Rafaela Aparicio

Rafaela Aparicio fue una actriz española nacida en Marbella en 1906. De procedencia humilde, se licenció en Magisterio y ejerció un par de años antes de dedicarse por completo a la actuación. 

Debuta como intérprete de teatro en 1931 en Córdoba con una obra de los hermanos Álvarez Quintero junto Luis Benito Arroyo, amigo de la familia y empresario taurino y teatral. Se traslada a Madrid donde comenzaría una notable carrera en los teatros de la capital que no abandonaría. Comienza ejerciendo como figurante en Nobleza baturra y con pequeños papeles en grandes clásicos de nuestro cine como El último cuplé o La vida por delante de Fernando Fernán Gómez, con el que coincidiría tanto en su compañía teatral como en múltiples películas a lo largo de los años. 

Actriz de una capacidad cómica inabordable, es muy solicitada por los grandes directores del género de la época. José María Forqué, Pedro Lazaga o Mariano Ozores la citan para numerosos proyectos y pequeños papeles secundarios. En muchas de estas películas coincide con la actriz Florinda Chico en papeles similares, convirtiéndose cariñosamente en La chacha de España. Sin embargo, su talento descomunal le vale para que cineastas como Victor Eríce (El sur), Carlos Saura (Ana y los lobos y Mamá cumple cien años) o Fernando Trueba (El año de las luces) la recluten para algunos de sus mejores largometrajes. 

En 1987, la Academia le otorga el Goya de Honor a toda su carrera. Dos años más tarde, conseguiría dicha estatuilla en la categoría de Mejor Actriz Protagonista por su interpretación en El mar y el tiempo. Como reconocimiento a su larga y brillante trayectoria se le concedieron la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo, la Medalla de Plata al Mérito en Bellas Artes y el Premio Nacional de Cinematografía del año 1991. Falleció un 9 de junio en Madrid a los 90 años víctima de una hemorragia cerebral.