Recordando ‘Vestida de azul’ (1983), el documental pionero del cine español sobre el colectivo trans

FlixOlé homenajea 'Vestida de azul', el documental sobre seis mujeres trans que hizo historia

Para la madre de Lorenzo, vivir en la España de la guerra y la posguerra, quedarse viuda joven y tener que criar ocho hijos en una de las provincias más precarias del país -Cádiz- no era tan terrible como lo que llamaba “el mal suceso” de su vida. Esa tragedia aún mayor era la siguiente: su hijo Lorenzo, el cuarto, había dejado de responder a ese nombre, se había puesto unos tacones, una raya en el ojo y había comenzado una nueva vida en Madrid como mujer, el género con el que se identificaba. 

Una vida que, sin embargo, a principios de los 80 no tenía más salida que la prostitución, los cabarets o, en casos ya muy desdichados, la cárcel. Pero al menos podía ser ella, al menos ya no estaba encerrada. Ni tampoco sola: mujeres como Reneé, Eva -antes Francisco- o Tamara- que nació siendo Juan- habían seguido el mismo camino y estaban ahí, contando sus experiencias en el Palacio de Cristal del Retiro mientras la atenta cámara de Antonio Giménez-Rico las observaba.

No sabían que estaban a punto de hacer historia: meses después se estrenaría en San Sebastián Vestida de azul, documental pionero en temática trans del cine español. Y con ello, la catarsis: tras una vida marcada por las humillaciones y el desprecio, estas seis mujeres iban a ver cómo el público del Festival las ovacionaba durante más de diez minutos al término de la proyección.

Un documental que nunca pasa de moda

Ahora que Valeria Vegas y Los Javis acaban de estrenar la serie Vestidas de azul, basada en la novela de Vegas que, a su vez, se inspiró en las vidas de las protagonistas del documental de Giménez Rico, es buen momento para rendir homenaje a esta obra inédita de nuestro cine que cumplió 40 años de su estreno a finales de 2023.

Una efeméride que no deja de asombrar dado el contexto en el que surgió el proyecto: recién finalizada la dictadura, y al margen de acercamientos como el de Jaime de Armiñán con Mi querida señorita, en el cine español no se había hecho ninguna aproximación tan realista y honesta como la de esta obra, hoy de absoluto culto en nuestra cinematografía.

En palabras de su director Antonio Giménez-Rico, el proyecto que desembocó en Vestida de azul estaba pensado, en primer lugar, como un largometraje de ficción con personajes trans. Sin embargo, para entender mejor aquel mundo que a él -y a la inmensa mayoría de españoles- le era ajeno, quiso documentarse por medio de entrevistas con personas del colectivo.

Se dio cuenta de que la mina de oro estaba ahí, en la verdad y el sufrimiento que tenía cada palabra, cada historia de estas seis mujeres. Habían sido elegidas entre un nutrido casting por lo destacado de sus perfiles en lo respectivo a sus vivencias y particularidades a la hora de pensar; sin embargo, Giménez-Rico no pudo encontrar a ninguna que no se dedicase a la prostitución. “Si no hay trabajo para personas normales y corrientes, ¿va a haber trabajo para nosotras?”, llega a decir una de las protagonistas.

El legado de 'Vestida de azul'

Hoy ya solo dos de las seis partícipes de Vestida de azul viven para contar que “su” documental formó parte de uno de los ejercicios más valientes jamás vistos en el cine español. Que sus relatos removieron conciencias y abrieron mentes respecto a un tema sobre el que, todavía hoy, queda mucho camino por recorrer. 

Nos emocionó Renée confesando a sus padres que “había cambiado” a través de una carta porque no se atrevía hacerlo en persona; llevaba dos años hormonándose, el tiempo que llevaba sin verlos. También nos sorprendió la lucidez de Nacha cuando argumentaba ante su párroco el porqué ella también se consideraba una hija de Dios siendo trans. Y sentimos impotencia por el drama de Tamara: gitana y transexual (marginada por partida doble), y con una infancia marcada por los palos y el rechazo de sus padres. 

...Y si te has quedado con ganas de más