Gracita Morales

María Gracia Morales Carvajal, conocida artísticamente como Gracita Morales, fue una actriz cómica madrileña de gran éxito y reconocimiento. Hija del empresario teatral José Morales y de Ana Carvajal, dueña del Teatro Calderón. De vocación temprana, estudia danza clásica pero se enrola en la compañía teatral de Luis Peña y Josita Hernán.

Comienza su carrera interpretando todo tipo de obras clásicas, especializándose en comedias. Su gran éxito propicia el salto al cine de la mano de Fernando Fernán Gómez en La vida por delante en un pequeño papel secundario. Empieza a hacerse un nombre en el medio acompañando a una joven Rocío Dúrcal en algunos de sus primeros largometrajes. José María Forqué la contrata para interpretar el mismo papel que había hecho en teatro en Maribel y la extraña familia. Con el propio Forqué, disfrutaría de uno de sus mayores éxitos en el papel de femme fatale en Atraco a las tres. Su vena humorística y su particular relación con el actor José Luis López Vázquez, la convierten en uno de los nombres más representativos del cine español de los años 60. Junto al intérprete rueda grandes comedias como Los palomos, Operación cabaretera o Vacaciones para Ivette. 

Gracias a los éxitos de cintas como ¡Cómo está el servicio! o Sor Citröen, es considerada como una de las actrices más populares de la historia del cine español. Fallece en su Madrid natal a los 66 años debido a una insuficiencia respiratoria.