
5 películas imprescindibles de José Sazatornil
5 películas imprescindibles de José Sazatornil En este centenario del nacimiento de José Sazatornil, recordamos cinco películas que marcaron su carrera cinematográfica Sin tener numerosos
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Empezaste trabajando como actor en grandes producciones americanas como Rey de reyes. ¿Cómo eran las posibilidades para un intérprete en aquellos días?
Pues sin duda alguna, en aquella época, hablar inglés. Hablando inglés te metías y hacías algo con los americanos. Después, cuando se iban, te quedabas con los españoles. El cine de Jesús Franco, diría, es un tipo de cine que ya no se hace. Es un cine muy de serie B, pero a la vez un cine muy de autor.
Después de participar en varias comedias famosas de la época, en el 73 empiezas a colaborar con Jess Franco. ¿Qué sabías de su figura por aquel entonces y cómo llegaste a trabajar con él?
Por alguna razón que desconozco necesitaba un tipo. Mi representante me dijo que bajara a Alicante, que es donde estaba él rodando. Yo estaba fatal: tenía la espalda mal, me dieron acupuntura todo el tiempo que estuve allí para ver si podía curarme, porque tenía que estar tumbado. La cosa funciona bien dentro de los límites. La siguiente vez que nos vimos fue en un aeropuerto. Empezamos a hablar y me dijo: “Oye, pues voy a hacer otra película, si quieres ya sabes….” Y me apunté.
En esta segunda película resulta que Jesús estaba haciendo varias películas y el productor quiso ver lo que estaba haciendo. Creo que estábamos en Alicante y tuvimos que salir corriendo del hotel donde estábamos y buscar otro perdido en el infinito. Entonces Jesús dijo: “Venga, recoged, recoged todo el mundo, vamos, fuera.” Nos metimos en los coches, menos algunos que dijeron: “No, no, yo quiero cobrar”. Había de todo: los que decían “he trabajado una semana, que se me pague una semana y si no yo me voy” y los que nos quedamos a rodar con él.
¿Cómo era rodar con Jess Franco?
El tema principal era dramático, lo que a unos les mandó para atrás, a mí no. Nosotros teníamos firmado un contrato de una película en cuatro semanas. Pero naturalmente si Jesús hacía dos, tres, cuatro o cinco películas, entonces no querían. Ellos querían cobrar una, dos, tres, cuatro y cinco veces. Jesús decía que no. A mí me daba lo mismo, yo lo que quería era hacer cine y disfrutar. Lo pasaba muy bien con Jesús. Y entonces nos fuimos, hicimos tres películas, yo seguí cobrando la semana lo mismo.
Hice cinco películas en lugar de cobrar cinco veces la película. Pero a mí me gustó trabajar con Jesús y entonces, al cabo de poco tiempo, nos encontramos otra vez y ya empezamos a hacer barbaridades.
Jesús me dijo: ¡Coño, me ha tocado el gordo! Así que cogimos el dinero y a rodar"
¿Es cierta la leyenda que a Jess le tocó la lotería y rodaste una película más con el premio?
Eso fue otra maravilla. Jesús Franco en su best.
Terminamos de hacer una película, estaba Ricardo Palacios, y una serie de gentes rodando y yo me quedé porque iba con mi mujer y mis tres hijas. Yo iba como familia. Una combinación rara. Cuando se fueron todos a Madrid, nos quedamos mi familia y su familia, él y Lina, nos quedamos esa noche a dormir y los otros se fueron.
Como yo estaba en producción, subí a tomarnos un café en su chalet. Jesús estaba mirando el periódico y me dice, “¡Coño, me ha tocado el gordo!” El gordo de la semana, no uno de los grandes premios.
Vamos al banco que estaba cerrado porque era domingo, pero por fin al día siguiente nos presentamos a las 8:15 de la mañana y nos dijeron que era 1.250.000 pesetas.
Pero no nos daban el dinero porque la lotería no se paga en el momento, la lotería se paga 15 días después. Así que cogimos el dinero, descontamos unas letras y a rodar.
¿Qué lugar ocupa la figura de Jess Franco en el cine?
Pues internacionalmente ocupa un lugar mucho más importante porque se lo tomaron mucho más en serio. Aquí, para los de aquella generación, muy mal, porque naturalmente no pasaba la censura.
¿Qué recuerdas de vuestra época de producción más intensa?
Una diversión. Ya te digo, era estar todo el día trabajando. Sacábamos entregas enteras; o sea, dobladas, montadas… 10 en un mes, me parece, llegamos a pasar. Y eso es, insisto, ir a la sala de montaje, estar montándolas todas, después del montaje, doblaje, y después presentación, todas.
¿Cómo era la relación de Jess Franco con su equipo de colaboradores más cercanos?
Había actores que eran actores puros y entonces a esos se los tomaba más en serio. Había muchos que les parecía aquello demasiado salvaje o demasiado enloquecido. Pero en general la relación con todo el mundo era maravillosa.
¿Cómo era el método de trabajo e improvisación de Jess?
Efectivamente había mucha improvisación. Si ocurre una cosa en un momento determinado, pues vamos a seguir esta historia, que esta equivocación que hemos tenido, tiene gracia, sigamos por ahí. Y con ese método hacíamos tres o cuatro películas al mismo tiempo. A veces cambiábamos de actores que venían y se iban y que estaban a lo mejor tres días y trabajaban en tres películas.
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