FlixOlé estrena 'Un Franco, 14 pesetas', la ópera prima de Carlos Iglesias

Un Franco, 14 pesetas es un retrato tierno, basado en hechos reales, de aquellos españoles que, en los 60, dejaron atrás a su familia para ganarse el pan en Suiza

Carlos Iglesias y Javier Gutiérrez en Un Franco, 14 pesetas

Lucía Ojalvo

Nos encontramos en la España de principios de la década de los 60. Martín (Carlos Iglesias) vive junto a su esposa Pilar (Nieve de Medina) y su hijo Pablo en el sótano de la portería de sus padres. Le han despedido del trabajo y su mujer ha dado todos sus ahorros para la señal de un piso. Sin embargo, su amigo Marcos (Javier Gutiérrez) tiene un plan para salir de esta precaria situación: se van a ir a Suiza a trabajar. Allí, según han oído un franco equivale a 14 pesetas. Un año en el país de los Alpes y ganarán el doble de lo que han ganado nunca.  

Aunque esto suena a una vieja historia que tus padres o abuelos cuentan de su juventud, se trata de la premisa de la que parte la ópera prima de Carlos Iglesias, Un Franco, 14 pesetas. Ahora, FlixOlé la recoge en su catálogo. 

Un retrato histórico

Cuando aún faltaban cuarenta años para acabar el siglo XX, en España sucedió lo que algunos conocen por el Milagro económico español. Con las políticas del régimen, tanto internas como externas, la economía del país creció y se estabilizó, aunque tampoco demasiado, de forma sorprendente. 

El principal factor fue el turismo. El periodo reconocido como aperturismo atrajo a turistas de toda Europa a esa España gris y atrasada. Sin embargo, mientras los europeos cruzaban las fronteras para llegar, los españoles las cruzaban para irse. En los 60, más de cuatro millones de españoles dejaron atrás su vida para buscarse el pan en países como Alemania, Francia y Suiza. Se convirtieron en inmigrantes y tuvieron que adaptarse a otras culturas sin saber qué iba a ser de ellos. 

Un Franco, 14 pesetas hace un retrato tierno de este episodio histórico. Un viaje por la nostalgia y el recuerdo de una realidad que nos queda muy cerca y que, por otro lado, no está muy manida. Hasta la película de Iglesias, la historia de la migración española había quedado relegada a las historias de anécdotas familiares. 

Fotograma de Un Franco, 14 pesetas de Carlos Iglesias
Javier Gutiérrez, Nieve de Medina, Carlos Iglesias e Iván Martín en 'Un Franco, 14 pesetas'

El niño de Un Franco, 14 pesetas soy yo

Aunque la película retrata la historia de muchos españoles, Un Franco, 14 pesetas es la vida del padre de Carlos Iglesias. Por tanto, también es un reflejo de la infancia del director y protagonista del largometraje. Así, Iglesias se basa en la vida de su progenitor para dar forma a un relato compartido. 

Por eso, Carlos Iglesias quiso ofrecer un homenaje real a algunos de los mejores años de su vida. Él, como el niño de la película, lo pasó mal cuando su familia regresó a España. Así que, aunque en un primer momento toda la película iba a ser grabada aquí, muchas de las localizaciones tienen lugar en Suiza.

Esto no supuso ningún problema. Iglesias pudo rodar en el pueblo y en el apartamento en el que vivió, gracias a la colaboración de los lugareños. Incluso se cerraron calles y se modificaron algunas rutas del transporte público para hacer el rodaje más fácil. 

Además, el director quiso crear un juego de palabras a la hora de poner el título a la película. El Franco del nombre hace referencia a la moneda suiza, pero también al dictador español que gobernaba en España entonces. De ahí, que la palabra aparezca escrita con la primera letra en mayúscula.

Fotograma de Un Franco, 14 pesetas de Carlos Iglesias
Carlos Iglesias y Tim Frederic Quast en 'Un Franco, 14 pesetas'

La ópera prima de Carlos Iglesias

Hasta 2006, Carlos Iglesias había trabajado siempre delante de las cámaras. Su primera aparición fue en el mítico programa Esta noche cruzamos el Mississippi, pero su papel más emblemático fue en la serie Manos a la obra, donde interpretaba a Benito Lopera.

Este mítico personaje de la televisión española eclipsó, en mayor o menor medida, la carrera de Iglesias hasta que decidió lanzarse al mundo de la dirección. Un Franco, 14 pesetas fue, entonces, su ópera prima. Además, no debe ser un mal comienzo, pues fue nominado a los Premios Goya en la categoría a Mejor Director Novel. La experiencia fue tan satisfactoria que ha seguido dirigiendo, aunque sin abandonar nunca su rol como actor. 

...Y si te has quedado con ganas de más