FlixOlé entrevista con motivo de su participación en la Sección Oficial de la 71ª edición del Festival de San Sebastián, a la realizadora Arantxa Echevarría que presenta en el certamen, su último largometraje, la película 'Chinas'. Una historia de identidad y pertenencia en torno a la comunidad china que reside en España.
¿De dónde surge la idea de Chinas y cómo comenzaste a definir el proyecto?
La idea viene de una anécdota personal propia: soy el personaje que interpreta Carolina Yuste. Yo vivía en Lavapiés y, como técnico de cine, no tenía horarios, nada en la nevera… llegaba a las 23:00 de la noche y bajaba a la tienda de alimentación que tenía debajo de casa regentada por chinos. Siempre había una niña de 9 años que se llamaba Lucía. Acabé haciéndome amiga de ella y le ayudaba con los deberes.
Un día que no estaba Lucía, su madre, que hablaba muy poquito español, me saca una carta y me pregunta: “¿Qué es?”. Yo pensaba que era una carta de Hacienda o del banco, pero era la carta de los Reyes Magos de Lucía. Entonces pensé: “¿Cómo le explico yo a esta señora lo que son los Reyes Magos, que vienen tres tíos en un camello siguiendo una estrella? Ella me mira y dice: “No entiendo nada”.
Yo le expliqué que Lucía quería un regalo, y que todas las niñas de su clase iban a tener un regalo. Le pedí por favor que le comprara una muñeca. Pero me dijo que “no” y que ellos tienen otra tradición, que consiste en dar un sobre rojo con dinero en el Año Nuevo Chino. Yo iba todos los días intentando convencerla, porque no quería romperle el corazón a Lucía. Un día iba andando por la calle y veo en El Corte Inglés una muñeca y se la compré a Lucía. Como me daba vergüenza dársela en mano, se la metí en el cerramiento de la tienda.
La idea de la película viene de una anécdota personal”
Chinas es una película que encierra también muchas historias que se van solapando unas con otras. ¿Fue uno de los mayores retos el unir todas las historias?
Es una peli muy coral, que habla de muchos estadios, de personajes… También hay una niña china adoptada que creo que es algo terrible. Vas con tus padres europeos y todo el mundo sabe que eres adoptado: la gente te mira y ve que no perteneces a esa familia. Me parece durísimo.
Luego está la segunda generación de adolescentes, que son los ‘bananas’ o los ‘chiñoles’, amarillos por fuera, pero blancos por dentro. Eso es una pasada. Son españoles, por supuestísimo. Se sienten adolescentes en el instituto pero, a la vez, cuando llegan a casa tienen toda una cultura atávica de muchísimo tiempo que les pone los pies en el suelo.
‘Chinas‘ es la historia de identidad, no de dónde vienes; del querer ser partícipe del resto en la adolescencia, cuando somos muy sensibles. Estas segundas generaciones tienen una situación muy compleja porque son españoles con sentimientos de una cultura diferente; o son de una cultura diferente que tiene que convivir con los españoles. A mí me parece un reto para una edad en la se es tan frágil.
Chinas es una película muy coral, que habla de muchos estadios, personajes…“
Una pareja con química
Mencionas la búsqueda de identidad, aunque en la película están también muy presentes el racismo y la integración…
A mí me gusta hablar de convivencia, más que de integración. La integración implica que el que viene tiene que hacer lo posible para cuadrar. Y yo creo que nosotros también tenemos que hacer lo posible para que cuadren, para que podamos convivir y ojalá. Hay una cosa muy curiosa: el español es un inmigrante nato, o sea, todos tenemos un abuelo que ha estado en Suiza o Alemania, y nos hemos olvidado el pertenecer a una cultura. No están aquí por turismo, están aquí porque necesitan mejorar su vida y sobre todo piensan en la mejora de la vida de sus hijos.
Una cosa que nos pasaba en el casting era muy curiosa: esta segunda generación estaban estudiando Económicas, Teleco… e iban sobradamente preparados. Y es por eso: porque comprenden el esfuerzo de los padres y van a invertir todo su esfuerzo en hacerles felices y en conseguir tener una vida mejor que ellos.
Yo creo que España es multirracial, y racista. En algún momento esto va a chocar. Necesitamos que venga gente porque somos un país muy viejo, no tenemos natalidad, y necesitamos que venga gente a ayudarnos a crear una nueva España. Somos multirraciales, pero no lo queremos asumir. Somos muy racistas y muy clasistas
España es un país multirracial, pero no lo queremos asumir”
La película tiene un casting muy mixto, con muchas caras conocidas (como Leonor Watling y Carolina Yuste), junto con otras que no habíamos visto en la gran pantalla ¿Cómo ha sido el rodaje con todos ellos?
El casting ha sido muy complicado porque yo el chino no lo controlo mucho, y ha sido un proceso de calle, de búsqueda dentro de la comunidad. Se da también la circunstancia de que los chinos que vienen a Madrid son de una provincia en concreto de China, y tiene un acento y un dialecto concreto. De pronto veía a alguien de Pekín y pensaba “¡Qué maravilla!”, pero no era de Pekín. Claro, no puedes tener una hija que sea andaluza y su madre de Canarias. Parece una tontería, pero cada vez se me quedaba más pequeño el cupo de casting.
Yo trabajo para que los personajes sean ellos. No pido que hagan algo que no conozcan. Por ejemplo, los padres de la pequeña que interpreta a Lucía tienen un bazar, y ella se ha criado en un bazar. La adolescente tuvo también una crisis con sus padres porque estaba harta de ser la que llevaba a los niños al colegio, la que escribía los papeles, el español, la que trabajaba en el restaurante… La madre tiene otro bazar. Se trataba de extrapolar sus vidas para meterlas en la peli.
La mezcla con actores profesionales fue también una locura. A mí Leonor me preguntaba dónde estaba porque a un actor profesional le ponías a alguien que no sigue el guion. No se puede notar la diferencia en la actuación, y para un actor no profesional esto es un u verdadero hándicap. Con Carolina ya lo hice en Carmen y Lola, y lo disfruté un montón.
La complicidad entre Arantxa Echevarría y Carolina Yuste
Precisamente, sobre Carolina Yuste: vuelve a estar presente en una película tuya. ¿Cómo es trabajar con ella?
En el caso de Chinas le pregunté si quería hacer de mí, y me contestó que no la metiese en líos. Para mí Carol es como soy yo en la imagen, y además aporta siempre cosas mucho más grandes de las que yo me había imaginado. Es una gran actriz y una gran persona, empática e inteligente. Es un regalo trabajar con ella, te da su actuación y encima te la enriquece, es algo muy difícil. Para mí es como mi hermana.
En este camino hemos empezado juntas. En todas las pelis que he hecho he estado con ella; salvo una, pero porque no había el papel que le cuadrara. En la próxima peli que voy a hacer también está Carol. Cuando hay una comunicación más allá de las palabras (una mirada, de saber lo que yo quiero, entender lo que está sintiendo), eso es oro. Tengo suerte de tener una actriz como ella, y es un regalo de que sea mi amiga.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Hay muchos, pero están todos como en el aire. Tengo un proyecto de una adaptación de una novela de Elena Ferrante con Penélope Cruz que esperemos que se haga, pero todo está muy en el aire.
Como plataforma especializada en películas españolas, nos gustaría que nos pudieses decir tres películas que destacarías del cine español…
Voy a elegir tres que me parecen obras maestras y precursoras de muchas cosas: El verdugo, El desencanto y Madregilda. Creo que son tres películas que por diferentes motivos son clásicos. Tengo que decir que una de ellas, El verdugo, se la llevé en un DVD a Martin Scorsese y se la descubrí.
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