Llega un Halloween de película. El 31 de octubre. La noche en que las almas errantes pasean por el mundo de los vivos. La fecha más esperada del año para los aficionados al cine de terror. El momento ideal para organizar nuestras agendas alrededor de nuestros horrores favoritos. Y FlixOlé no podía faltar a la cita. Tenemos el calendario marcado en rojo profundo y hemos organizado varias colecciones en torno al 31 de octubre.
Pioneros del terror, películas adelantadas a su tiempo que exploraron el horror en los inicios del medio. Terror en VHS, el boom del cine de género, una explosión de creatividad y producción. Truco o trato, una selección de nuestros terrores modernos favoritos. No es necesario hacer un pacto con Satanás para acceder a estos títulos, basta con una suscripción y leer atentamente nuestras recomendaciones de cara a vuestros maratones.
La Torre de los siete jorobados (Edgar Neville, 1944)
En 1944, Edgar Neville creó una de las obras maestras del fantástico español adaptando la novela homónima de Emilio Carrere. La torre de los siete jorobados, una aproximación castiza al expresionismo alemán que convierte al Madrid de la época en un purgatorio de almas errantes. El joven Basilio aspira a tener una vida mejor para poder conquistar el amor de La Bella Medusa.
Tras gastar su última peseta, se topa con el misterioso fantasma del Doctor Mantua. Éste le ayuda con una condición, debe rescatar a su sobrina, Inés, de una enigmática sociedad secreta. A mitad de camino entre la comedia romántica y el fantastique, supuso un gran avance para el tratamiento del género en nuestro país.
Neville, hijo de un ingeniero inglés y una aristócrata, se crió en el Hollywood entre la generación del 27 y el Hollywood de Chaplin. De su conocimiento del cine americano de la época extrajo su capacidad de crear atmósferas. Comparada a menudo con Metrópolis (Fritz Lang, 1927), se convirtió en un hito del cine fantástico y en eterno título de culto de nuestra filmografía.
La semana del asesino (Eloy de la Iglesia, 1972)
Una de las películas más castigadas por la censura y convertida en título de culto en el extranjero. Eloy de la Iglesia creó uno de los grandes asesinos en serie de la historia de nuestro cine. La semana del asesino se estrenó tras un rosario de problemas en su producción en el año 1972. Vicente Parra, un trabajador de un matadero a las afueras de Madrid mata accidentalmente a un taxista. Su novia intenta convencerle para que se entregue a las autoridades. A partir de ese momento, se genera una espiral de crímenes, violencia y perdición, inédita hasta entonces en el cine español.
De la Iglesia le metió un gol a las instituciones franquistas con esta cinta que bascula entre el terror y la crítica social más áspera. Un alegato contra la represión tanto social, económica como sexual. La censura no supo ver que De la Iglesia estaba colando una historia homosexual en una aparente película de terror. Una pesadilla tan sórdida como la España de la época.
¿Quién puede matar a un niño? (Chicho Ibáñez Serrador, 1976)
Decía Alfred Hitchcock que mejor no trabajar con niños o con perros. Uno de los grandes tabúes del cine. Si quieres provocar la reacción del espectador, saca a un infante o a un cánido… ¿Pero qué ocurre cuando aquello que es adorable se convierte en temible? Chicho Ibáñez Serrador fue algo más que un cineasta. Un agitador de las masas. Un creador casi renacentista que supo extender sus tentáculos por diversos medios. Alguien que era capaz de tocar las teclas adecuadas en la cultura pop del momento. ¿Quién puede matar a un niño? nace de violentar lo sagrado. De cuando lo inocente se transforma en demónico y te obliga a ponerte a su nivel.
Áspera y asfixiante como sólo el terror de la década de los 70 podía ser. El cineasta de origen uruguayo dirigió una de las películas de género más influyentes de todos los tiempos. Y nos permitió que el terror más puro también se podía encontrar en el rostro de un niño. Un clásico incuestionable.
Holocausto caníbal (Ruggero Deodato, 1980)
Una carátula VHS censurada hizo más por toda una generación que cualquier campaña publicitaria. El fruto prohibido de muchos adolescentes durante varias décadas. Una película tan polémica que llegó a protagonizar un juicio real sobre el destino de sus protagonistas. Holocausto caníbal no inventó el subgénero de películas de caníbales, hizo algo mucho más revolucionario. El cineasta italiano borró las líneas entre ficción y realidad. ¿Lo que están viendo mis ojos es cierto o forma parte de una película? No era la vida en directo era la ficción en diferido, el nacimiento del found footage.
La historia es conocida por todos. Cuatro jóvenes documentalistas se adentran en la selva amazónica y desaparecen. Se encuentran los rollos de metraje que rodaron mientras observan a las tribus indígenas. Lo que en principio eran víctimas, pasan a ser verdugos. La crueldad de la civilización contra el primitivismo más tabú. ¿Hasta dónde serías capaz de llegar por conseguir la imagen más impactante?
Muertos y enterrados (Gary Sherman, 1983)
Gary Sherman es uno de esos nombres que se han convertido en sinónimo de series B. Películas de modesto presupuesto que se elevan por encima de sus posibilidades. Partiendo de una idea de Dan O Bannon, responsable de Alien que renegó del mismo en las primeras etapas del proyecto. La llegada de un forastero a una extraña localidad desencadena una serie de muertes. El sheriff local se verá obligado a investigar cuando sus sospechas apunten hacia los posibles asesinatos.
Con la participación de Stan Winston y una fotografía de lujo de Steven B. Porter, Muertos y enterrados construye una atmósfera malsana. La violencia se desata de la forma más pesadillesca posible. Una banda sonora a cargo de Joe Renzetti que encapsula la locura de la película… Y sobre todo la escena para el recuerdo de la enfermera y su particular remedio para la conjuntivitis.
Angustia (Bigas Luna, 1987)
Antes de convertirse en el maestro del erotismo del cine español, Bigas Luna fue un reputado director de género de culto. Caniche y Bilbao respondían a sus inquietudes personales y cinematográficas. Exceso, voyeurismo, sensualidad, esoterismo… Pero fue en Angustia donde dio un gran paso como realizador. John es oftalmólogo pero tiene una curiosa debilidad… Colecciona ojos. Por si fuera poco, la presencia castradora de su madre condiciona toda su vida.
Vidas fantasmagóricas que irán a confluir a un mismo destino, una sala de cine. El efecto hipnótico de las imágenes proyectadas en la pantalla ejercerá en ellos un extraño poder. Un poderoso ejercicio de metacine donde el terror y la fascinación por lo prohibido, se dan la mano.
Aparecidos (Paco Cabezas, 2007)
El pasado es un arma de doble filo. Por un lado, nos permite rememorar momentos maravillosos pero por otro, los recuerdos condicionan nuestro presente. El pasado está muy unido a la figura de los fantasmas. Ecos de un tiempo pretérito que se repiten en un momento que ya no les pertenece. Paco Cabezas se lió la manta a la ídem y se fue a Argentina a rodar su ópera prima. Una historia sobre otorgar voz a los que ya no la pueden tener.
Una historia con las desapariciones de la dictadura argentina como catarsis. Dos hermanos que se reúnen para aclarar su pasado. Un diario como ruta para un viaje que les cambiará para siempre. Un país con la necesidad de cerrar heridas y sanar para siempre. Aparecidos es uno de los debuts más estimulantes de las últimas décadas y una película a reivindicar.
Dictado (Antonio Chavarrías, 2009)
Cuidado con lo que deseas porque se puede convertir en tu peor pesadilla. Daniel (Juan Diego Botto) y Laura (Barbara Lennie) desean un hijo con todas sus fuerzas. Por desgracia para la joven pareja, no pueden tenerlo de manera natural. Un día, una misteriosa niña aparece en su vida y deciden adoptarla. Cuando cierta normalidad parece establecerse en su vida, una presencia del pasado irrumpirá y trastocará toda su vida.
Antonio Chavarrías dio un giro de 180º a su carrera con Dictado. Un largometraje sobrenatural de anhelos perdidos, historias cruzadas y cosas que nunca se dijeron. Los fantasmas reales y los del más allá se entrecruzan en una historia con un pie en ambos mundos. Presentada en el Festival de Berlín de 2012. Una película a descubrir.