Todavía estaba en la ESCAC cuando Júlia de la Paz se embarcó con Tamara Casellas en el rodaje de Ama. Hoy, la película participa en el Festival de Málaga. Hablamos con ellas sobre la cinta revelación
Buenos días Tamara y Júlia. Presentáis Ama en la 24º edición del Festival de Málaga. ¿Cuáles han sido esas primeras impresiones?
Júlia de Paz: Aún no lo hemos digerido.
Támara Casellas: Tengo resaca emocional.
J.P: Yo mucha.
T.C: Yo también.
J.P: Estoy muy rara, la verdad. No estoy aquí, estoy… uff. Muy bien, terminó y todo el mundo aplaudiendo muchísimo.
T.C: Se levantaron. Yo no había visto la película, la vi ayer rodeada de la familia y de los amigos. El teatro se levantó, fue muy emocionante.
J.P: Mucho.
Ama es una película sobre la maternidad arrepentida. Es tu primera película Júlia ¿cómo surge este tema?, ¿qué es lo que te llevó a hacerla?
J.P: Todo nació como proyecto final de carrera de la ESCAC (Escuela Superior de Cine y Audiovisuales), ya que tenía que hacer un corto. En ese momento, con Nuria Dunjó, que es la guionista, nos reunimos y nos preguntamos qué hay en nosotras que queramos trabajar, que queramos expresar, mostrar. Personalmente, había dos temas que tenía muy presentes en mí: el arrepentimiento y el abandono.
El objetivo de Ama es defender que no hay un tipo de maternidad, sino que hay muchas maternidades”
Yo me encontraba en un momento vital un poco crítico, mi madre me hizo un acompañamiento muy bonito y creamos un vínculo muy fuerte. Pero ella se repetía en todo momento: “¿Qué he hecho yo mal para que tú estés así?”. Yo le decía que no era responsabilidad suya, que estaba así por ‘x’ circunstancias, pero no era responsabilidad suya. Entonces empezamos a reflexionar sobre la maternidad y sobre este peso que sienten las madres, y que viene por una presión social y cultural.
El objetivo de Ama es defender que no hay un tipo de maternidad, sino que hay muchas maternidades. Lo que nos intentan vender como maternidad no es real. Es otra herramienta del sistema para oprimir a la mujer porque nunca vas a llegar ahí.
Has comentado que Ama nace de un corto para la ESCAC. Cuando trabajaste en el corto, obviamente lo cogiste como un cortometraje pero, ¿veías ya que había un largometraje? O en ese proceso de estudio del guion, ¿veías que había un germen de largometraje?:
J.P: Sí, totalmente. Cuando estábamos escribiendo el guion, incluso con Tami (Tamara Casellas) trabajando en el personaje, nos decíamos: “se nos queda corto”. Porque es un tema tan complejo, y también el personaje es tan complejo, que sentíamos que necesitábamos más tiempo narrativo. Más tiempo narrativo para el personaje e incluso para nosotras mismas, como experiencia personal. Escribimos el guion del cortometraje cuando teníamos 21 años, nos faltaba mucho por recorrer, y aún nos falta inmensidad; pero ha habido una evolución personal desde los 21 hasta los 24 años.
Siempre digo que, de momento, no hay nada que supere la emoción de saber que íbamos a rodar la película”
Tamara, tú estás en el cortometraje antes de estar en el largometraje. ¿Cómo fue ese proceso desde que os conocisteis hasta la película?
T.C: Nosotras nos conocimos en su segundo año de carrera. Yo estaba rodando una película con la ESCAC y la conocí en un set de rodaje, en una secuencia de una película. Luego, en su tercero de carrera, ella necesitaba una actriz que pasara de 0 a 100 en muy poco tiempo; que pudiera ser violenta para hablar sobre la ira. Ahí nos conocimos, hicimos su tercero de carrera juntas, con la directora de fotografía también y con la guionista. Es el mismo equipo el de tercero de carrera, que el del corto y el de la película. Luego hicimos cuarto de carrera, que es Ama y luego la película.
¿Fue ahí cuando te dijo que había largometraje?
T.C: Lloré mucho, lloré de alegría pero… (Risas).
J.P: De hecho cuando la llamé, yo estaba en el tren y ella en el metro; yo en Barcelona y ella en Madrid, y montamos un show. Yo en el tren y ella en el metro, ¡madre mía!
T.C: Yo siempre digo que, de momento, no hay nada que supere la emoción de saber que íbamos a rodar la película. Y de haberla rodado. Es emocionante Málaga y todo esto, estar aquí, pero el regalo yo ya me lo he llevado.
Tamara, en la película estás acompañada por tu hija, la actriz Leire Marín. Cuéntame cómo ha sido trabajar con ella.
T.C: Está espectacular, de verdad. (Risas). Ahora lo puedo decir, que en las entrevistas anteriores no podía. Está espectacular, me quedé alucinando con lo que hace con cinco años. Fue fácil, muy fácil, porque es una niña muy cercana.
Lo que hicimos durante tres o cuatro meses fue ir conociéndola. Íbamos a Murcia, que ella es de Murcia, para jugar con ella, ver películas con ella, para que nos cogiese confianza. Luego, antes de llegar al rodaje, sí que marcábamos un poco a modo de juego las secuencias: la de la playa, “tienes que hacer no sé qué”; la de la hamburguesería, “a ver cómo te sientas, tienes que hacerte la dormida”… Todo muy por encima. Luego en el set vas a fondo.
Con los niños el factor sorpresa es fundamental. La niña del corto es otra niña. Como hablamos de la no relación entre madre e hija, le propuse a Júlia que igual sería interesante que yo no tuviese tanta relación con la niña, con la actriz. Error garrafal. A los niños los tienes que tener a tu lado. Aparte, nos dimos cuenta de que el amor de los niños hacia sus padres es incondicional, independientemente de que seas una madre ‘x’ o un padre ‘x’.
Por eso con Leire hicimos ese contacto previo, para que nos tuviese confianza. Luego en el rodaje era sorpresa tras sorpresa, toma nueva a toma nueva. Lo que has utilizado en la toma anterior para llegar a que ella diga algo no lo puedes utilizar en la siguiente toma. Debes cogerla por otro lado, y fue muy fácil. Estamos muy agradecidas con Leire.
A la hora de escribir no teníamos unos referentes muy marcados. Sí es verdad que tanto a Nuria como a mí nos gusta un estilo en particular”
Júlia, a la hora de escribir tanto el cortometraje como el largometraje, ¿qué referencias hay?, ¿qué películas tenías tú en la cabeza?
J.P: A la hora de escribir no teníamos unos referentes muy marcados. Sí es verdad que tanto a Nuria como a mí nos gusta un estilo en particular que, obviamente, viene de unos referentes. En cuanto a la estructura o al guion en sí, no teníamos referentes. Yo sí que tengo ahora unos referentes para dirigir y para plantear un proyecto que son: Belén Funes, los hermanos Bárdem, Ken Loach, Andrea Arnold, Lucrecia Martel, Anahí Berneri, etc.
Estáis presentando en Málaga, que es un Festival trampolín para mucha gente. Sin ir más lejos el año pasado ganó Las Niñas de Pilar Palomero; Carlos Marqués-Marcet ha ganado dos años, David Sánchez Arévalo ganó con Azuloscurocasinegro. ¿Hay esa ilusión por que Málaga sea un verdadero trampolín y para Ama vengan premios y posteriores éxitos?
J.P: Todo éxito es siempre bienvenido. Cuando hicimos el proyecto no teníamos para nada esta perspectiva, ni expectativa de querer llegar a algo. Simplemente nos lo tomamos como un viaje. Decidimos hablar de esto y trabajar todas juntas y ya está. Si tiene éxito, bienvenido y abrazado será (risas).
T.C: Pero nosotras ya hemos grabado la película que queríamos.
J.P: Exacto. Personalmente, lo que a mí me llena más es que ayer una chica me dijo: “Gracias por esta historia, porque me he sentido identificada”. Para mi significa mucho que mujeres madres se sientan conectadas con la historia.
Cuanto estábamos preparando el personaje en el corto, hablamos con asociaciones, con muchas personas”
Tamara, le preguntábamos antes a Júlia por sus referentes a la hora de escribir y rodar, pero… ¿Cómo es el proceso de enfrentarte y construir a tu personaje?¿tenías algún referente?
T.C: No, solo teníamos algunos referentes de secuencias de ciertas películas donde el personaje pasa emocionalmente por ahí. Como referente de actriz no, una mezcla de todo. No me fije en nadie especialmente. Sí nos fijamos en una película ‘x’, porque nos gustó cómo trabajaba una actriz en un momento de la secuencia, o porque fuera una secuencia parecida emocionalmente.
Lo trabajábamos así, pero los referentes eran más reales. Cuanto estábamos preparando el personaje en el corto, hablamos con asociaciones, con muchas personas. Siempre el trabajo de investigación antes de rodar el corto es muy importante. No pudimos contar con el testimonio de una persona que hubiese pasado por la misma situación, pero si con personas que trabajan con dichas personas, o nos encontrábamos por el camino con un niño que había sido abandonado. Yo parto de ahí, de testimonios reales que es lo más interesante.
Antes de la entrevista, Júlia nos ha revelado que es fan de FlixOlé. Cuéntanos un poco tus películas españolas de referencia o qué has podido ver en la plataforma que te guste:
J.P: ¡Madre mía! Principal: Deprisa, deprisa; ¡hombre! Carlos Saura. Eloy de la Iglesia, Icíar Bollaín, Isabel Coixet, Fernando León de Aranoa, Belén Macías, Belén Funes… FlixOlé mola mucho. Esta plataforma es muy necesaria. Buscas cine español más de autor y no hay. Y en FlixOlé sí lo hay, y es muy barato.
Sobre la forma de rodar con la cámara tan pegada… Júlia, ¿cuál era tu objetivo con esa forma de rodar tan próxima a Tamara y a Leire?
J.P: Teníamos muy claro que queríamos rodar con un lenguaje muy claro que fusionara documental con ficción. Al ser una realidad tan presente queríamos alejarnos de todo artificio que pudiera haber. También decidimos estar tan cerca del personaje porque no queríamos que hubiese ninguna barrera entre espectador y personaje. Queríamos que viajaran con ella, que la acompañasen; desde el respeto y con unos límites, pero que la acompañasen en todo momento.
Tamara, ¿cómo era sentir la cámara tan cerca?
T.C: Yo venía ya del corto y al final te acostumbras. (Risas). Al principio da mucha más impresión, y en determinados momentos incluso se usa la cámara físicamente para agobiarte más o para llegar a algo emocional. En mi caso, al final me acostumbré.
J.P: Es cierto que la conexión con Sandra Roca (directora de fotografía) también la trabajamos mucho.
T.C: Claro, Sandra Roca se anticipaba a lo que yo iba a hacer. Aparte, al tener la cámara tan cerca de alguna manera conectas, hemos salido de secuencias las dos llorando. Secuencias en las que yo tenía ansiedad, ella quitaba la cámara y tenía que soltar la ansiedad de lo cerca que estábamos rodando. Y para mi tener a Sandra… yo le hablo a Sandra no al objetivo. Nos entendemos muy bien y al final te acostumbras.
Recuerda que FlixOlé está disponible en Smart TV, tabletas y teléfonos IOS y Android, Fire TV, Orange TV, ZapiTV, Amazon Prime Vídeo o a través del ordenador. Además las películas se pueden descargar para verlas sin conexión a internet en cualquier dispositivo móvil.
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