Carlos Heredero, autor del libro Furtivos. 50 años : "Furtivos fue un proyecto casi suicida"

Entrevista a Carlos Heredero en el Festival de Málaga

Charlamos con Carlos Heredero, periodista cinematográfico y director de la revista Caimán Cuadernos de Cine que ha presentado el libro Furtivos. 50 años, un exhaustivo al repaso al film de Borau que FlixOlé y Mercury Films se han encargado de remasterizar por su aniversario.

Presentas en el Festival de Málaga el libro Furtivos. 50 años con motivo de la proyección de la versión restaurada en 4K de dicha película ¿Qué ha significado este film dentro de cinematografía española?

Es una película que aparece justo en el vértice de una coyuntura política trascendental: se estrena prácticamente dos meses antes de la muerte del dictador. Se rueda en unas condiciones todavía bajo una fuerte presión de la censura y, en su momento, es interpretada por todo el mundo como una metáfora del franquismo, de la barbarie y violencia que había debajo de ese “bosque en paz” que decía Franco que era España.

Bajo la apariencia de ese bosque bucólico se cometen todo tipo de barbaries inimaginables. Furtivos tiene una repercusión enorme, gigantesca, contra todo lo esperable. Es un proyecto casi suicida que se rueda en unas condiciones realmente asombrosas, con una enorme rapidez, y tiene una repercusión gigantesca. Es una película que termina recaudando, si tenemos que hacer caso a Borau, casi 400 millones de pesetas, y costó apenas nueve.

Además está justo en ese momento crucial en el que se estrena en el Festival de San Sebastián, cuando se están produciendo las últimas condenas a muerte y ejecuciones del franquismo. Se gesta, se rueda y lucha contra la censura y se estrena en unas condiciones absolutamente excepcionales para la historia de este país. Furtivos está justo en el vértice y en el ángulo de una coyuntura histórica absolutamente trascendental para el paso de la dictadura a la democracia.

¿De qué fuentes has bebido para elaborar el libro y qué descubrimientos va a poder encontrar el lector sobre la película de José Luis Borau?

El libro es una investigación en toda la trastienda y en toda la historia de la película, desde su gestación hasta su rodaje, sus localizaciones, la lucha contra la censura, la gestión con el Ministerio las Autorizaciones, los permisos, la lucha de la película por ir a Cannes y a Berlín, la presencia en el Festival de San Sebastián, la comercialización de la película; están todo tipo de datos, los sueldos que cobraron los actores y los técnicos… Bueno, la ventaja de todo esto es que el archivo de Borau es inmenso, está todo en la Real Academia Española, en la Filmoteca Española y en el archivo de Enrique Cerezo.

Borau guardaba absolutamente todo: los recibos de los taxis, los billetes de avión, todos los gastos. El libro muestra toda esa documentación: los rollos de película que se pidieron al laboratorio, la historia del montaje, los dos finales diferentes que tuvo la película en distintos momentos. Es toda la intrahistoria sobre la cual resuena la España de aquel momento.

Dice Manuel Gutiérrez Aragón que no es solamente un libro de cine, sino también un libro de historia. Yo creo que era un poco también el propósito. A través de radiografiar las entretelas y las entrañas de una película también se muestra cómo era hacer cine en la España de aquel momento.

Presentación en el Festival de Málaga de la restauración de 'Furtivos' por su 50 aniversario

Violencia política

Personalmente ¿qué es lo que más te fascinó de Furtivos y qué te impactó cuando la viste por primera vez?

Para mí supuso un impacto inmenso, como a todos, por esa narración tan seca y directa, por esa manera de contar la violencia sobre las personas y que es sustituida por la violencia sobre los animales, las elipsis… Por lo atrevido, lo valiente y radical.

Fue una bofetada a la que he vuelto una y otra vez. Conozco bien la obra de José Luis Borau y he vuelto una y otra vez a la película. Me sigue sorprendiendo cómo en apenas algo menos de 90 minutos se pueden contar tantas cosas de manera tan concisa y tan exacta. Esa sequedad, concisión y condición elíptica de la película me fascina absolutamente.

Pero no solo te fascina Furtivos: en tu anterior libro, Iceberg Borau, hablas de todas esas películas y proyectos de Borau que no llegaron a ver la luz ¿Qué ha supuesto la figura de Borau para el cine español por lo que se conoce, y también por lo que no hemos podido ver de él?

Todos conocemos lo que hizo Borau, las películas que hizo y produjo, las clases que dio en la escuela a directores tan influyentes para toda su generación como Jaime de Armiñán, Manuel Gutiérrez Aragón o Iván Zulueta; también por su condición de narrador literario, los cuentos que publicó, su condición de presidente de la Real Academia de la Lengua. Todos conocemos la obra gigantesca, su condición de editor de libros de cine, que no se hubieran podido publicar en España si no las hubiera editado él; también como director de la Semana de cine experimental…

Pero lo que no conocemos de Borau es una masa inmensa, es la metáfora del iceberg que yo utilizaba. Realmente estuvo trabajando en muchísimos más proyectos, no solo de películas, sino proyectos historiográficos, investigaciones sobre películas, libros, sobre el patrimonio cinematográfico español, la cantidad de cosas a las que estuvo trabajando y que no pudo llegar a hacer.

Eso descubre una faceta todavía mucho más gigante de José Luis Borau, que yo creo que es una figura trascendental para la cultura española de la segunda mitad del siglo XX sin ninguna duda.

Furtivos es una bofetada a la que vuelvo una y otra vez."

Comentabas anteriormente los conflictos con la censura por parte de Borau. Hay que matar a B, película del director anterior a Furtivos, sufrió decenas de cortes. Con Furtivos se negó a que esto ocurriese, y tuvo que batallar para estrenar su película ¿Cómo fue ese proceso hasta que la película vio la luz?

El enfrentamiento de Furtivos con la censura fue muy duro, quería hacer muchos cortes en la película. Había un elemento muy difícil en ese momento, que era el retrato de un gobernador civil, un retrato entre cómico, no caricaturesco pero sí cómico, con elementos de corrupción; había eventos incestuosos, temas muy complicados para la censura. Pedía muchísimos cortes, los cuales José Luis Borau no estaba dispuesto a hacer. Esa fue una batalla larga.

La batalla con la censura siempre era una negociación. Finalmente, el Festival de San Sebastián seleccionó la película, no sin dificultades. Se consiguió que el Festival seleccionara la película y José Luis Borau lo que dijo entonces fue si podía ir al Festival de San Sebastián, se podía estrenar en las mismas condiciones en el resto de las salas.

En aquel momento, el ministerio lo que le plantea es que pasara prácticamente entera en San Sebastián y que después se estrenara cortada. Esa fue la palanca que utilizó José Luis Borau para forzar la mano a la censura y conseguir que la película se autorizara finalmente con dos pequeños cambios que no desvirtuaban para nada la película. Fue una batalla muy dura, hasta el punto de que Furtivos es la primera película española que se había empezado a rodar sin tener todavía el permiso de rodaje; en aquella época no se podía rodar una película sin permiso de rodaje y no se podía proyectar una película sin permiso de exhibición.

FlixOlé entrevista a Carlos Heredero, autor del libro 'Furtivos. 50 años'

Conservar el pasado, entender el presente

Es una película de su época, que por la crudeza de ciertas escenas también fue muy criticada al margen de los conflictos con la censura ¿Sería difícil plantear un filme así en la actualidad? 

Es una película del tardofranquismo: se rueda todavía en el franquismo, se estrena dos meses antes de la muerte del dictador. Bueno, el tema de la violencia y de los animales ya fue controvertido en su día. Fue controvertido en su momento por la muerte del perro. Suponiendo que una película así se pudiera hacer hoy en día, cabe albergar algunas dudas, habría que rodarla probablemente de otra manera. Lo que ocurre es que la apuesta de la película, la narrativa, era precisamente que las muertes de los animales se convirtieron en metáfora sustitutoria de la muerte de las personas.

Hoy en día probablemente sería muy polémico. En su día, la muerte del perro generó una enorme controversia, hoy en día probablemente ocasionaría muchísimo más; o quizá no, porque se rodaría de otra manera y probablemente no diese lugar a ese tema.

Como profesor de cine ¿Has puesto en tus clases Furtivos?

Todos los años hay una clase sobre el cine del tardofranquismo y la Transición donde vemos varias secuencias de Furtivos. Luego ánimo a algunos alumnos a verla, pues les digo que es una película de conocimiento obligatorio para ellos. No se puede entender la historia del final del franquismo y la Transición política a la democracia sin todo el cine metafórico de la Transición, como El espíritu de la colmena o como Furtivos.

Y no se puede entender el cine español sin tener presente aquel contexto histórico, y no se puede entender aquella etapa de la historia de España sin conocer esta faceta del cine español.

¿Estaría Furtivos entre tus tres películas favoritas del cine español?¿Cuáles serían?

Si tenemos que hablar de tres películas de cine español, una es Furtivos, naturalmente. La otra es El espíritu de la colmena, de Víctor Erice, y la otra es Plácido, de Luis García Berlanga.

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