Despuntó en esto del séptimo arte con sus primeros cortos en la Escuela de Cine; se atrevió con novedosas fórmulas en las ficciones y documentales que realizó en su etapa en TVE, y firmó algunos de los títulos de cabecera de la gran pantalla española, como El bosque del lobo (1971), No es bueno que el hombre esté solo (1973), Un hombre llamado Flor de Otoño (1978), entre otros. El director, guionista y productor natural de Bilbao, Pedro Olea, participa en la sección de FlixOlé ‘Las favoritas de…’ para contarnos cuáles son sus películas imprescindibles del cine español; y ya de paso, desvelarnos algunas anécdotas con las grandes figuras del audiovisual en nuestro país.
«Yo debuté rodando documentales para TVE. El segundo que rodé era sobre gastronomía gallega, y el presentador era Edgar Neville. Nos caímos muy bien y a mí me pareció maravilloso porque conocía algunas cosas suyas y me habló de sus películas. Para mí despertó un interés muy especial La torre de los siete jorobados, contada por él. La vi, y desde entonces es una de mis películas españolas favoritas porque me deslumbró su enorme fantasía, la elegancia de la narración y, sobre todo, las asombrosas secuencias en el decorado del interior de la torre, que creo que son los mejores decorados y una de las secuencias más importantes de toda la historia del cine español»
«Es un magnífico trabajo de Ana Mariscal basado en la novela de Delibes y que relata las miserias de un pequeño pueblo. Me parece insólito que se rodase en aquellos años. Creo que sigue siendo una película muy poco conocida para lo que merece ser. Todo aficionado al cine debería verla cuanto antes. Además, de propina, es estupendo ver a esos actores jóvenes como Maribel Martín, Juan Luis Galiardo… »
«Obra genial del gran maestro del cine español. Tuve el placer de ser alumno suyo en la Escuela Oficial de Cinematografía y cuando debuté en el largometraje me preguntó si le podía dar un papel, ya que quería saber si servía como actor. Entre 1968 1969, cuando rodé ‘Días de viejo color’, hizo un papel estupendo. Desde entonces fuimos muy amigos hasta que falleció»
«Conocí a Buñuel en Madrid en una comida que se hizo para directores jóvenes. Como Berlanga, estuvo a punto de salir en otra película mía: rodaba en Santiago Juan y Junior…En un mundo diferente y apareció en el rodaje en la Plaza de Santiago pidiéndonos unas tomas del sonido de las campanas de la catedral para su recién acabado rodaje de La Vía Láctea. Se lo dimos y se ofreció a salir en nuestra película. Yo le dije que por su propio bien no saliese en esa película, pero que si esperaba un poco, tenía un proyecto para el año siguiente, que era El Bosque del Lobo y en esa sí le aceptaría. Entonces me acuerdo que él me dijo entre risas: “Nunca me habían dicho que no para intervenir en una película de esa forma”. No pudo ser. Años después, volví a saludarlo en México y eso es un poco el resumen de Viridiana, y de mi relación con Buñuel»
«Saura también fue profesor mío en la Escuela Oficial de Cinematografía. Incluso guardo las notas de sus clases porque, mientras que las de Berlanga eran casi de cachondeo porque salíamos a un bar y hablamos de las películas del oeste, Saura nos hacía guardar las notas de sus clases, que son estupendas. Mantuve una relación con él también hasta que recientemente nos dejó»
«Fui ayudante de Mario Camus en su rodaje de fin de carrera, cuando yo acababa de ingresar en la Escuela de Cine. Mucho después fue guionista mío en Más allá del Jardín, mejorando mucho la novela de Antonio Gala, que yo debía rodar. Gran amigo mío y también, además de gran guionista, estupendo realizador»
«Es el mejor trabajo de Borau y una extraordinaria película que merece de sobra estar en esa lista»
«Quería dejar sitio a uno de los actuales, de los que continúan donde lo dejaron los anteriores nombres citados. Amenábar es uno de los grandes directores actuales, y espero que lo siga siendo durante mucho tiempo.»