5 grandes momentos del cine de Álex de la Iglesia

En el día del 60 cumpleaños de Álex de la Iglesia recordamos varios momentos de su filmografía que han quedado en la memoria de los amantes del cine español

En este artículo recordamos varios momentos inolvidables de la filmografía de Álex de la Iglesia

El cine español vivió en los años 90 una explosión de talento joven que revolucionó el panorama de nuestro séptimo arte. Influenciados por el cine fantástico de los 70 y 80, también por grandes nombres como Spielberg o Scorsese, surgieron nuevas voces como Pablo Berger, Alejandro Amenábar o a quien dedicamos este artículo: Álex de la Iglesia. Con su ópera prima Acción mutante demostró que otro tipo de películas eran posible en España. El día de la bestia fue su consagración como autor salvaje, capaz de divertir y, al mismo tiempo, generar adrenalina y emociones fuertes en cada una de sus imágenes. Películas como Perdita Durango, La comunidad, Muertos de risa, 800 balas, Crimen Ferpecto, Balada triste de trompeta, Los crímenes de Oxford, Las brujas de Zugarramurdi o Mi gran noche completan una filmografía que representa al mejor cine español contemporáneo. Hoy, en el día de su 60 cumpleaños, le rendimos homenaje con una selección de cinco momentos imprescindibles de su trayectoria.

Un cura, un heavy un telepredicador, colgados en el luminoso de Shweppes en El día de la bestia (1994)

Entre los momentos inolvidables del cine de Álex de la Iglesia no podía faltar éste: sobre el icono del Madrid moderno, el neón de Shweppes situado en el edificio Carrión de Callao, se suspenden tres figuras que intentan salvar a la humanidad del apocalipsis. Ellos son un sacerdote (Álex Angulo) que está convencido de que, en la Nochebuena de 1995, nacerá el Anticristo en Madrid; un disparatado heavy (Santiago Segura) al que acaba de conocer y al que adopta como discípulo; y un telepredicador especializado en lo sobrenatural (Armando De Razza) al que los dos primeros han secuestrado, pero que consiguen sumar a su causa. 

El contraste entre la oscuridad de los tres bultos que luchan por sobrevivir y la “chillona” luminosidad del anuncio de Schweppes consiguió un efecto que ha quedado clavado en la memoria de los amantes del cine español. Además, la soberbia selección de planos por parte de Álex de la Iglesia y su equipo no sólo hacen de esta escena un referente de la filmografía del director, sino de la ciudad de Madrid.

La escena del ascensor con Carmen Maura y Terele Pávez en La comunidad (2000)

Algo tan cotidiano como encontrarte con un vecino en el rellano se convierte en La comunidad en un cruce con sentido trágico. Y esto sucede porque una de ellas, recién llegada a la comunidad, va cargada de bolsas de basura con dinero, un botín que ha conseguido tras entrar en el domicilio de un misterioso vecino fallecido; la “amable” vecina con quien coincide ya sabe que en ese lugar hay una suma importante y sospecha del verdadero contenido de esas bolsas de basura.

Un momento cargado de tensión y protagonizado por dos grandes actrices (y de la filmografía de Álex de la Iglesia) como Carmen Maura y Terele Pávez. De hecho, la primera consiguió el Goya a mejor actriz principal por este papel, y la segunda quedó nominada a mejor actriz de reparto en estos mismos premios. La comunidad, quinto largometraje de Álex de la Iglesia, afianzó al director vasco como uno de los grandes del cine español gracias a esta macabra comedia de terror en la que una vecindad cae ante los más bajos instintos por la ambición del dinero.

Duelo de "monstruos" en Balada triste de trompeta (2007)

Si en Muertos de risa (1999) el período de la Transición española -donde aparecen “Los Grises” o el intento de golpe de estado del 23-F- era el telón de fondo para contarnos la trayectoria de una pareja cómica que se odiaba, en Balada triste de trompeta Álex de la Iglesia metió de lleno en las heridas de la Guerra Civil. Y lo hizo a su manera: con mucha violencia, humor negro y a través de personajes grotescos, orgullosos y con un halo de patetismo. Sus protagonistas son dos payasos de circo (a quienes dan vida Carlos Areces y Antonio de la Torre) que representan a “las dos Españas” de la guerra. Ambos intentarán poseer a Natalia (Carolina Bang), metáfora del país. Aunque se tengan que matar entre ellos.

La siguiente escena, con dos payasos desfigurados y coléricos pugnando por una mujer asustada, representa perfectamente el espíritu de la película.

Nostalgia y amor por el western en 800 balas (2003)

No es precisamente una comedia romántica, pero 800 balas es una de las películas a las que Álex de la Iglesia le ha dedicado más amor. Amante del spaghetti western, en esta película rindió homenaje a una época añeja y en decadencia tomando como escenario el “mini-Hollywood” del desierto de Tabernas, en Almería. Allí, una serie de personajes, ya de vuelta de todo, siguen haciendo espectáculos que recrean escenas del lejano oeste, pero cada vez va menos gente a visitarlos. El gran protagonista es Julián (Sancho Gracia), un antiguo especialista que, en otra época, hizo las escenas más delicadas de Clint Eastwood y compartió pantalla con George C. Scott en Patton. La llegada de su nieto reabrirá viejas heridas familiares, pero también abrirá un hilo de esperanza en su atormentada vida.

Como gran momento seleccionamos esta escena con Sancho Gracia y Ángel de Andrés en una de sus demostraciones ante el (escaso) público que aún quería saber acerca de la época dorada del spaghetti western.

"A mí las brujas no me dan miedo" en Las brujas de Zugarramurdi (2013)

Aunque no consiguió el de mejor película, Las brujas de Zugarramurdi fue la gran triunfadora de los Goya en 2013 con ocho “cabezones”. Su espectacular factura técnica, una ambientación logradísima y la equilibrada mezcla entre terror, comedia y acción hacen de este título uno de los grandes hitos del cine español de los últimos quince años. ¡Y qué decir de su reparto! Terele Pávez, Carmen Maura, Carolina Bang y compañía, caracterizadas como brujas, consiguen que todo el que quiera visitar Zugarramurdi se lo piense un par de veces. Y ese es el error que cometen José (Hugo Silva) y Antonio (Mario Casas), dos atracadores que, huyendo de la policía, terminan en un lugar mucho más terrorífico que la cárcel…

“A mí las brujas no me dan miedo… A mí lo que me dan miedo son los hijos de p**”. Con esta legendaria frase de Terele Pávez concluimos el TOP de momentos de la filmografía de Álex de la Iglesia.

...Y si te has quedado con ganas de más