
Las playas de los 50, invadidas por turistas franceses, ingleses, alemanes y suecos, contribuyeron al cambio de nuestros hábitos y ampliaron nuestro horizonte. Ese contacto con otra modernidad, la que traía desde el bikini a las revistas ilustradas, pasando por el rock y las discotecas, cambió para siempre el país, que desde entonces se planteó como objetivo ser absolutamente moderno. Y serlo significaba sol y playa, verano y turismo.
Hasta tal punto entró la idea del veraneo en nuestro imaginario que se convirtió en un subgénero de la comedia. De ahí surgieron las películas que mostraban los anhelos y las fantasías de cualquier español medio: pagarse unas vacaciones en Benidorm, Torremolinos o Salou.
Marisol rumbo a Río
Celebra la llegada del verano, el turismo y nuestra riqueza cultural con el ciclo “Veraneo a la española”. A través de éste podrás disfrutar de auténticos clásicos del cine español como “Marisol rumbo a Río“, de Fernando Palacios. En esta película, Marisol viaja a Brasil para encontrarse con su hermana gemela. El largometraje nos ofrece una escena final, en lo alto del Corcovado, que ha quedado grabada en el imaginario colectivo.
Verano 70
Ambientada en Benidorm, la famosa localidad costera alicantina a la que acuden numerosas familias a veranear, la película “Verano 70” relata no solo los preparativos del viaje y las anécdotas que se suceden antes de instalarse en los apartamentos, sino también muestra el regreso de los maridos a la ciudad sin sus esposas y sus infructuosos intentos de ligar.
La playa de las seducciones
En este ciclo estival se incluyen algunas de las comedias más populares de las décadas de los 60 y 70, en las que el verano y el sol son elementos esenciales de la trama y la comicidad. Un ejemplo de ello es el largometraje “La playa de las seducciones“. La cinta nos lleva a un hotel de lujo de La Manga del Mar Menor en el que todo el personal se muestra expectante ante la llegada de un hombre adinerado que ha reservado la mayor parte del complejo para pasar sus vacaciones.