Aprovechando el estreno de la tercera temporada de su folclórico podcast ¡Ay, campaneras!, en FlixOlé preguntamos a la investigadora y divulgadora Lidia García por sus películas favoritas del cine español. La también colaboradora de RNE y La Ser nos propone un recorrido repleto de musicales y documentos cinematográficos históricos.
«Tiene mucho valor histórico, ya que es uno de los primeros largometrajes escritos por una mujer. Me interesa también por cómo Rosario Pi le da la vuelta a la obra de Penella: cuenta la misma historia, pero la centra en la perspectiva femenina, convirtiendo al personaje en una mujer con mucho más arranque. Pone al espectador en los ojos de ella»
«Puede ser de las películas que más me disloca del mundo. Sólo hay una cosa mejor que una Imperio Argentina, dos Imperio Argentina. Me parece sorprendente hacer de dos mujeres con el mismo aspecto, los equívocos que generan… Es una especie de ‘Tú a Londres y yo a California’ en la España de los años 40. También destacar cómo encastra las diferencias de clase social al hacer de noble y tonadillera. Los números musicales son una pasada ¡Me encanta! Le tengo mucha pasión»
«Una comedia un tanto más elevada. Divertida, con reminiscencias del screwball comedy. Mucha gente que no está familiarizada con el cine español, se sorprende al ver esta película. Toca igualmente el tema de la fama, que me interesa especialmente»
«Llegan las navidades y ¿cómo no te vas a ver Plácido? Es de las mejores pelis españolas de la historia, y por eso sale siempre en los rankings. Es disfrutable desde el primer minuto»
«Es un cuadro de película. Me parece, aunque no fuese su intención, muy divertida. Es un documento histórico: es la primera vez que se hace algo así en España, y con Bárbara Rey y Rocío Dúrcal»
«Es la película más importante de mi vida. Imperfectamente perfecta. Me parece que es estupenda. Las anécdotas de rodaje también le confieren un aura mítica, desde el bajo presupuesto con el que contaba, el contrato con Columbia y las denuncias que tuvieron por el aristócrata ruso que interpretó Alfredo Mayo. Había un señor de verdad, descendiente de los Románov, que venía a España porque le gustaba mucho la fiesta y las cupletistas; sintió que se le estaba parodiando y llevó la película a juicio. Al margen de ello, los números musicales te amenizan la tarde. Es muy importante porque trajo de vuelta el cuplé a España décadas después de que el género tuviese su esplendor»
«¿Qué voy a decir? Este tipo de humor es alimento para mi alma. Tengo amistades basadas en citar momentos de esa película»
«Una especie de fin de época. Es el culmen del cine musical de corte folclórico. Todo un hito con las que figuras que salen… Saslawsky sacó a las ‘tres mi armas’. Había leído sobre la duración de los números musicales que tenían cada una, los cronometré y, efectivamente, todas tenían los mismos minutos. Tomaba como referencia el cine de Hollywood en el espectáculo, los colores… Llegó cuando había un agotamiento del cine folclórico y es un poco el fin de fiesta»
«Fue una fantasía. Está hecha para el lucimiento de Lola Flores, aunque no es la típica para el lucimiento de una estrella protagonista, ya que es absolutamente coral. Es una especie de ‘Las Leandras’, con una música increíble. Por ejemplo, el “cómo me las maravillaría yo” es una canción que ha tenido una vida propia, sobrepasando a la de la película. Sólo eso se puede utilizar como gancho para ver la película. Es quizá la película más camp de la época»
«De las mejores de su época, con esa manera de jugar con la realidad y la ficción, esa disección del amor, con un ejercicio actoral increíble de los dos. Tiene todos los ingredientes para fascinar a cualquiera»
«Aprovechando que la habéis metido en FlixOlé. Es la fantasía de hacer una España negra con forma de zarzuela, con tintes de ‘La Celestina’ y momentos surrealistas. Fue una apuesta divertidísima, que preludia algunas cosas de ‘Amanece, que no es poco’»