Alberto Closas

Alberto Closas, nacido en Barcelona en 1921, fue uno de los actores más carismáticos del cine español durante los años 50 y 60. Sin embargo, su carrera interpretativa la comenzó en latinoamérica, dado que su familia, tras el estallido de la Guerra Civil, se exilió en Chile y Argentina. De este modo, Closas, que debutó en cine en 1942, no estrenó una película en nuestro país hasta 1955.

De este modo, su primera película en España fue, nada menos, que Muerte de un ciclista, dirigida por Juan Antonio Bardem. Toda una obra maestra. Al año siguiente protagonizó Todos somos necesarios, también bajo la dirección de un cineasta reconocido: José Antonio Nieves Conde. Ambas películas eran dramas, pero sus dos siguientes apariciones serían en las comedias La vida en un bloc (1956) y La fierecilla domada (1956). En esta última compartía protagonismo con Carmen Sevilla. 

Alberto Closas empezó a ser considerado como un galán del cine español, aunque participaba en cintas de todo tipo: desde la policíaca Distrito Quinto hasta algunas de las comedias más famosas de su tiempo como Una muchachita de Valladolid o El baile, de Edgar Neville. 

A principios de los 60 protagonizó dos de sus películas más emblemáticas: Usted puede ser un asesino (1961) y, por supuesto, La gran familia, que fue uno de los taquillazos de la época. De hecho, esta película comenzó una trilogía, ya que después vendrían La familia y uno más (1965) y La familia bien, gracias. Esta última estrenada en 1977 y como uno de los últimos papeles de su carrera. Antes de ello había protagonizado Muere una mujer (1964), Casi un caballero (1964) o El taxi de los conflictos (1969). 

Desde finales de los 70 su actividad en el cine se redujo, aunque participó en Esquilache (Josefina Molina, 1989) y El maestro de esgrima (Pedro Olea,1992). Esta fue su última aparición. Durante muchos años, Alberto Closas vivió a caballo entre Argentina y España, y también formó una importante compañía teatral en Buenos Aires.