Las 10 películas ‘quinquis’ que no te puedes perder
A lo largo de los años 70 y 80, en España se vive un despertar de libertades en un camino hacía la democracia. Pero con ‘la Movida’ también se produce un aumento en el consumo de drogas y de la delincuencia juvenil, caldo de cultivo del cine quinqui. FlixOlé, aprovechando este mes dedicado al género más ‘macarra’, lanza una nueva colección: HABLAMOS QUINQUI, en la que muestra las joyas de este género cinematográfico. En este listado repasaremos diez de los títulos del cine quinqui más icónicos.
Navajeros (Eloy de la Iglesia, 1980)
En medio de una España con más de un millón y medio de parados, en un momento de difícil acceso al empleo, ‘El Jaro’, líder de una banda juvenil de delincuentes, comete una serie de atracos para subsistir en tal compleja situación. Navajeros es la mordaz radiografía de la España de la Transición, dirigida por Eloy de la Iglesia. Cineasta muy activo en esos días, su provocativo cine tocó temas tan controvertidos como la delincuencia, el terrorismo, la droga y los problemas generacionales.
Navajeros -cuyo guion coescribieron Eloy de la Iglesia y Gonzalo Goicoechea- fue la cinta que permitió descubrir al entonces jovencísimo José Luis Manzano, un adolescente humilde de la UVA de Vallecas. La cinta, coproducida entre España y México, contó con la presencia de dos conocidas estrellas americanas como Isela Vega y Verónica Castro. Navajeros fue, sin duda alguna, la película más emblemática del cine quinqui y la que impulsó el mito de José Luis Manzano.
Deprisa, deprisa (Carlos Saura, 1981)
El cineasta Carlos Saura y su habitual productor, Elías Querejeta, dieron un giro a su carrera al volver con la temática de esta película a sus orígenes. En Deprisa, deprisa, Meca, Mini, Sebas y Ángela son un grupo de delincuentes cuya única preocupación es ganar dinero con los golpes que dan para gastarse lo robado en heroína con la que evadirse de la realidad. El singular grupo empieza cometiendo pequeños hurtos y acaba robando coches.
Al fuerte realismo que acompaña a la cinta, le añade intensidad un elenco principal formado por actores no profesionales y delincuentes reales, como era el caso de José Antonio Valdelomar, atracador recurrente. A través de la pareja que forman los personajes de Ángela y Sebas -interpretados por unos desconocidos Berta Socuéllamos y José María Hervás- se puede observar el triste reflejo de una generación perdida. Con este duro retrato de la delincuencia juvenil durante la Transición, Carlos Saura se hizo con el Oso de Oro a la mejor película en 1981 en el Festival Internacional de Cine de Berlín.
Maravillas (Manuel Gutiérrez Aragón, 1980)
Maravillas, una joven de quince años, vive con su padre, un hombre que roba dinero para sus vicios eróticos. Cuando desaparecen unas joyas, el principal sospechoso será su progenitor. Dentro del auge del cine quinqui, que narraba vivencias y aventuras de conocidos delincuentes, se coló esta mágica obra dirigida por Manuel Gutiérrez Aragón. La película, que en un principio solo quería plasmar el paso de la infancia a la adolescencia, se convirtió en un retrato de los años de transición, repleto de ideas y actitudes transgresoras para la época.
La cinta fue un gran éxito de crítica y consiguió alzarse con los premios Fotogramas de Plata y Sant Jordi a la Mejor película. Parte de esa buena acogida se debió al excelente trabajo del reparto, encabezado por unos sobresalientes Cristina Marcos y Fernando Fernán Gómez. Maravillas contó con la primera aparición importante en la gran pantalla de ‘El Pirri’ (José Luis Fernández Eguía).
El Lute: camina o revienta (Vicente Aranda ,1987)
El Lute: camina o revienta es una película dirigida por Vicente Aranda que relata la vida del delincuente y prófugo de los años sesenta Eleuterio Sánchez, alias ‘El Lute’. Este se ve involucrado en un atraco a una joyería en el que muere un vigilante y es condenado a cadena perpetua. Finalmente, durante un traslado en tren, logrará fugarse, convirtiéndose en el hombre más buscado de España.
Uno de los grandes éxitos del cine quinqui español, que recreaba las andanzas de un personaje real, convertido en ‘el enemigo público número uno’ por la maquinaria de la propaganda franquista de la época. El film se beneficia de las brillantes interpretaciones de Imanol Arias y Victoria Abril, que interpretan a El Lute y a Chelo -la mujer de este- respectivamente. El éxito que cosechó la cinta provocó el rodaje de una secuela: El Lute II: mañana seré libre (Vicente Aranda, 1988).
El pico (Eloy de la Iglesia, 1983)
En El pico, Paco, hijo de un comandante de la Guardia Civil destinado en Bilbao, y Urko, su mejor amigo e hijo de un diputado independentista, se enganchan al ‘caballo’. Para conseguir su dosis de heroína diaria los jóvenes no dudarán en traficar, robar, mentir e incluso matar. Cuando sus familias se percatan de la gravedad de su situación, se verán obligadas a aparcar sus diferencias para tratar de reconducir la situación.
El Pico se trata de una de las películas más famosas que se estrenaron en España durante la Transición. El largometraje fue dirigido por Eloy de la Iglesia, realizador que a lo largo de los años 80 se volcó en mostrar los aspectos más marginales de la sociedad española. Protagonizada por rostros tan populares como José Luis Manzano, José Manuel Cervino y Enrique San Francisco, el éxito de la cinta fue tal que se estrenó una segunda parte el año siguiente: El Pico (II) (Eloy de la Iglesia, 1984).
Yo, el Vaquilla (José Antonio de la Loma, 1985)
Yo, el Vaquilla es una película española de José Antonio de la Loma que narra la vida del delincuente Juan José Moreno Cuenca, más conocido como ‘El Vaquilla’. Una vida marcada por la delincuencia, las drogas y la estancia en la cárcel. El film es el retrato de uno de los delincuentes más conocidos en la España de los años 80 y 90 construido a partir de sus propias experiencias. .
El director, José Antonio de la Loma, experto del género y precursor del llamado cine quinqui, tenía preferencia por intérpretes no profesionales. ‘El Vaquilla’ niño fue encarnado por Raúl García Losada, que solo tenía 12 años cuando interpretó al raterillo. De igual modo, en la cinta destacan las actuaciones de dos delincuentes reales: el mismo Vaquilla, que hace de sí mismo entre los barrotes, y Ángel Fernández Franco, alias ‘El Torete’.
27 horas (Montxo Armendáriz, 1986)
27 horas retrata la vida de tres jóvenes, dos de ellos enganchados a la heroína, que deambulan sin rumbo fijo por las calles de Donosti. Este drama sobre la delincuencia juvenil, el paro y las drogas pretendía ser el espejo donde se mirase una generación sin ningún tipo de expectativas de futuro.
El realizador Montxo Armendáriz logró con esta película la Concha de Plata del Festival de San Sebastián. El guion fue fruto de la dupla que formaron el propio director junto a Elías Querejeta, quien ejerció, además, como productor. El trío actoral lo formaban Martxelo Rubio en el papel de Jon, Antonio Banderas interpretando a Rafa y Maribel Verdú como Mayte.
7 vírgenes (Alberto Rodríguez, 2005)
En 7 vírgenes, Tano (Juan José Ballesta), un adolescente que cumple condena en un reformatorio, recibe un permiso especial de 48 horas para poder acudir a la boda de su hermano. Cuando Tano se reencuentra con su mejor amigo Richi (Jesús Carroza) se dispone a vivir esas horas de libertad al máximo.
Este drama social dirigido por el cineasta sevillano Alberto Rodriguez, consagró a Juan José Ballesta -quien recibió la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián por su papel- y nos descubrió a otro gran actor, Jesús Carroza. Carroza obtuvo el Goya a mejor actor revelación por su vivaz interpretación en la película.
Colegas (Eloy de la Iglesia, 1982)
Antonio y Rosario son dos hermanos de origen humilde que viven en el extrarradio de Madrid. Junto a José -amigo de Antonio y novio de Rosario-, los tres deben enfrentarse al reto de buscar trabajo. A los problemas de drogas y desempleo se suma, de pronto, el embarazo de Rosario. Los jóvenes deberán entonces buscar una solución para esta situación.
De nuevo, el realizador Eloy de la Iglesia -uno de los tutores del cine quinqui- presentó una historia que no dudaba en tratar temas tan polémicos como la homosexualidad, la delincuencia, las drogas o el tráfico de bebés. Colegas se convirtió en un referente dentro del movimiento que proliferaba en España. El film está protagonizado por José Luis Manzano junto al afortunado debut de Rosario y Antonio Flores, hijos de la famosa folclórica Lola Flores.
Chocolate (Gil Carretero, 1980)
Con Chocolate llega la obra quinqui del director Gil Carretero en la que ‘El Jato’ y ‘El Muertes’ deciden hacer un corto viaje a Marruecos para comprar hachís. El director convirtió en película la expresión de ‘bajarse al moro’. En la cinta, no solo podemos ver los estragos que causa la droga, sino cómo esta puede provocar que se resientan vínculos tan fuertes como la amistad.
Chocolate, estrenada en el año 1980, quedo relegada a un segundo plano durante años pese a ser una joya del género quinqui. Ni el director ni sus tres actores protagonistas -Manuel de Benito, Ángel Alcázar y Paloma Gil– alcanzaron el estrellato como ocurrió en otras películas del mismo género tan de moda en la época. La cinta contó también con las actuaciones de dos futuras estrellas de la talla de Encarna Paso y Marta Fernández Muro.