mucho a la artista con el público, y la gente fue queriendo al personaje en toda su dimensión; no solamente en su dimensión como artista, actriz y cantante. Creo que eso fue algo que funcionó muy bien e hizo que todo el mundo adorase a Marisol.
No obstante, creo que también esa empatía entre público y artista es algo mágico y no se puede controlar. Es decir, se puede proponer, pero luego funcionará o no. Es como el caso de Ana Belén: también era una gran artista y posteriormente ha tenido una gran carrera, pero en aquel momento no le interesó al público lo que se ofrecía de ella. De Marisol interesó todo siempre. De hecho, hay niños prodigio a los que el público no le gusta verlos crecer, pero Marisol les encantaba: se hizo una adolescente ideal, después se convirtió en la novia de España…Y, si hubiera seguido, seguiría teniendo mucho público apoyándola.
Han pasado más de 30 años desde que se ha retirado y todo el mundo le sigue teniendo un gran cariño, incluso gente que no pertenece a su generación. Sus películas, cuando se emiten por televisión, son un éxito y siguen funcionando.
Aunque su carrera hubiera sido de 25 años, es como si hubieran sido 100, porque fue tan intenso todo que le dio tiempo a hacer muchísimas cosas”
¿Cómo gestionó Marisol toda esa presión que tuvo desde bien pequeña?
Yo creo que ella, tal y como me contó, estuvo apartada del mundo real y de la calle, con muchísimos compromisos. Había años que cogía cincuenta aviones, una barbaridad para aquella época, y eso le quitó muchísima vida como niña y adolescente.
De ninguna manera llevaba una vida normal, y su vida estaba concebida por y para su estrellato, algo impropio para una niña de sus años. Si os dais cuenta, es de las estrellas más fotografiadas: siempre descubres una fotografía nueva, como si hubiera tenido un fotógrafo al lado permanentemente. Y eso es porque estaba trabajando todo el día, con películas, canciones, programas de televisión, sesiones fotográficas, atendiendo a la prensa…
Por eso, aunque su carrera hubiera sido de 25 años, es como si hubieran sido 100, porque fue tan intenso todo que le dio tiempo a hacer muchísimas cosas.
¿Cómo gestionó Manuel Goyanes la evolución de Marisol de adolescente a mujer?
Él no se preocupó demasiado ni fue traumático ese tránsito para él porque veía que Marisol, cuando cumple 15 años y hace Rumbo a Río, gustó tanto a la gente verla convertida en una adolescente que el miedo que él podía tener inicialmente no fue real, porque vio que las películas funcionaban y la seguían adorando.
Creo que hay algo de ficción en ese sentido, porque ella nunca tuvo problema en hacer ese paso de la infancia a la adolescencia; tampoco en su tránsito a la etapa juvenil. Ahora bien, ¿se eligieron los vehículos cinematográficos más adecuados para ella? Eso ya es otra cosa y no siempre se está acertado.
Es curioso que, en ese paso a la adolescencia, comenzaron a aparecer los primeros novios de Marisol en pantalla, comenzando por Marisol rumbo a Río. ¿Cómo fue ese proceso de ir asociando parejas a Marisol a través de las películas?
Ya con trece años le hicieron unas fotografías con Paul Anka y querían “ponerle” novios y estrellas del momento al lado. Lo mismo sucedió después con Antonio el Bailarín. En el fondo, era todo un aparato promocional que la rodeaba, y lo importante era ocupar espacio en las publicaciones y dar mayor visibilidad a la estrella. Entonces, se utilizaba todo.

Marisol, el personaje, fue un símbolo de modernidad en España. ¿La vida de Pepa Flores tras las cámaras iba en consonancia con esta imagen?
Ella también era una mujer moderna. Sí es cierto que ella marcó tendencia; de hecho, si ves fotografías en aquel momento, alguna parece como las de las revistas de moda de hoy en día. Fue una avanzada en cuanto a la estética, no era una chica convencional, y demostró que tenía sus propias ideas y que quería hacer las cosas de una manera diferente. No hay muchas personas que se atrevan a jugar en contra de sus propios intereses.
¿Esos intereses o cambio de dinámica fue el punto de inflexión que le permitió a Marisol decir “hasta aquí” con Goyanes? ¿Cuáles fueron los motivos que llevaron a esa ruptura de Marisol con el que, prácticamente, la había criado y la había catapultado a la fama?
Deshacerse de su matrimonio con Carlos Goyanes crea muchos cismas. Ella, en aquellos momentos, también tenía muchos problemas personales importantes: había perdido a un niño, no podía quedarse embarazada; el contrato se terminaba… Se sumaron muchas cosas, muchos factores para que existiera esa desvinculación.
Evidentemente, si hubiera seguido ahí, también hubiera sido distinta la carrera de cine de Marisol. Pero nada es eterno, y ella, yo creo, estaba deseando ser libre y hacer un poco lo que ella quisiera por encima de lo que fuera mejor o no. Quiso estar fuera del ámbito de los Goyanes. Empezó una carrera distinta y tenía que romper con todo el pasado.
Pasar de Carola a hacer La corrupción de Chris Miller, por ejemplo, es algo brutal a nivel cinematográfico. El público también se sorprende, porque está acostumbrado a tantos años con una imagen y. de repente, ver a Marisol con Jean Seberg y en una película así, choca. Le costó mucho entrar en ese registro que se quería mostrar de una Marisol bellísima, con unos perfiles de personajes que, a priori, no se esperaban para ella.
Estamos hablando de una etapa de transición, ya no solo de España, sino también de Marisol. En este momento aparece la figura del bailaor Antonio Gades: ¿Qué supuso para la artista esta persona?¿le cambió el pensamiento?
Si, le cambió el pensamiento. Pero creo que Antonio Gades, a nivel profesional (y subrayo: es una opinión mía personal), no le vino bien. Sería muy feliz con él pero, bajo mi perspectiva, lo único que a nivel profesional hizo bien con ella fue rodar la película que hizo con Mario Camus. Me consta que él tuvo mucho interés en que se rodara Los días del pasado. Eso sí fue importante para ella. Pero creo que le restó mucho.
Ella podría haber hecho muchas cosas y él le fue a la contra; no sé si él valoraba tanto la carrera de Marisol como merecía.
Uno de sus últimos trabajos es la serie de televisión española Proceso a Mariana Pineda, un cambio de registro de lo que habíamos visto anteriormente de Marisol, que en esos tiempos ya era Pepa Flores. ¿Qué le sedujo de esa serie, de interpretar a Mariana Pineda?
Yo creo que es un personaje importantísimo en la historia. Ella era absolutamente consciente de que iba a tener una nueva oportunidad para hacer un gran trabajo y demostrar que podía ser mucho más. Lo demostró, a pesar de que la serie tuvo críticas en su momento. Es una serie que con la perspectiva temporal ha ganado muchísimo. Hoy en día la podemos ver y no ha pasado el tiempo por ella.
Marisol está espléndida, hace un papel muy bonito con un registro dramático muy importante que la coloca en otro punto a nivel interpretativo. Al final es lo que ya sabíamos todos, pero a veces necesitas que te lo muestren para ver que ella era capaz de hacer otras cosas.
La serie no tuvo buenas críticas ¿aportaron algo más a esa decisión de Pepa Flores de retirarse?¿O es una decisión que ella ya tenía tomada?
No, para nada. Estaba muy cansada. Hizo esa serie como algo excepcional. Ella llevaba 25 años trabajando sin tener una vida propia, sin poder decidir. Quiso estar en Málaga con su vida y con su familia; con una vida discreta, como cualquier persona.
Su intento también es un poco baladí. Una estrella de ese calado nunca va a ser una persona normal. Su leyenda se retroalimenta. Parece que nadie habla y de pronto pasa a las portadas de revistas como Vanity Fair, o le dan un premio importantísimo como el Goya de Honor. Siempre es noticia. Y eso solo sucede con las grandes estrellas.
Han pasado ya 30 años desde que se retiró. Como recuerdas, sigue siendo un personaje muy popular: el año pasado, la Academia decidió darle el Goya de Honor. A día de hoy, ¿Qué queda todavía de Marisol dentro de la sociedad española?
Queda muchísimo. Yo creo que sigue siendo una estrella absolutamente vigente. Hay muchas personas que han crecido con Marisol y que ésta forma parte de su vida en todos los sentidos. Realmente es un fenómeno que tiene una proyección muy profunda, muy grande.
Marisol es un icono, que está ahí; sobre todo su etapa de niña y de adolescente. En otros países se sigue recordando mucho.