FlixOlé entrevista a los directores Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro desde el Festival de San Sebastián, donde presentan 'El otro lado'. La nueva serie de Movistar parte de una idea original de Berto Romero, quien además es el protagonista
La serie El otro lado parte de una idea original de Berto Romero ¿Cómo recibís esta idea y cómo la pusisteis en marcha?
Alberto de Toro (AT):El proyecto lo pone en marcha Berto, y a nosotros nos llega porque tenemos una relación de amistad más allá del trabajo. Con Berto somos muy amigos de hace bastantes años y nos propuso la serie. Vimos que había un guion impresionante. Nos interesa mucho los géneros: la comedia y el terror, pero también nos interesa esta crítica a los medios de comunicación. Lo que hicimos fue trasladar en imágenes un guion que nos parecía que estaba ya cerradísimo. Trabajamos y cambiamos algunas cosillas con Berto, pero realmente era un regalo: estaba todo planteado.
¿Qué se va a encontrar el espectador en El otro lado?¿Cuáles creéis que son los puntos fuertes que tiene la serie?
Javier Ruiz Caldera (JR): El espectador puede entrar a la serie pensando que es una serie de Berto Romero, que se va a reír y que es comedia. Y es cierto que lo es, pero yo le pediría que estuviese abierto a explorar un género que no está tan acostumbrado a verse, sobre todo con Berto. Es una mezcla entre esa comedia, que sí que la tiene, con el terror; con un terror puro, crudo, incluso realista. Hay secuencias en las que pega algún susto.
Esa mezcla de géneros, terror y comedia no es tan habitual. Es una serie que creemos que es muy original, que Berto ha hecho un ejercicio muy valiente y novedoso. Nosotros lo hemos intentado llevar en imágenes de la manera más realista posible, y con un equilibrio entre dos géneros, que era realmente el reto como directores de pasar del terror a la comedia.
La comedia sí que la manejamos bien por trayectoria, y el terror es algo que nos entusiasma (ya hicimos Malnazidos juntos), pero ese equilibrio de una secuencia en la que te estás partiendo de risa, en otra te estás asustando… Incluso en la misma secuencia a veces dialogan los dos géneros. Era algo interesantísimo que estaba de guion y que la verdad es que estamos muy orgullosos del resultado. Esperemos que el espectador se sorprenda.
Javier Ruiz Caldera: “Pediría al espectador que estuviese abierto a explorar un género al que no está tan acostumbrado, sobre todo con Berto”
Como habéis comentado, es la primera incursión de Berto en el terror, y vosotros venís de hacer Malnazidos ¿Cómo ha sido ese intercambio de experiencias?
AT: El terror también lo domina Berto. Él es muy fan del género fantástico, lo que pasa es que él se ha dedicado a trabajar la comedia. Nosotros nos inventamos alguna con él o reescribimos algunas, pero él sabe mucho también de terror. Muchas de las secuencias estaban ya en el guion.
JR: El terror con Berto era realmente plantearnos “¿qué pasaría si a Fernando Fernán Gómez lo pusieras en una película de William Friedkin?”, con terror clásico. También escogimos alejarnos del terror gótico o artificial, y hacer un terror muy de barrio realista. Era como ’13, Rue del Percebe’ del Terror. Incluso hemos visto, antes de hacer la serie, algunas películas para tener en cuenta, nombres que aparecían en nuestras conversaciones… Como he dicho, ese tipo de atmósfera y de estética nos gustaba mucho.
Una serie, dos directores
Se trata de vuestro segundo proyecto codirigido. Alberto de Toro lleva siendo tu montador, Javier, durante buena parte de tu carrera. ¿Cómo ha sido el trabajo conjunto para esta serie?
AT: En un principio, lo que se planteó era repartirnos capítulos al ser serie de televisión. Pero también nos hacía gracia hacer como en Malnazidos, que estuvimos en todos los procesos los dos juntos y estábamos todo el rato en rodaje. En Al otro lado, de forma natural, fue saliendo el reparto de capítulos, lo que hacemos… Pero realmente los dos queríamos estar todo el tiempo en el set, y queríamos participar de todos los procesos.
Al final dijimos: “Pues está funcionando esto de que estamos haciendo la preproducción, los casting, revisando efectos, viendo localizaciones”. Al final, cuando llegó el momento de rodar, dijimos de hacerlo los dos. Si es verdad que nos tuvimos que separar por cosas de plan de rodaje, pero a la mínima que podíamos estábamos los dos en el set, incluso habiendo rodado uno el día de descanso.
JR: La envidia hizo que estuviéramos juntos. Lo lógico habría sido separarnos con los capítulos, pero es que si los separamos, entonces él va a rodar esto. “No, no, esto no puede ser”. Queríamos estar en todo, y al final dijimos: “Nos juntamos todo el rato”. Berto nos comentó que para él mejor, que así nos tenía a los dos todo el rato en set.
AT: Esto ayudaba un poco a concebir cómo entendíamos las cosas, de forma cinematográfica. Sabemos perfectamente que es una serie, que los capítulos están cerrados, con estructuras para que funcionen en cada capítulo, pero a la vez pensamos “¿pero cómo nos vamos a dividir los capítulos?”. A parte, se ruedan secuencias de diferentes capítulos, y yo no lo entendía muy bien. Creo que el hecho de estar los dos haciendo esto ha impregnado algo cinematográfico en términos de rodaje.
Vosotros lleváis bastante tiempo juntos, como también Berto y Andreu Buenafuente. ¿Cómo ha sido trabajar con ellos?
AT: No lo sé. De amigos. Somos amigos de hace muchísimos años, antes de trabajar. Sobre cómo ha sido dirigirlos, y trabajar esa química con ellos, es quizá lo de menos. Transpiran mucha química.
JR: La idea era trasladar esa química que todo el mundo conoce entre Andreu Buenafuente y Berto Romero, que hemos visto en programas en la radio y TV. Pero, a la vez, esto es una ficción y sus personajes están muy alejados de sus personajes públicos. Era como conseguir mantener esa química pero interpretando personajes diferentes.
La idea era conseguir mantener la química entre Berto y Andreu, pero interpretando a personajes distintos”
Interpretan a alumno y maestro, que es algo que ellos ya tienen, pero son dos maneras en realidad de entender el periodismo muy diferentes. La que interpreta Andreu Buenafuente es Estrada: un periodismo rancio, anclado en el pasado, casi políticamente incorrecto; dice cosas en pantalla que no se tienen que decir. Y Berto, el personaje de Berto, le corrige.
Esa dualidad y ese conflicto que tienen entre ellos, y que generan mucha comedia, lo tienen ellos muy por la mano. También creo que es sorprendente el trabajo actoral que han hecho: Berto sale en casi todas mis películas, pero la sorpresa aquí es Andreu, quien se pone ante la cámara y suelta unas frases… Nos sorprendió mucho desde el primer día. En la primera secuencia que vimos era como “¡Guau!” Hubo mucho ensayo y mucho trabajo previo para llegar a lo que vais a ver en pantalla.
Andreu Buenafuente nos sorprendió mucho desde el primer día”
¿Había también momentos de improvisación?
AT: Había momentos de improvisación en ensayos, y en probar cosas durante el rodaje. No puedes improvisar, o al menos nosotros no podíamos improvisar porque vas de culo. Vas con el tiempo justo, y es verdad que puede salir alguna cosa o los actores te pueden proponer de repente. Pero esto de que “todas las comedias son una fiesta”, no. Realmente, improvisación poca.
JR: La gracia es que parezca improvisado. Lo más complicado de hacer comedia, o este tipo de actuaciones, es que parezca improvisado. Pero hay un trabajo de planificación detrás brutal. Y ese equilibrio no es fácil, pero ellos tienen una frescura que queremos.
Sus favoritas del cine español
AT: Soy un fanático de FlixOlé, vuestra plataforma. ¡Lo digo en serio! Estamos suscritos. Mi película española favorita es La Ardilla Roja. Lo tengo clarísimo. De hecho, es la película que más veces he visto en mi vida; ¿Quién puede matar a un niño? es otra.
JR: Yo voy a decir otro clásico: Amanece…Que no es poco. También me explotó la cabeza.
AT: Yo tengo otra bastante favorita: No profanar el sueño de los muertos.
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