«Terriblemente disciplinado y técnicamente perfecto» y, a su vez, con un humor «cruel y seco». Esas son las palabras que utilizó el director Óscar Aibar para definir a Santiago Segura (Carabanchel, 1965).
Este polifacético actor, director, productor y guionista de cine español, que ha trabajado también como presentador de televisión y actor de doblaje, cumple hoy cincuenta y cuatro años.
Aunque sus primeras incursiones con el cine fueron como figurante de diversas películas, su pasión empezó con doce años cuando se compró una cámara super-8. Con ella grabó múltiples cortometrajes de tres minutos, la duración máxima que permitían los cartuchos de la super-8 que utilizaba.
Cuando cumplió veinte años empezó a participar en concursos televisivos para financiar sus proyectos y en 1992 el cineasta Álex de la Iglesia, a quien había conocido en un festival de cortometrajes en Valencia, lo contrató para “Acción mutante” (1993). Dos años después, Segura le solicitó un papel en “El día de la bestia” (1995), pero De la Iglesia se negó. Sin embargo, terminó acudiendo a él cuando el actor que iba a encarnar al dependiente de una tienda de death metal le falló. Segura adaptó el personaje y exageró su forma de hablar y actuar, una interpretación que le valió el Goya al Mejor Actor Revelación.
Alex de la Iglesia y Santiago Segura han vuelto a trabajar juntos en numerosas películas entre las que se encuentran “Perdita Durango” (1997), “Muertos de risa” (1999) largometraje en el que Segura aparece junto a El Gran Wyoming, “Balada triste de trompeta” (2010), “La chispa de la vida” (2011) y “Las brujas de Zugarramurdi” (2013).
Santiago Segura destacó desde sus inicios
A partir de 1995, fue cobrando más protagonismo en el mundo audiovisual y tres años después, realizó su primera cinta “Torrente, el brazo tonto de la ley” (1998), de la que es director, guionista y actor. En este largometraje retrató la España más cañí a través de un expolicía corrupto adicto al alcohol y a las prostitutas que presenta rasgos machistas y neofascistas.
Para interpretar a Torrente, tuvo que engordar veinte kilos, esfuerzo que se vio recompensado cuando se estrenó la cinta, ya que se convirtió en la película española más taquillera hasta entonces y obtuvo el Goya al Mejor Director Novel.
A raíz de las películas de Torrente Segura ha sido tachado de ordinario, grosero, casposo y cutre, pero detrás de su humor ácido y de sus personajes esperpénticos se esconde un gran showman, así lo demostró en el programa de televisión “Tu cara me suena”. Gracias a su carisma y a sus constantes bromas acabó convirtiéndose en el único concursante que ha participado en dos ediciones.
En el año 2003, protagonizó, junto a su amigo Jesús Bonilla, “El oro de Moscú” y, un año más tarde, trabajó junto a Florentino Fernández en “Isi Disi. Amor a lo bestia”, cinta a la que le siguió una secuela titulada “Isi Disi: Alto voltaje” (2006).
Además de participar en diversos programas de televisión, a lo largo de su carrera ha conseguido papeles pequeños en películas como “Blade II” (2002), “Hellboy” (2004) y “Pacific Rim” (2013).
Ahora Santiago Segura, que ha bebido de cineastas como Luis García Berlanga, Fernando Trueba o Álex de la Iglesia para desarrollar su carrera como director, está a punto de estrenar la que será su séptima película como director: “Padre no hay más que uno” (2019). En esta comedia familiar, inspirada en “La gran familia” (1962), podremos verle haciendo de padre en apuros junto a Toni Acosta, Silvia Abril, Leo Harlem, Anabel Alonso, Fernando Gil, Goizalde Núñez y Pepa Charro, entre otros.