Descubre las personalidades del cine y la TV que desfilaron por el photocall de los Premios Berlanga al humor
La plataforma FlixOlé colabora un año más en la celebración de los II Premios Berlanga al Humor, un certamen que recientemente ha acogido su segunda edición para poner en valor la comedia a través de sus figuras más representativas en clave cinematográfica: Luis García Berlanga. Tirando de ironía y del más ácido humor, el director retrató la España que vivió.
Una encomiable labor que en la gran y pequeña pantalla, en las ondas, en las redes y escenarios continúan ejerciendo los profesionales de la risa a los que van dedicados estos premios que arropamos. El Palacio de Linares fue la localización elegida para celebrar un acto donde no faltaron risas Desde FlixOlé tuvimos la ocasión de hablar con algunos de los galardonados:
LEO HARLEM
Has recibido el Premio a Mejor Cómico. En un país en el que el humor está valorado, pero no premiado, ¿qué significa para ti recibir un premio de este tipo?
Has hecho una afirmación que es totalmente rotunda y sincera. Es verdad que el humor parece que siempre está como en una segunda división. Pero recibir este premio es espectacular. Al humor hay que ponerlo en valor, cada vez es más necesario. Yo creo que la gente se va dando cuenta de la importancia que tiene y este premio para mí es una bomba.
El otro día me dieron uno a la trayectoria, con lo cual me parece que me tengo que retirar, ¿verdad? Premiar la trayectoria suena un poquito Paul Newman: “deja de tocar ya las narices”. Pero estoy contentísimo. La verdad que es un gusto, un placer. Lo voy a disfrutar y a poner en casa en sitio preferencial.
Como habitual de las películas de Santiago Segura, ¿cuál crees que es la clave de su éxito comercial?
Yo creo que una de las claves del humor en cualquier soporte, sea en teatro, cine, monólogos, en todo, es la naturalidad de que llegue a la gente. Que la gente se vea identificada. Entonces, gracias a este formato, este tipo de cine que ha recuperado Santiago Segura, del cine familiar que antes casi no existía, la gente ve sus pequeñas miserias, sus problemas, el grupo de WhatsApp con el cuñado mandón, el otro que tal…
Sobre tu último trabajo con Segura en Vacaciones de verano ¿Nos puedes contar alguna anécdota del rodaje?
Eso a la gente le hace una gracia bárbara, porque se ven ahí y ese es el gran éxito que tiene. La naturalidad y el conectar; que la gente vea cosas tangibles y reales. Está muy bien el rodaje. Yo creo que lo mejor ha sido que nos hemos dado cuenta de que hemos rodado al revés. Empezamos en Tenerife y luego vinimos acá, y todos comentamos lo bien que se estaba en Tenerife.
Ha habido momentos de adaptación de jetlag muy grandes. Creo que el próximo proyecto va a ser un poquito aquí y luego rematar allí, pero lo hemos pasado muy bien, como siempre. Sabéis vosotros que en el cine se curra una barbaridad porque las jornadas son larguísimas, estamos todo el día pringados.
Afortunadamente, ya no estamos al nivel de pandemia, que estábamos todo el día con los PCRs y todo eso. Pero la película es simpatiquísima. Lo hemos pasado muy bien y especialmente Santiago, quien ha acabado muy cansado porque ha hecho de todo a lo bestia. Yo tenía algún día libre más, por eso soy coprotagonista.
Sobre figuras humorísticas ¿Qué figuras tienes tú en la memoria que te hayan hecho reír de pequeño?
Había cosas que se te grababan a fuego, veías cosas espectaculares. Yo me acuerdo de La gran familia, película que tenía su componente también un poco trágico, pero era divertidísima. Luego soy muy fan de todas las películas de El cochecito, El verdugo… Aunque las he visto más de mayor.
De niños había cosas que te morías de risa. En mi caso, por ejemplo, con las películas de Marisol, que me encantaba; Marisol, guapísima. Yo seguía la película, que siempre tenían un poco de trama, de humor, algún personaje freak… Me lo pasaba pipa. Es un cine que me encanta.
Luego están las películas de Paco Martínez Soria, que son adictivas. No puedo ver una película de él empezada porque la sigo hasta el final. Me parto el pecho. Es muy divertido lo de Ozores, las películas de Esteso y Pajares; todo eso me lo paso pipa. Lo digo sin ningún pudor, no porque sea la profesión, sino porque me encantan.
Como hombre de León, (Castilla y León) ¿en qué ámbito del humor te sientes más cómodo?
Sí, la verdad que parece que parece un poquito raro. Parece como si fuera un oxímoron. Yo me he criado en Valladolid, que tampoco es una zona muy proclive, donde hay frío y menos humor. Pregunta en Cádiz, ‘el Carnaval de Cádiz’, si lo hicieran a 40 bajo cero. Pero el tema está en que siempre me ha gustado mucho pasármelo bien y que la gente se lo pase bien.
En el colegio, en el equipo de fútbol, siempre estaba con picardías, imitaba a los profesores, hacía un poquito el tonto. Pero yo creo que la clave del humor para mí ha sido que siempre lo he disfrutado mucho… En mi casa son bastante graciosos, cada uno a su estilo. Yo empecé con esto un poco a lo tonto, pero me lo sigo pasando de maravilla.
La agenda llega un momento que te da gracias. Ya no es decir es que te lo pasas bien, sino que, ¡coño!, me he liberado de un montón de líos que tenía en la cabeza. Vengo con estímulo, vengo con ganas y eso es muy bonito. Se hace para la gente, para el público. Yo para mí lo más grande de esta profesión es el público, porque es agradecido.
MARTITA DE GRANÁ
Como cómica ¿Qué sientes al recibir este premio?
Estoy muy emocionada porque es muy bonito que después de tanto tiempo haciendo comedia me reconozcan el trabajo que he hecho. Estoy muy contenta, y muy agradecida.
¿Qué hubiese pensado tu yo del pasado si le contases tu éxito actual?
Pues que ‘Martita de Graná’ hace un año no existía. Estaba Marta, y si a la Marta que era profesora, que trabajaba de camarera y hacía lo que fuera, iba a estar hoy aquí recibiendo un premio por la mejor cómica de España… Estaría flipando, literalmente.
¿En qué ámbito profesional te sientes más cómoda?
Pues a ver, tengo que decir que me gusta todo lo que hago. Pero si me tengo que quedar con algo es con los shows en directo. Ser actriz es muy bonito, pero este feedback que recibes en un escenario no lo tienes trabajando en la ficción. Entonces me quedo viendo al público de cara para recibir esa energía directamente.
¿Crees que se reconoce como se debería el papel de la mujer en la comedia?
Queda, queda por hacer. Siempre a las mujeres nos queda cosas por hacer en cualquier ámbito, pero es verdad que también pienso que de hace unos años a ahora, la cosa ha cambiado. No había tantas cómicas ni tanto reconocimiento hacia nosotras. Creo que hemos logrado que se nos vaya reconociendo cada día más.
¿Cómo venderías la figura de Berlanga en tu Instagram?
No sé lo que diría de él. Simplemente que es un director maravilloso y que hacer comedia, al igual que hacerla detrás de la cámara, es muy importante que la persona que está delante de la cámara, la persona que está detrás, lo sepa hacer bien. ¿Y que te voy a decir yo a él?
¿En qué próximos proyectos ve vamos a ver?
Bueno, me han propuesto algunas cosas, pero, ahora mismo no puedo decirte nada. Yo estoy ansiosa por que me venga algo nuevo, porque el cine me encanta. Al que me esté viendo, que sepa que aquí estoy para lo que sea.
MACARENA GÓMEZ
¿Qué ha supuesto LQSA para tu carrera?¿Cuáles son las claves de su éxito?
Bueno, es indiscutible que La que se avecina me ha dado a conocer públicamente. Después de 15 años, me ha dado una seguridad emocional y económica que es muy importante, y he aprendido muchísimo grabando La que se avecina. Pero una barbaridad. He aprendido cómo manipular mis sentimientos y emociones haciendo una serie durante 15 años, teniendo actores muy diversos con los cuales cada día vas aprendiendo algo nuevo. Yo estoy muy contenta de hacer La que se avecina.
En la T13 de LQSA se vio reducido tu papel en la serie, aunque en la T14 vuelves a tener más protagonismo… ¿Los echabas de menos?
Me da mucho. Sí, echaba mucho de menos trabajar con Miren, con Loles… Con Loles tengo pocos años, pero con Miren muchos. Estoy muy contenta.
En tu carrera has tocado todos los géneros ¿Cuál de ellos te apetece más a la hora de recibir un guion?
Doy primacía a si me gusta la historia y el personaje. Lo que pasa es que normalmente suelo recibir guiones de terror o de thriller. Estoy más encasillada en la comedia en la tele pero en el cine, es en el terror. Te voy a decir una cosa: Es mucho más difícil hacer reír que llorar. Para mí la zona de confort es el drama, porque me es más fácil. Pero claro, me ocurre mucho que cuando llevo tiempo haciendo drama, me apetece hacer comedia. Y por eso ahora tenía muchas ganas de volver a La que se avecina, porque llevaba una temporada sin hacer comedia.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Bueno, 30 monedas ya se terminó de grabar, y también otra serie para Netflix, que es un drama que se llama Sagrada Familia. Ahora tengo películas por estrenar. Tres de hecho: una comedia que se llama Mi otro Yon; una de terror que se llama Deep Fear y otra de terror que se llama El hombre del saco. Tengo varias por estrenar y a partir de septiembre películas que rodar. Pero yo hasta que no empiece no lo cuento, no vaya a ser que luego no salga.
EVA ISANTA
Como miembro del jurado en esta II edición de los Premios Berlanga al Humor ¿Qué ingredientes tiene que tener un cómico para hacerte reír?
Creo que tiene que ser algo que te conecte mucho. Algo que de repente te resuene y que te sientas identificado en algunas cosas, sobre todo en el desastre. Yo creo que cuando te sientes identificado en algo que hace sentirte muy torpe o que te identifica con una torpeza tuya, con una falta de gusto, con una falta de… no sé, como de inteligencia, de brillantez. A mí todo eso me hace mucha gracia porque me siento muy, muy retratada. De todas maneras, me gusta cada vez más el humor de los perdedores. De la gente que parece aparentemente perdedora y sin embargo es ganadora porque se ríe de sí misma; y hace reír a los demás.
¿Sientes predilección por alguno de los ganadores?
La que se avecina no cuenta, esto va aparte. Los premios están muy bien dados este año. Yo creo que no han sido todos los elegidos los que yo he votado, evidentemente como miembro del jurado. Siempre tiene que haber alguna discrepancia, pero luego me alegro mucho del resultado. Yo soy muy fan de Martita, era una de mis apuestas. Y aquí está.
También Faemino y Cansado. Soy fan desde que tengo… yo que sé, desde que iba a verles por todas las salas. Para mí el Premio de Honor de Faemino y Cansado, que son ese humor de minorías entre comillas, me hace muy feliz.
¿A qué crees que se debe el éxito tan longevo que ha tenido la serie La que se avecina?
Yo creo que nos cuenta muy bien, y sin hacer ninguna comparación. Igual que nos contaba muy bien Berlanga, quien ha contado muy bien al pueblo español y el chascarrillo de la gente, la manera de relacionarse, esto de pisarnos unos a otros. Yo creo que La que se avecina, en otro modo, nos retrata muy bien. Además tiene algo que yo creo que es lo que realmente atrapa: es como si tuviera una lupa de aumento sobre las situaciones.
Digamos que es el contexto, a lo mejor histórico español, porque habla de todo lo que sucede en la actualidad, pero con una lupa de aumento que hace que nos riamos de nosotros mismos y de lo que está pasando. Que lo veamos absurdo.
En clave personal ¿Qué significa para ti la serie?
Ha sido uno de los regalos de mi vida, o sea, tener trabajo durante tanto tiempo… No solamente por la estabilidad que hay, que es una cosa a tener muy en cuenta en nuestro sector. Siempre digo que tengo grandísimos compañeros y compañeras que malviven. Si tú ves la realidad de los actores y actrices españoles, no todos están fijos en una serie, y no todos hacen protagonistas en películas. Sobreviven con una multiprogramación teatral en las salas, y al mismo tiempo con papeles muy pequeñitos en las series o en las o en las películas.
Nuestra industria está un poco… bueno, sacando la cabeza en cuanto a ficción. No tenemos una industria como la americana de momento, ojalá lleguemos. Tener trabajo es un privilegio y es un regalazo de la vida. Si encima es una serie como La que se avecina, que me permite alternar con teatro, que es mi pasión, o que además me lo paso muy bien y que he ido transitando con mi personaje por casi todas las cosas que le pueden pasar a un personaje (y aún me quedan), pues… ¿Qué más decirte?. Estoy feliz, estoy agradecidísima.
¿Hay algo de ti en tus papeles? Concretamente, en los que interpretas en La que se vaecina
Como cualquier otra actriz o actor, cualquier artista, siempre deja una parte de su alma en lo que hace. Da igual que pintes, que escribas, que cantes… Es tu voz, cuerpo y tu manera de expresar. Evidentemente, todos los personajes que hago tienen una parte de nosotros. Es verdad que a mí como actriz lo que más me apetece hacer son cosas más alejadas, porque puedes vivir las vidas que no has vivido.
Yo soy mucho más discreta y mucho más tranquila que Maite Figueroa; tampoco soy lesbiana como era Bea en Aquí no hay quien viva. Pero bueno, independientemente de eso, siempre hay una parte, que es tu emoción y tu aliento, tu alma.
¿Qué proyectos estás contemplando de cara al futuro?
Pues mira, estoy terminando una gira con un espectáculo que se llama de Hole X. Es un cabaret de circo-teatro que termina en julio. El año que viene tengo un nuevo proyecto teatral que me tiene muy ilusionada, el cual seguiré compaginando con la serie. Me siguen contratando porque… no lo sé. Pero aquí está el jefe, luego le pregunto (ríe).
FERNANDO COLOMO
Eres uno de los grandes directores de la comedia española ¿Qué ingredientes tiene que tener una película de humor para ser disfrutada?
En España toda comedia tiene que tener algo de Berlanga. Para mí ha sido como un padre, porque para mi primera película me hizo un papel. Yo he aprendido mucho de Berlanga, que siempre decía que “lo que es imperdonable es aburrir al público, sea en una comedia o lo que sea”. Yo creo que una comedia tiene que tener un punto crítico, tiene que hablar de la realidad. Una buena comedia tiene que hacerlo con sentido del humor, con ironía, para que nos reconozcamos, sonriamos y, a lo mejor, nos riamos mucho. Pero siempre con algo que está relacionado con la realidad.
En el caso de La línea del cielo, que cumple 40 años de su estreno este 2023 ¿Cuál fue el elemento que conectaba con la realidad?
Es una comedia madrileña rodada en Nueva York y lo que tenía La línea del cielo es mi primera película realmente independiente. Es una película que hicimos con cinco de equipo técnico: había dos de fotografía, uno de sonido y uno de producción-dirección, etc… Resines y yo. Los demás eran actores y algunos eran gente que se interpretaba un poco a sí misma.
Fue una película muy experimental, rodada sin guion, con una pequeña escaleta para mí. Hasta que he hecho Isla Bonita, que he seguido un poco el mismo esquema, son las dos películas que más cariño les tengo.
¿Cómo ha sido el proceso de adaptación para que tus comedias continúen llegando al público?
Lo que pasa es que casi nunca he pretendido hacer comedia. Posiblemente La vida alegre esté hecha más en clave de comedia, pero el resto, aunque tenían humor y había una mirada irónica siempre, no buscaba el gag por el gag, ni hacer una risa. No porque creo que el espectador es muy listo. A poquito que les des, ellos lo hacen grande. Si te pasas lo reciben como una imposición.
Entre un drama y una comedia, se suele premiar al primero ¿Es injusta esta situación?
Eso es algo que ya el maestro Berlanga me dijo. “Yo siempre voy a hacer comedia, y sé que está reñida con los premios”. Es muy difícil que a una comedia le den un premio. Cuando se lo dan, es que es la repera. Lo tienes que hacer todo perfecto, si no, el mayor elogio que te hacen es: “Yo me he reído”.
¿Qué le diría a una persona que no conoce la figura y obra de Berlanga para que se acerque a su cine?
Para mí Berlanga es el mejor director de cine español de la historia. Está muy reconocido en España, pero no suficientemente fuera, a pesar de que ha tenido éxitos internacionales con películas como El Verdugo, Plácido… Plácido fue a los Oscars y los grandes directores americanos alucinaron viendo la película. El problema era que no había forma de subtitular porque había mucha gente hablando a la vez. No obstante, se quedaron alucinados de cómo había hecho esa película.
SANTIAGO SEGURA
¿Haces películas para ganar Premios Berlanga?
Como venía con la camiseta de Padre no hay más que uno 3 y me han dado el premio a la mejor película de humor, el Premio Berlanga, digo: “esto hay que repetirlo”. Si el jurado va a ser el mismo que les tengo ya medio convencidos… Ya te digo, me he propuesto hacer una película al año, como Woody Allen.
¿Cuál es la clave del éxito para sumar consecutivamente éxitos con tus películas?
No dará otra cosa más que la que prometes. Vas a encontrar un entretenimiento, te vas a divertir, a reír y vas a salir más feliz de lo que has entrado. Si durante cuatro años consecutivos lo hemos hecho, cada verano, vas creando una fidelidad. Entonces es maravilloso. La gente cree en ti. Lo que pasa es que yo estoy cada vez más estresado porque no quiero defraudarles.
Realmente te digo que no es un secreto, es darlo todo. A mí me va la vida en cada película que hago. Cuando alguien dice “¡Vaya mierda!”, me entristece porque esto es lo que puedo hacer. No todos somos Scorsese.
¿Qué se va a encontrar el espectador en Vacaciones de verano?
Vais a ver a Leo Harlem en estado de gracia, y a mí en desgracia. Son 20 niños, hemos subido la apuesta, y Leo y yo estamos trabajando en una empresa en la que después de 30 años nos echan. El cuñado de Leo, que es Antonio Resines, otro gran ser humano, tiene una cadena de hoteles y nos mete de animadores infantiles en uno de ellos. Algo para lo que, spoiler, no estamos capacitados, con lo cual la diversión está servida.
Cachondeo, felicidad, gamberradas de los niños… Leo es un caradura, yo soy un tío que me agobio. Cada uno tiene su papel y al final la idea es que salgas del cine con una sonrisa. Eso es maravilloso, porque es que la gente está encabronada, triste, crispada.
Participaste en la película de Berlanga: Todos a la cárcel ¿Qué recuerdos te vienen a la cabeza de trabajar con él?
Los recuerdos que me vienen es que soy uno de los tíos más afortunados de esta industria. Estuve en un curso que impartió Berlanga. Yo nunca he ido a ninguna clase de cine ni nada, pero sí que fui porque era muy fan de Berlanga, así que lo vi en el periódico y me apunté. Me lo pasé en grande. Ahí nos hicimos amiguetes.
Me dio algunos consejos, le enseñé mis cortos y luego he salido en dos de sus películas, e incluso en un corto que hizo: El sueño de la maestra. Y ahora tengo dos premios Berlanga. De los actores españoles o cineastas españoles vivos, soy uno de los que más relación tuvo con Luis García Berlanga, que es uno de los de los más grandes directores. Mis favoritos españoles son Buñuel y Berlanga. Esto si lo oye Berlanga, no le gustaría, porque Buñuel no era de sus favoritos.
Has comentado de hacer una película por año ¿Cuál será tu próximo título?
Estamos escribiendo ahora Padre no hay más que uno 4. ¿Qué te parece esto? ¿Esto no te lo esperabas? Además me encanta, porque cuando tienes ya todos los personajes y el público sabe cómo son, la peli va como un tiro. No hay que hacer tanta presentación y vas directamente al grano, a la comedia.
BIANCA KOVACS
¿Qué se siente al formar parte de esta II edición de los Premios Berlanga al Humor?
Tenía muchísimas ganas porque noto como que con la comedia no hay nominaciones y me va muy bien en el escenario, pero sigo pensando que es difícil. Entonces creo que tiene que haber premios para la comedia; además no podemos vivir sin comedia. Es como la salvación, después de la pandemia, pero también lo fue en plena pandemia. Hemos salvado como muchos momentos tristes de la gente y me ha parecido maravilloso. Ser nominada, de verdad, no es falsa humildad, me he sentido ganadora entre tantos compañeros a los que admiraba. Lo he flipado. La primera rumana nominada…
¿Has notado diferencias en cuanto al humor de los españoles y el practicado en Rumanía?¿Nos reímos de lo mismo?
Es bastante parecido, pero adaptada a los tiempos de ahí. O sea, te permiten más cosas allí (Rumania) todavía. He actuado en la tele y era todo más permisivo. Creo que España ahora está pasando por un momento de censura, aunque yo lo ignoro. Yo hago lo que me da la gana y creo que esto también me ha llevado aquí porque he confiado. Pero en Rumanía son más permisivos. Se ríen de lo mismo, pero mucho más. Es mucho más bruto todo.
Te encuentras de gira con el monólogo Una rumana muy legal ¿Qué se va a encontrar el público en este espectáculo?
El show se llama Una rumana muy legal y la palabra “muy” está tachada, con lo cual es como que no soy tan legal tampoco. Hablo mucho de prejuicios, pero hablo de un montón de cosas más. Justo mi show tiene que ver con que no todo el rato tengo que decir que soy rumana, que estoy harta de decir. De hecho, el nuevo texto va de que soy española.
Soy más española que los españoles. Como que hablo en pesetas. Se recibe muy bien en España porque yo he vivido en Andalucía: sabes que el humor ahí es como que tienes que ser gracioso, sí o sí. Entonces he mezclado un poco mi carácter con todo lo que aprendí en Andalucía. Y funciona el monólogo en toda España. Está adaptado debido a nuestras expresiones… Y luego, al margen de todo, de lo de rumana, pues explico cómo me siento yo como mujer en la sociedad, o cómo veo yo las cosas.
¿Se reconoce como se debería el papel femenino en la comedia, o aún queda camino por recorrer?
Sí, lo noto mucho. Y además, no sabes el piropo que me echan (mientras hace el gesto con los dedos de entrecomillado). El piropo que más he oído es: “molas mucho, tu humor es de hombres”… Y yo digo: Hay muchas mujeres como yo que somos muy brutas y muy bestias. Pero no bestia-hombre, bestia-mujer. Yo tengo amigas como yo, que hablan así y se toman las cosas así.
Lo que sí que he visto es que, a diferencia de hace diez años, muchísimas compañeras llenan salas, con 2.000 personas cada semana, que es una cosa ya… Lo siento, hemos adelantado por la derecha a algunos. Pero a mí me gusta mucho cuando me preguntan: ¿qué cartel te parece el ideal? Pues mitad y mitad: si somos seis, tres chicas y tres chicos, y que gane el mejor. Es decir, si hay un casting para entrar en show, que no lo suele haber, pero si lo hubiera, pues vamos a ver quién es el mejor.
¿Has tenido ocasión de adentrarte en la figura y obra de Berlanga?
He visto algo de cine. A ver… Yo vengo de recoger naranjas y limpiar casas. Cuando me metí en la profesión me puse a ver un montón de cosas porque amaba el cine en general, pero me tuve que especializar y sé quién es Berlanga. Sé quién es su hijo. He visto su cine y hago cine también. Entonces me ha parecido que el nombre es como que te da prestigio y todo. Mis amigos españoles que no están en esta profesión comentan que es una buena señal que los premios se llamen Berlanga. Y el humor y todo lo que ha hecho él, cómo ha conseguido las cosas…
FIORELLA FALTOYANO
Vienes por Disculpa las molestias, nominada a Mejor serie en la II edición de los Premios Berlanga al Humor ¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar en este proyecto?
Ha sido muy divertida. Con los compañeros que tengo, no tiene más remedio que ser divertida. Y luego es un muy buen guion… Yo tengo un personaje que no es demasiado largo, pero es muy importante y me gusta mucho. Entonces ha sido un paseo, la verdad.
¿Cómo ves que se hagan este tipo de premios? Teniendo en cuenta que no es muy habitual que se dé un galardón a la comedia.
Todo el mundo valora mucho el drama, los personajes torturados y ese tipo de cosas. Y hacer reír es muy complicado, y en los tiempos que vivimos mucho más. Me parece muy bonito que se valore como debe ser la comedia, el humor, las interpretaciones de humor, a los humoristas… Es muy bonito, una muy buena iniciativa.
Eres uno de los grandes rostros del cine de la Transición ¿Qué recuerdos te vienen de aquella época?
Lo recuerdo con mucha emoción, porque eran momentos muy complicados de la vida política española y estábamos haciendo un tipo de cine muy pegado a la realidad. Era casi una crónica social del momento que estábamos viviendo. Retransmitíamos en directo las emociones y los problemas que se vivían en ese momento. Yo tengo un recuerdo maravilloso, francamente, y creo que si se revisitan esas películas, que ya son casi históricas, se tendría una idea muy clara de lo que fue ese momento.
¿Qué significa para ti la figura de Berlanga?¿Ha influido en tu cine?
Ha sido uno de los directores más geniales que ha dado España. Yo tuve la suerte de trabajar con él, pero como actor, no director. Como realizador nunca me llamó, pero hice una película en la que él hacía un personaje de actor, y muy gracioso. Hacía de director de cine porno y era muy divertido.
Era una película que se llamaba La pálida luz de la luna. Luego le he tratado, también a sus hijos, y me parece que es uno de los imprescindibles de nuestro cine. Me hace mucha ilusión, aunque no me has preguntado, haber estado nominada a algo, porque yo nunca he estado nominada a nada: me han dado un premio o no me lo han dado, pero nominada no había estado nunca y ¡Oye!, me siento como emocionada.