10 interpretaciones icónicas de actrices españolas

El próximo 27 de febrero FlixOlé estrena cuatro colecciones dedicadas a las mujeres de nuestro cine.

También actrices que contribuyeron a que grandes cintas se convirtieran en obras maestras. En cuanto a nuestras intérpretes, ¿habría sido igual de redonda La tía Tula sin Aurora Bautista? ¿¡Ay, Carmela! sin Carmen Maura? ¿Alas de mariposa sin Silvia Munt? En este artículo nos centramos en diez películas, diez momentos estelares en la carrera de diez actrices españolas que, a su vez, nos servirá para reivindicar sus figuras. Mujeres que han engrandecido nuestro cine con actuaciones memorables.

Susana Canales en 'Cielo negro' (Manuel Mur Oti, 1951)

Una de las grandes figuras femeninas del cine español de los 50 y 60 nos regaló su mejor interpretación en Cielo negro, la considerada como obra maestra de Manuel Mur Oti. Susana Canales, quien hizo buena parte de su carrera en Argentina, da vida en esta película a Emilia, una joven huérfana de padre que basa su vida en el trabajo y el recogimiento junto a su madre. Está locamente enamorada de Ricardo (Luis Prendes), y la ilusión de su vida llega cuando este la invita a la verbena. Cegada de amor —su miopía es una de las claves de la película—, vivirá una noche de emociones tan intensas como el cambiante cielo de la ciudad.

La ilusión, la decepción, la desesperación, la precariedad, la culpa… todos los grandes temas de la película están en los ojos de Susana Canales en una interpretación que le valió el premio especial a mejor actriz en las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos en su edición de 1951.

Julia Gutiérrez Caba en 'Nunca pasa nada' (Juan Antonio Bardem, 1963)

No podía faltar en esta lista una de las grandes actrices de la historia de nuestro país, tanto en teatro, televisión y cine. Aunque perfectamente podríamos reseñar su papel en You’re the one (Una historia de entonces), el cual le sirvió para recibir el Goya a mejor actriz de reparto en 2001, nos remontamos a 1963, año en el que hizo de Julia en Nunca pasa nada

Algunos calificaron a esta película como la “calle menor” de Juan Antonio Bardem, dado que contenía algunas similitudes temáticas con Calle mayor. No obstante, Nunca pasa nada es también una enorme película con entidad propia, y buena parte de esta culpa la tienen sus actores. A Antonio Casas y Corinne Marchand se le suma la presencia de Julia Gutiérrez Caba, quien interpreta a la esposa del médico Enrique (Casas) en una pequeña ciudad donde “no pasa nada”. Cuando una imponente actriz francesa llega enferma a la ciudad, Enrique la cuida y se enamora locamente de ella. Es aquí donde Gutiérrez Caba tiene que afrontar el papel de una mujer incrédula, permeable a los cuchicheos de la gente y sin el suficiente valor para enfrentarse a la realidad.

Aurora Bautista en 'La tía Tula' (Miguel Picazo, 1964)

Un año después de Nunca pasa nada llegaría otra obra imprescindible del cine español con una interpretación femenina formidable: la de Aurora Bautista en La tía Tula, bajo la dirección de Miguel Picazo. Esta adaptación de la novela homónima de Unamuno nos presenta a una familia cuya madre, una mujer joven, ha fallecido. Y quien se encarga del marido y los dos hijos es Tula, una mujer soltera, muy religiosa y recatada que lo dará todo por ellos.

La interpretación de Aurora Bautista en el papel de una mujer tierna y severa al mismo tiempo, mandona y abnegada a la vez que reprimida por no exteriorizar sus deseos “pecaminosos” es, sencillamente, memorable. Un personaje, el de Tula, que nos da muchas pistas acerca de la situación de la mujer en la España de entonces. Bautista se hizo con el premio a mejor actriz por el Sindicato Nacional del Espectáculo. Una carrera de la que también podemos destacar su papel en Condenados (Manuel Mur Oti, 1953) o en películas como Amanece, que no es poco Tiovivo c.1950.

Lina Canalejas en 'El mundo sigue' (Fernando Fernán Gómez, 1965)

La siguiente interpretación que nos dejó fascinados bien podría servir para un premio ex-aequo entre dos actrices: Lina Canalejas y Gemma Cuervo en El mundo sigue, la película de Fernando Fernán Gómez que él mismo también protagonizó. Las actrices dan vida a dos hermanas (Eloísa y Luisita) cuyo odio y envidia mutua afecta a toda una familia con graves problemas ya de por sí.

Eloísa (Lina Canalejas) está casada con Faustino (Fernando Fernán Gómez), un patán que gasta el dinero de su familia en apuestas y quinielas. Por su parte, Luisita (Gemma Cuervo), tiene un mayor éxito económico al rodearse de hombres adinerados. Esta última se regodeará en la ruina que asola a su hermana, pero no sabe que las consecuencias pueden ser fatales…Si quieren explorar los límites del rencor en el cine, no duden en acudir a Lina Canalejas y Gemma Cuervo en esta película que se topó de lleno con la censura franquista. 

Amparo Soler Leal en 'El crimen de Cuenca' (Pilar Miró, 1980)

El Crimen de Cuenca es una película histórica de nuestro cine no solo por su valor cinematográfico, sino por ser la única película española censurada en democracia. Pilar Miró dirigió esta escalofriante y arriesgada cinta basada en el no asesinato ocurrido en Osa de la Vega en 1913, donde dos personas inocentes fueron encarceladas y torturadas injustamente por las autoridades.

Retrato de una españa negra donde, además de José Manuel Cervino y Daniel Dicenta, quienes dan vida a los acusados, hace una interpretación estelar Amparo Soler Leal en la piel de Varona, esposa de una de ellos. Personaje secundario pero fundamental en el drama; la tortura psicológica que sufre, siempre abrazada a su bebé, es casi tan dura como la tortura física en la piel de los condenados. La actriz también nos fascinó en Mi hija Hildegart, Las bicicletas son para el verano,en drama, o comedias como Usted puede ser un asesino o La escopeta nacional.

Lola Herrera en 'Función de noche' (Josefina Molina, 1981)

¿Documental o ficción? Lo único que está claro es que interpretarse a sí misma es un ejercicio muy valiente. Y más si es sobre tus asuntos más personales. Hablamos del papel de Lola Herrera en Función de noche, una de las películas más especiales de la historia del cine español. Josefina Molina dirigió esta obra en la que su protagonista, entre representaciones de ‘Cinco horas con Mario’, recibe la visita de Daniel Dicenta (actor y su ex-pareja en la vida real) y hablan de su proceso de separación, su vida juntos y las oportunidades perdidas. Dos actores desnudándose por completo en una cinta inédita, extraña y embriagadora que destila verdad en cada minuto del metraje.

Lola Herrera estuvo nominada a mejor intérprete del cine español en los Fotogramas de Plata de 1981 por este magnífico papel.

Verónica Forqué en 'La vida alegre' (Fernando Colomo, 1987)

No nos podíamos olvidar de la comedia, y mucho menos de una de nuestras grandes actrices de las últimas décadas. Verónica Forqué fue una maestra en el arte de hacernos reír, o de hacernos reír y emocionarnos al mismo tiempo como en El tiempo de la felicidad. Sin embargo, nos quedamos con su papel en La vida alegre, la comedia de Fernando Colomo por la que consiguió el premio Goya a mejor actriz principal. Uno de sus cuatro premios Goya; recordemos que es la actriz con más “cabezones” junto a Carmen Maura, quien también aparece en esta lista.
Divertida, entrañable y natural, Verónica Forqué nos regaló en La vida alegre una de las mejores interpretaciones de su carrera. Pura comedia madrileña de enredo, junto a Antonio Resines formando un dúo principal que hizo de esta película todo un icono de los 80, al igual que en Sé infiel y no mires con quién (Fernando Trueba, 1985), película que ambos protagonizaron junto a Ana Belén, Santiago Ramos y Carmen Maura.

Carmen Maura en '¡Ay, Carmela!' (Carlos Saura, 1990)

Forqué y Maura tienen muchas cosas en común: 4 premios Goya cada una, ambas “chicas Almodóvar”, iconos del cine español desde los años 80…
De Carmen Maura podríamos destacar infinidad de papeles, como los que surgieron de su vínculo con Álex de la Iglesia (La comunidad800 balasLas brujas de Zugarramurdi…), también películas como Tata MíaClara y Elena…¡Pero qué maravillosa estuvo en Ay, Carmela! En esta comedia dramática de Carlos Saura sobre artistas ambulantes durante la Guerra Civil, la actriz es pura pasión, rabia y carácter; incluso es capaz de enamorarnos con sus números musicales. Un contrapunto perfecto al personaje al que da vida un gran (e inédito en estos registros) Andrés Pajares. La película arrasó en los premios Goya, con 13, incluyendo el de mejor película, dirección, actor y actriz principal.

Silvia Munt en 'Alas de mariposa' (Juanma Bajo Ulloa, 1991)

Silvia Munt le tocó en Alas de mariposa un papel oscuro y complicado: dar vida a una madre que odia a su hija desde el momento de su nacimiento. En esta excelente ópera prima de Juanma Bajo Ulloa no hay lugar para la ternura, y así lo consiguieron transmitir Munt, Susana García y Laura Vaquero (las dos últimas, encargadas del papel de hija en la infancia y adolescencia). La interpretación de Silvia Munt fue aplaudida por la crítica, el público y la Academia de Cine, quien otorgó a la actriz el premio Goya a mejor interpretación femenina por esta película.
Este fue el punto de inflexión en la carrera de Silvia Munt que, no obstante, ya había tenido papeles importantes en Akelarre (Pedro Olea, 1984) o Pares y nones (José Luis Cuerda, 1982).

Terele Pávez en 'La comunidad' (Álex de la Iglesia, 2000)

Una de las comedias más locas y trepidantes del cine español. La comunidad es la gran obra maestra de Álex de la Iglesia junto a El día de la bestia. De su coral reparto, y si antes hacíamos mención a la interpretación de Carmen Maura (con la cual obtuvo el premio Goya), tendríamos que sumar, sin duda, el papel de Terele Pávez. La veterana actriz consiguió infundirnos auténtico terror (y diversión) en su papel de vecina histérica en busca del botín. Para el recuerdo la mítica escena, al final de la película, donde ambas actrices tienen un duelo a muerte en la azotea de uno de los edificios más emblemáticos de Madrid.
Sin embargo, el único premio Goya de la carrera de Terele Pávez llegaría unos años más tarde, de nuevo con Álex de la Iglesia: en Las brujas de Zugarramurdi. Otro papel de malvada, un registro en el que pudo sacar lo mejor de sí misma. Una de las grandes secundarias de la historia del cine español de la que también recordamos su papel en Los santos inocentes.

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