No había manera de coincidir: Aitor Merino, la hermana de éste y sus padres apenas se veían, por lo que organizaron un crucero para solucionarlo. Así surgió Fantasía, un viaje por el tiempo.
¿Tus padres son tus personas favoritas?
Aitor Merino: No sé si son mis personas favoritas, pero desde luego sí que están entre ellas. Pero, ahora que lo pienso realmente, sí que lo son. No sólo eso, sino que son las personas a las que más debo: estoy en este mundo gracias a ellos; además, me han creado mucho amor.
¿De dónde viene el título? Cuando estás contando algo tan real, ¿por qué el nombre de Fantasía?
Aitor Merino: Hace seis años mi hermana vivía todavía en Ecuador, donde llevaba más de veinte años. Yo me fui muy jovencito a Madrid, y mis padres vivían en Iruña, Pamplona. Entonces, juntarnos era una tarea bastante complicada, porque mi hermana tenía que venir desde Ecuador, viajar yo desde Madrid… El caso es que organizamos un viaje que a todos nos hacía mucha ilusión: un crucero. Y cuando supimos el nombre del crucero, a mi hermana y a mí se nos despertó la imaginación porque el barco se llamaba “Fantasía”. Entonces llevamos las cámaras y así empezó todo.
De alguna manera, la película es un homenaje. Un retrato amoroso”
No tenía ni idea de qué iba a tratar esta película, solo sabía que era una situación bonita y especial. Al principio, empecé grabando todas las cosas del barco, que era lo que me llamaba más la atención: los demás cruceros, el oropel… esa atmósfera en la que te tratan como a un millonario de postín.
Pero, desde el principio, la cámara siempre miraba hacia mis padres. Enseguida me di cuenta de que lo que más me llamaba la atención, lo que yo quería capturar, era a mis padres. Y bueno, tomamos como nombre de la película al barco; al mismo tiempo, eso fue una invitación para hablar de lo contrario: de la realidad. Después del viaje, mi hermana volvió a Ecuador, yo a Madrid y, cuando llegaron las navidades, decidí tomar la cámara y empezar a grabar el día a día de mis padres, y la realidad de sus vidas como personas mayores.
La película está compuesta de pequeños momentos cotidianos que, en apariencia, no tienen nada de especial. Pero durante este tiempo, y conforme van cumpliendo los años, me voy dando cuenta del enorme valor de seguir teniendo a mis padres, de que estén todavía en el mundo y de seguir aprendiendo de ellos, disfrutar de su amor y devolverles todo ese amor que me han dado. De alguna manera, la película es un homenaje. Un retrato amoroso.
¿Qué es lo que aprendiste en tus anteriores proyectos a la hora de abarcar este?
Aitor Merino: De Asier ETA biok (Asier y yo) aprendí muchísimas cosas. A confiar en que lo mejor que puedes hacer es poner la cámara y dejar que ocurran las cosas, sin forzarlas. Eso para un documental es muy importante. También confiar que lo que ocurre delante de la cámara puede tener un significado que, a primera vista, no habías percibido. Me quité el miedo a desnudarme de alguna forma. A abrir mi corazón y contar las cosas tal y como las siento, y no sentir pudor. Y si siento pudor, seguir adelante, porque con pudor no se hacen bien las cosas.
Lo que ocurre delante de la cámara puede tener un significado que, a primera vista, no habías percibido”
Me imagino que habrás venido más veces al Festival de Málaga ¿Qué supone para ti este regreso, y con esta película?
Aitor Merino: Pues sí, yo había venido de invitado a Málaga casi siempre como actor, pero venir ahora a presentar esta película, a estrenarla en la sección oficial, y además abriendo esta sección oficial, es un lujo para mí. Además han venido mis padres y mi hermana. También está todo el equipo: Ainhora Andraka y Zuri Goikoetxea, con quienes hemos hecho el guion y el montaje de la película; las productoras, con todo el equipo de Vitrine, el de Freak… Todo el equipo está aquí en Málaga para presentar Fantasía en el Festival.
Háblanos de tu pasado como actor. De las películas que tenemos en FlixOlé ¿nos puedes decir algo de cada una de ellas?
Aitor Merino: ¡Guau! Tengo un gran recuerdo de todas estas películas.
A Galope Tendido fue una de las pocas películas en las que yo fui protagonista absoluto; la grabamos en el año 2000, en León, y guardo unos recuerdos increíbles. Además, es una película que, en su día, no tuvo mucho éxito a nivel de taquilla y de público. Pero creo que es una película que ha envejecido muy bien. Tenía un sentido muy tierno y estaba fenomenal. Ahí trabajé con un gran reparto: Sancho Gracia, Ana Álvarez…
Cascabel es otro gran recuerdo. Es del año 2000 también… Sobre la película, Daniel Cebrián es un gran amigo mío y esa era su ópera prima. La grabamos en Sacedón, en Guadalajara, y narra la historia de una chica joven a la que su padre le pone un cascabel para tenerla controlada. Pero claro, ella se enamora. Es una preciosa película.
Canícula es otra película de la que tengo un grandísimo recuerdo…¿también del año 2000? ¡Pues mira si trabajé yo en ese año! Ya podría haber trabajado tanto luego (risas). La película toma el título porque transcurre en el verano madrileño, ese verano en el que suele haber calor, ruido de obras y donde pasan cosas muy extrañas. Y es una comedia con un sentido del humor bastante negro, con un guion muy inteligente. Cuando yo lo leí, pensé: “de aquí va a salir una gran película”. Y es una película que recomiendo de verdad. Está dirigida por Álvaro García Capelo y tiene un reparto muy interesante.
Luego está Horas de Luz: peliculón. La dirige Manolo Matji, con quien trabajé por primera vez en un capítulo de la serie Crónicas del Mal. Creo que es una de sus mejores películas, y eso es mucho decir. Trata la historia de Garfia, un hombre que entra en prisión tras cometer un asesinato. Pero en prisión va aprendiendo de la vida y toma conciencia de lo que ha hecho. Después se enamora de una de las médicas de la prisión, encarnada por Emma Suárez, y están los dos increíbles. Yo hago de funcionario de prisiones un poco “capullín”.
Y luego está Historias del Kronen. Qué voy a decir. El año pasado se cumplieron 25 años de su estreno. Quien no la haya visto, sobre todo la gente joven, se la recomiendo porque seguro que la disfruta.
Después de haber hecho esta retrospectiva de tus películas ¿qué te falta por hacer?
Aitor Merino: Yo quiero pensar que lo mejor está por venir. Ahora voy a trabajar en una serie para Netflix, con un papel pequeño pero muy bonito; también estoy escribiendo un monólogo basado en una novela estupenda y cuyo título no quiero decir todavía, pero va a ser algo muy bonito. Creo que este último va a ser el trabajo, al menos de los que he hecho en teatro, que más satisfacción me va a dar, porque es una historia que me conmueve muchísimo. Y luego también tengo proyectos para hacer una película, otros como actor… Y, aparte de las cámaras, quiero disfrutar de la vida. Ese es mi siguiente proyecto.
Recuerda que FlixOlé está disponible en Smart TV, tabletas y teléfonos IOS y Android, Fire TV, Orange TV, ZapiTV, Amazon Prime Vídeo o a través del ordenador. Además las películas se pueden descargar para verlas sin conexión a internet en cualquier dispositivo móvil.
Síguenos
www.flixole.com
Twitter: https://twitter.com/FlixOle
Instagram: https://www.instagram.com/flixole
Facebook: https://www.facebook.com/FlixOle/